HRW denuncia que fuerzas israelíes atacaron "deliberadamente" a civiles que huían en Gaza
Madrid, EP
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes que las fuerzas israelíes en la región de Juzaa, en el sur de la Franja de Gaza, han "violado", las leyes de la guerra con "ataques deliberados" a civiles a los que, han disparado y matado, entre los días 23 y 25 de julio de este año.
Según ha afirmado la organización, siete civiles que abandonaron la provincia han denunciado los "graves peligros" a los que se enfrentaron cuando trataban de ponerse a salvo en Jan Yunis.
Entre los supuestos ataques descritos figuran "el bombardeo repetido sobre estructuras aparentemente civiles, la falta de acceso a la ayuda médica necesaria y la amenaza de ser atacados por las fuerzas israelíes en caso de intentar abandonar el lugar".
La directora para el Oriente Próximo de HRW, Sarah Leah Whitson, se ha preguntado cuándo habrá justicia para los civiles que, después de "sufrir bombardeos durante días, sufrieron los ataques de fuerzas israelíes después de que se les ordenase abandonar la ciudad".
Según los medios israelíes, Juzaa fue escenario de enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y los grupos armados palestinos el día 23 de julio, dos días después de que, al parecer, el Ejército avisase a los ciudadanos para abandonar la ciudad.
HRW explica que los ataques sobre civiles que no participan en los enfrentamientos son considerados crímenes de guerra y que el hecho de que los civiles no hagan caso de los avisos de las Fuerzas Armadas "no les convierte en blancos legítimos del ataque". Además, ha añadido que muchos civiles no huyen debido a "enfermedades, miedo o la falta de un lugar al que ir", entre otras razones.
"La permanencia de dichos civiles en el lugar pese a los avisos para que huyan no pueden ser ignorada cuando se llevan a cabo los ataques", ha añadido la organización. "Atacarles deliberadamente (a los civiles) es un crimen de guerra", ha añadido Whitson.
HRW ha investigado varios incidentes sucedidos entre el día 23 y 25 de julio, en los que, según los residentes del lugar, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra los civiles que intentaban huir de la zona. Según los testigos, no había ningún combatiente palestino ni había tiroteos en el momento de los hechos.
LOS CASOS
Según ha informado la ONG, en la mañana del 23 de julio, el Ejército ordenó a un grupo de unos 100 palestinos en Juzaa que abandonasen una casa en la que se habían refugiado. Según miembros de la familia, el primer hombre en salir de la casa, Shahid Al Najjar, tenía levantadas sus manos pero un soldado israelí le disparó en la mandíbula, hiriéndole de gravedad.
Los hombres y niños mayores de quince años fueron detenidos cerca de la valla fronteriza, mientras que algunos fueron llevados a Israel para ser interrogados. Los militares liberaron a pequeños grupos de palestinos y, al parecer, dispararon a uno de estos grupos mientras caminaba desarmado hacia Jan Yunis, matando a uno de ellos e hiriendo a los otros dos.
Según dos testigos, dos hombres más mayores a los que los militares habían detenido cerca de la valla de Gaza, estaban gravemente heridos debido a los recientes bombardeos israelíes y murieron antes de ser liberados. HRW ha explicado que las leyes de la guerra estipulan que los civiles heridos y los combatientes deben de recibir atención médica en la mayor medida en que sea posible y con el menor retraso.
En otro incidente de ese mismo día, los soldados israelíes dispararon contra un grupo de civiles a los que se les había dicho que abandonasen su casa en Khuzaa, matando a Mohammed al Najjar, según un testigo.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha denunciado que el 25 de julio, un voluntario de la Media Luna Roja fue herido mortalmente a causa de un ataque israelí en Juzaa. El Ejército también disparó, aparentemente, a los voluntarios que intentaron rescatarle. Según las leyes de la guerra, ha dicho HRW, los trabajadores sanitarios son civiles que no pueden ser considerados blancos de los ataques.
LA INVESTIGACIÓN
Según HRW, los desplazados en Jan Yunis procedentes de Juzaa consideran que "cientos de personas estaban atrapados y no podían de abandonar la provincia" y han mostrado su preocupación por el abandono de muchos cadáveres en los escombros resultantes de los "intensos" bombardeos israelíes.
La organización no ha podido llevar a cabo una investigación en el lugar debido a que todos los accesos a la ciudad están llenos de "cráteres" producidos por las bombas y a que "no es seguro que las fuerzas israelíes vayan a permitir la entrada".
Finalmente, HRW ha indicado que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, debería recurrir al Tribunal Penal Internacional (TPI) respecto a los delitos cometidos en y desde territorio palestino, "como un paso hacia la reducción de la brecha de la rendición de cuentas por las graves violaciones y para disuadir delitos de violación del Derecho internacional".
"Es aberrante que las fuerzas israelíes estén haciendo las cosas aún peor, violando flagrantemente las leyes de guerra diseñadas para proteger a los civiles", ha dicho Whitson.
