Temen se desate guerra urbana en Ucrania
Kiev, AP
Numerosos insurgentes se despidieron el miércoles de sus familias, que lloraban mientras subían a autobuses con dirección a Rusia y comenzaban a atrincherarse para lo que podría ser la siguiente fase del conflicto en Ucrania: una sangrienta guerra urbana.
Aunque los rebeldes pro rusos en la región oriental han perdido bastante terreno en las últimas semanas y fueron expulsados de su baluarte en Sloviansk, muchos se han reagrupado en Donetsk, una ciudad industrial que tenía una población de un millón de habitantes antes de que, según cálculos, huyeran decenas de miles de personas en las últimas semanas por temor a un sitio del gobierno. Los rebeldes controlan además la ciudad de Lugansk.
A pesar del deseo del gobierno de minimizar las bajas civiles, las fuerzas ucranianas podrían ser arrastradas hacia una guerra extenuante dentro de las ciudades en su campaña para mantener la unidad del país.
"Para responder a esta fase... evidentemente debemos cambiar de táctica", dijo Vazleriy Chaly, jefe adjunto de la administración presidencial, quien se abstuvo de abundar en detalles.
Los insurgentes en Donetsk parecían prepararse para una intensificación de la lucha, ya que sacaron a sus familias de la ciudad.
Un combatiente, que declinó dar su nombre, dijo a The Associated Press que ya sin su esposa e hija joven se quita una preocupación de encima para concentrarse en los combates por venir.
"Para nosotros es más fácil así. Es más fácil pelear. El alma de uno ya no está partida en dos, porque con ellas aquí uno piensa sobre la guerra y la familia, si estarán bien o no", dijo. "Si se sabe que están seguras, es más fácil ir a pelear", apuntó.
El portavoz del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Andrei Lysenko, dijo que en Lugansk los rebeldes dispararon artillería contra efectivos del gobierno mientras tomaban posiciones en zonas residenciales e industriales.
El resultado de esa táctica fue evidente a principios de mes en Sloviansk: las fuerzas ucranianas, al responder al fuego, destruyeron bloques de apartamentos que ocupaban los rebeldes.
Llevar la lucha al corazón de las ciudades que controlan los insurgentes podría implicar un tipo de combate para el que los soldados ucranianos, según diversas opiniones, no están preparados adecuadamente.
"Es una tarea estratégica muy complicada, no sólo en lo que se refiera a táctica, sino también a equipo. Si los rebeldes instalan lanzamisiles en las azoteas de las escuelas, ¿qué haces?", dijo Orysia Lutsevych, investigadora en Chatham House, en Londres.
Matthew Clements, analista de la firma HIS de asesoría en asuntos de seguridad, opinó que Ucrania podría, en lugar de ingresar en Donetsk y Lugansk, cercar las ciudades, "cortar el suministro de combatientes y equipo a los separatistas, y emprender operaciones graduales contra las ciudades y suburbios en un intento para desgastar a los separatistas".
Numerosos insurgentes se despidieron el miércoles de sus familias, que lloraban mientras subían a autobuses con dirección a Rusia y comenzaban a atrincherarse para lo que podría ser la siguiente fase del conflicto en Ucrania: una sangrienta guerra urbana.
Aunque los rebeldes pro rusos en la región oriental han perdido bastante terreno en las últimas semanas y fueron expulsados de su baluarte en Sloviansk, muchos se han reagrupado en Donetsk, una ciudad industrial que tenía una población de un millón de habitantes antes de que, según cálculos, huyeran decenas de miles de personas en las últimas semanas por temor a un sitio del gobierno. Los rebeldes controlan además la ciudad de Lugansk.
A pesar del deseo del gobierno de minimizar las bajas civiles, las fuerzas ucranianas podrían ser arrastradas hacia una guerra extenuante dentro de las ciudades en su campaña para mantener la unidad del país.
"Para responder a esta fase... evidentemente debemos cambiar de táctica", dijo Vazleriy Chaly, jefe adjunto de la administración presidencial, quien se abstuvo de abundar en detalles.
Los insurgentes en Donetsk parecían prepararse para una intensificación de la lucha, ya que sacaron a sus familias de la ciudad.
Un combatiente, que declinó dar su nombre, dijo a The Associated Press que ya sin su esposa e hija joven se quita una preocupación de encima para concentrarse en los combates por venir.
"Para nosotros es más fácil así. Es más fácil pelear. El alma de uno ya no está partida en dos, porque con ellas aquí uno piensa sobre la guerra y la familia, si estarán bien o no", dijo. "Si se sabe que están seguras, es más fácil ir a pelear", apuntó.
El portavoz del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Andrei Lysenko, dijo que en Lugansk los rebeldes dispararon artillería contra efectivos del gobierno mientras tomaban posiciones en zonas residenciales e industriales.
El resultado de esa táctica fue evidente a principios de mes en Sloviansk: las fuerzas ucranianas, al responder al fuego, destruyeron bloques de apartamentos que ocupaban los rebeldes.
Llevar la lucha al corazón de las ciudades que controlan los insurgentes podría implicar un tipo de combate para el que los soldados ucranianos, según diversas opiniones, no están preparados adecuadamente.
"Es una tarea estratégica muy complicada, no sólo en lo que se refiera a táctica, sino también a equipo. Si los rebeldes instalan lanzamisiles en las azoteas de las escuelas, ¿qué haces?", dijo Orysia Lutsevych, investigadora en Chatham House, en Londres.
Matthew Clements, analista de la firma HIS de asesoría en asuntos de seguridad, opinó que Ucrania podría, en lugar de ingresar en Donetsk y Lugansk, cercar las ciudades, "cortar el suministro de combatientes y equipo a los separatistas, y emprender operaciones graduales contra las ciudades y suburbios en un intento para desgastar a los separatistas".