Al-Maliki pide a fuerzas armadas no intervenir

Bagdad, AP
El primer ministro Nuri al-Maliki pidió el martes a las fuerzas de seguridad abstenerse de inmiscuirse en la crisis política y en cambio concentrarse en la defensa del país.


Por otra parte, un helicóptero iraquí se estrelló cuando trataba de enviar asistencia humanitaria a miembros de la etnia yazidi en el Monte Sinjar, donde huyen de los radicales islamistas, informó el portavoz militar teniente general Qassim al-Musaui.

El helicóptero de fabricación rusa cayó porque demasiadas personas trataron de abordarlo, dijo al-Musaui. El piloto falleció.

Al-Musaui dijo que la parlamentaria Vian Dajil, de la etnia yazidi, estaba a bordo y resultó herida.

El diario New York Times reportó en su cibersitio que su reportera Alissa J. Rubin estaba a bordo y sufrió un golpe en la cabeza y se fracturó las muñecas. El fotógrafo Adam Ferguson también estaba en el aparato pero resultó ileso.

Entretanto continuaba la pugna política. En una declaración colocada en su sitio de internet oficial, al-Maliki dijo que el ejército, la policía y las fuerzas de seguridad deben permanecer fuera del debate político, donde ha surgido una crisis sobre quién debe ser el próximo primer ministro.

El día anterior, el vicepresidente del parlamento Haider al-Abadi fue designado como primer ministro por el presidente Fuad Masum, quien le dio 30 días para formar un gobierno.

Al-Maliki rechazó esa gestión y dijo que violaba la constitución.

Al-Maliki parece cada vez más aislado en su batalla para permanecer en el poder mientras los políticos y la comunidad internacional manifestaban su apoyo a un premier designado que aparecía como una figura de unificación, necesidad apremiante para un país que enfrenta una creciente insurgencia suní.

El secretario de Estado norteamericano John Kerry exhortó al premier designado a que se apresure a formar un gobierno abarcador y dijo que Washington está dispuesto a incrementar significativamente la ayuda en la lucha contra los milicianos del Estado Islámico.

La lucha por el poder en Bagdad se produce en momentos que Irak combate a los milicianos del grupo escindido de al-Qaida en el norte y el oeste. El ataque fulminante del Estado Islámico, que ha tomado grandes territorios en Irak desde junio, se ha convertido en la crisis más grave desde el retiro de las fuerzas estadounidenses en 2011.

Al-Abadi, vicepresidente del parlamento y miembro del partido chií Dawa de al-Maliki, fue designado primer ministro el lunes por el presidente Fuad Masum, quien le dio plazo de 30 días para someter a un nuevo gobierno a la aprobación del legislativo.

El presidente estadounidense Barack Obama dijo que la designación de al-Ibadi era "un paso prometedor" y exhortó a "todos los dirigentes políticos iraquíes a consumar pacíficamente el proceso político".

Pero al-Maliki, en el poder desde hace ocho años, rechazó enérgicamente la designación al insistir que era "contraria a los procedimientos constitucionales" y acusó a Estados Unidos de tomar partido con las fuerzas políticas "que han violado la constitución".

En Sydney, Australia, Kerry dijo el martes que Estados Unidos está "dispuesto a dar su pleno apoyo a un gobierno iraquí nuevo y abarcador".

"Sin duda, estamos dispuestos a considerar opciones políticas, económicas y de seguridad adicionales", dijo el diplomático.

Estados Unidos ya ha incrementado su papel en la lucha por rechazar a los extremistas suníes que amenazan la región autónoma curda en el norte de Irak. Los ataques aéreos estadounidenses han ayudado a los curdos a obtener una de sus primeras victorias luego de semanas de reveses. Altos funcionarios dijeron el lunes que las agencias de inteligencia estadounidenses están armando a los curdos que enfrentan a las milicias.

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