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes que las fuerzas israelíes en la región de Juzaa, en el sur de la Franja de Gaza, han "violado", las leyes de la guerra con "ataques deliberados" a civiles a los que, han disparado y matado, entre los días 23 y 25 de julio de este año.
Según ha afirmado la organización, siete civiles que abandonaron la provincia han denunciado los "graves peligros" a los que se enfrentaron cuando trataban de ponerse a salvo en Jan Yunis.
Entre los supuestos ataques descritos figuran "el bombardeo repetido sobre estructuras aparentemente civiles, la falta de acceso a la ayuda médica necesaria y la amenaza de ser atacados por las fuerzas israelíes en caso de intentar abandonar el lugar".
La directora para el Oriente Próximo de HRW, Sarah Leah Whitson, se ha preguntado cuándo habrá justicia para los civiles que, después de "sufrir bombardeos durante días, sufrieron los ataques de fuerzas israelíes después de que se les ordenase abandonar la ciudad".
Según los medios israelíes, Juzaa fue escenario de enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y los grupos armados palestinos el día 23 de julio, dos días después de que, al parecer, el Ejército avisase a los ciudadanos para abandonar la ciudad.
HRW explica que los ataques sobre civiles que no participan en los enfrentamientos son considerados crímenes de guerra y que el hecho de que los civiles no hagan caso de los avisos de las Fuerzas Armadas "no les convierte en blancos legítimos del ataque". Además, ha añadido que muchos civiles no huyen debido a "enfermedades, miedo o la falta de un lugar al que ir", entre otras razones.
"La permanencia de dichos civiles en el lugar pese a los avisos para que huyan no pueden ser ignorada cuando se llevan a cabo los ataques", ha añadido la organización. "Atacarles deliberadamente (a los civiles) es un crimen de guerra", ha añadido Whitson.
HRW ha investigado varios incidentes sucedidos entre el día 23 y 25 de julio, en los que, según los residentes del lugar, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra los civiles que intentaban huir de la zona. Según los testigos, no había ningún combatiente palestino ni había tiroteos en el momento de los hechos.
LOS CASOS
Según ha informado la ONG, en la mañana del 23 de julio, el Ejército ordenó a un grupo de unos 100 palestinos en Juzaa que abandonasen una casa en la que se habían refugiado. Según miembros de la familia, el primer hombre en salir de la casa, Shahid Al Najjar, tenía levantadas sus manos pero un soldado israelí le disparó en la mandíbula, hiriéndole de gravedad.
Los hombres y niños mayores de quince años fueron detenidos cerca de la valla fronteriza, mientras que algunos fueron llevados a Israel para ser interrogados. Los militares liberaron a pequeños grupos de palestinos y, al parecer, dispararon a uno de estos grupos mientras caminaba desarmado hacia Jan Yunis, matando a uno de ellos e hiriendo a los otros dos.
Según dos testigos, dos hombres más mayores a los que los militares habían detenido cerca de la valla de Gaza, estaban gravemente heridos debido a los recientes bombardeos israelíes y murieron antes de ser liberados. HRW ha explicado que las leyes de la guerra estipulan que los civiles heridos y los combatientes deben de recibir atención médica en la mayor medida en que sea posible y con el menor retraso.
En otro incidente de ese mismo día, los soldados israelíes dispararon contra un grupo de civiles a los que se les había dicho que abandonasen su casa en Khuzaa, matando a Mohammed al Najjar, según un testigo.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha denunciado que el 25 de julio, un voluntario de la Media Luna Roja fue herido mortalmente a causa de un ataque israelí en Juzaa. El Ejército también disparó, aparentemente, a los voluntarios que intentaron rescatarle. Según las leyes de la guerra, ha dicho HRW, los trabajadores sanitarios son civiles que no pueden ser considerados blancos de los ataques.
LA INVESTIGACIÓN
Según HRW, los desplazados en Jan Yunis procedentes de Juzaa consideran que "cientos de personas estaban atrapados y no podían de abandonar la provincia" y han mostrado su preocupación por el abandono de muchos cadáveres en los escombros resultantes de los "intensos" bombardeos israelíes.
La organización no ha podido llevar a cabo una investigación en el lugar debido a que todos los accesos a la ciudad están llenos de "cráteres" producidos por las bombas y a que "no es seguro que las fuerzas israelíes vayan a permitir la entrada".
Finalmente, HRW ha indicado que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, debería recurrir al Tribunal Penal Internacional (TPI) respecto a los delitos cometidos en y desde territorio palestino, "como un paso hacia la reducción de la brecha de la rendición de cuentas por las graves violaciones y para disuadir delitos de violación del Derecho internacional".
"Es aberrante que las fuerzas israelíes estén haciendo las cosas aún peor, violando flagrantemente las leyes de guerra diseñadas para proteger a los civiles", ha dicho Whitson.