Kiev acusa a Moscú de invadir su territorio por entrada de convoy humanitario que desconoce la Cruz Roja
Donetsk, AFP
Kiev acusó este viernes a Moscú de invadir su territorio, después de que Rusia introdujera sin su permiso en el este de Ucrania parte de su convoy humanitario, al que la Cruz Roja no acompaña por falta de “garantías de seguridad”.
“Decimos que se trata de una invasión directa“, dijo el jefe de los servicios de seguridad ucranianos, Valentin Nalivaichenko, citado por la agencia ucraniana Interfax.
Kiev y Moscú se atribuyeron mutuamente la responsabilidad de lo que pueda ocurrir al convoy de ayuda, y de las consecuencias de esto.
El ministerio ucraniano de Asuntos Exteriores denunció “las violaciones flagrantes del derecho internacional y de la inviolabilidad de las fronteras”, y dijo temer “provocaciones deliberadas”.
Poco antes de que los camiones alcanzaran la frontera, el ministerio ruso de Exteriores había considerado que se habían agotado “los pretextos” de Kiev para “retrasar el envío” de su ayuda humanitaria a las poblaciones del este de Ucrania, tras más de una semana esperando en Rusia junto a la frontera ucraniana.
El convoy ruso ha sido objeto de disputas durante días, ante el temor de Ucrania y varios países occidentales de que la ayuda humanitaria pudiera ser una excusa para reforzar a la insurgencia prorrusa en el este de Ucrania.
“Ucrania y varios países occidentales temen de que la ayuda humanitaria puda ser una excusa para reforzar a la insurgencia prorrusa”
Moscú asegura que el convoy, que lleva 1.800 toneladas de ayuda humanitaria, se dirige a Lugansk.
Lugansk es uno de los principales bastiones separatistas del este de Ucrania, rodeado y asediado por el ejército ucraniano y donde las autoridades locales han denunciado en varias ocasiones una situación “crítica” tras casi tres semanas sin electricidad, agua corriente o red telefónica.
De los alrededor de 300 camiones que componen el convoy, casi cien habían cruzado la frontera a las 09H30 GMT, según Paul Ricard, un observador de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en el terreno, que precisó que solo 34 de ellos habían sido revisados desde el jueves.
El servicio fronterizo ucraniano dijo que sus agentes estaban “bloqueados” en el puesto de control ruso mientras los camiones entraban en suelo ucraniano, lo que supone una violación de los acuerdos.
Y según la cancillería de Ucrania, “ni la parte ucraniana ni la Cruz Roja saben lo que se encuentra en el interior de los camiones”.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo que sus representantes no están acompañando al convoy humanitario ruso ya que no recibieron “suficientes garantías de seguridad”.
“No formamos parte del convoy de ninguna manera“, dijo a la AFP la portavoz del CICR Victoria Zotikova desde Moscú.
Rusia, por el contrario, dijo que “se habían dado todas las garantías indispensables”.
Intensos bombardeos en Donetsk
Tras cuatro meses de combates, que han costado la vida a unas 2.200 personas, las fuerzas ucranianas han logrado avances sobre el terreno.
La ofensiva del ejército continuaba este viernes, y los servicios de prensa de la operación militar anunciaron que habían causado “considerables pérdidas a los enemigos“.
Kiev también anunció este viernes que los insurgentes prorrusos habían derribado un helicóptero ucraniano cerca de Lugansk el miércoles, y que los dos miembros de su tripulación habían muerto.
En el principal bastión de los separatistas, Donetsk, los intensos bombardeos volvieron a golpear los alrededores de la ciudad durante la noche, provocando daños en varias casas y en la red eléctrica, según la alcaldía.
En el frente diplomático, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, prometió el jueves “hablar de paz” con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la cumbre regional que tendrá lugar el próximo martes en Misnk con presencia de representantes de la Unión Europea.
Antes de eso, la canciller alemana, Angela Merkel, tiene previsto visitar Ucrania el sábado.
Kiev acusó este viernes a Moscú de invadir su territorio, después de que Rusia introdujera sin su permiso en el este de Ucrania parte de su convoy humanitario, al que la Cruz Roja no acompaña por falta de “garantías de seguridad”.
“Decimos que se trata de una invasión directa“, dijo el jefe de los servicios de seguridad ucranianos, Valentin Nalivaichenko, citado por la agencia ucraniana Interfax.
Kiev y Moscú se atribuyeron mutuamente la responsabilidad de lo que pueda ocurrir al convoy de ayuda, y de las consecuencias de esto.
El ministerio ucraniano de Asuntos Exteriores denunció “las violaciones flagrantes del derecho internacional y de la inviolabilidad de las fronteras”, y dijo temer “provocaciones deliberadas”.
Poco antes de que los camiones alcanzaran la frontera, el ministerio ruso de Exteriores había considerado que se habían agotado “los pretextos” de Kiev para “retrasar el envío” de su ayuda humanitaria a las poblaciones del este de Ucrania, tras más de una semana esperando en Rusia junto a la frontera ucraniana.
El convoy ruso ha sido objeto de disputas durante días, ante el temor de Ucrania y varios países occidentales de que la ayuda humanitaria pudiera ser una excusa para reforzar a la insurgencia prorrusa en el este de Ucrania.
“Ucrania y varios países occidentales temen de que la ayuda humanitaria puda ser una excusa para reforzar a la insurgencia prorrusa”
Moscú asegura que el convoy, que lleva 1.800 toneladas de ayuda humanitaria, se dirige a Lugansk.
Lugansk es uno de los principales bastiones separatistas del este de Ucrania, rodeado y asediado por el ejército ucraniano y donde las autoridades locales han denunciado en varias ocasiones una situación “crítica” tras casi tres semanas sin electricidad, agua corriente o red telefónica.
De los alrededor de 300 camiones que componen el convoy, casi cien habían cruzado la frontera a las 09H30 GMT, según Paul Ricard, un observador de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en el terreno, que precisó que solo 34 de ellos habían sido revisados desde el jueves.
El servicio fronterizo ucraniano dijo que sus agentes estaban “bloqueados” en el puesto de control ruso mientras los camiones entraban en suelo ucraniano, lo que supone una violación de los acuerdos.
Y según la cancillería de Ucrania, “ni la parte ucraniana ni la Cruz Roja saben lo que se encuentra en el interior de los camiones”.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo que sus representantes no están acompañando al convoy humanitario ruso ya que no recibieron “suficientes garantías de seguridad”.
“No formamos parte del convoy de ninguna manera“, dijo a la AFP la portavoz del CICR Victoria Zotikova desde Moscú.
Rusia, por el contrario, dijo que “se habían dado todas las garantías indispensables”.
Intensos bombardeos en Donetsk
Tras cuatro meses de combates, que han costado la vida a unas 2.200 personas, las fuerzas ucranianas han logrado avances sobre el terreno.
La ofensiva del ejército continuaba este viernes, y los servicios de prensa de la operación militar anunciaron que habían causado “considerables pérdidas a los enemigos“.
Kiev también anunció este viernes que los insurgentes prorrusos habían derribado un helicóptero ucraniano cerca de Lugansk el miércoles, y que los dos miembros de su tripulación habían muerto.
En el principal bastión de los separatistas, Donetsk, los intensos bombardeos volvieron a golpear los alrededores de la ciudad durante la noche, provocando daños en varias casas y en la red eléctrica, según la alcaldía.
En el frente diplomático, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, prometió el jueves “hablar de paz” con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la cumbre regional que tendrá lugar el próximo martes en Misnk con presencia de representantes de la Unión Europea.
Antes de eso, la canciller alemana, Angela Merkel, tiene previsto visitar Ucrania el sábado.