Los curdos iraquíes anuncian boicot al gobierno
Bagdad, AP
El bloque político curdo en Irak ha anunciado que retirará a sus ministros del gabinete y suspenderá su participación en el gobierno del asediado primer ministro Nuri al-Maliki, señalando que ha sido incapaz de detener la ofensiva de los insurgentes sunís.
En la víspera, al-Maliki dijo que la región semiautónoma curda en el norte de Irak servía de refugio a los milicianos sunís que han tomado buena parte del país. El primer ministro no fundamentó su acusación, que los curdos rechazaron.
El viceprimer ministro Roz Nuri Shawez, el funcionario curdo de mayor nivel en el gobierno, dijo a la prensa el jueves que "semejantes declaraciones buscan ocultar el gran fiasco de la seguridad al transferir la culpa a otros. Anunciamos nuestro boicot de las reuniones de gabinete".
Los curdos también dirigen los ministerios de asuntos exteriores, comercio, salud e inmigración y desplazamiento.
La medida es en gran medida simbólica, ya que en el pasado el gobierno siguió funcionando tras el retiro de los ministros sunís. Pero pone de manifiesto la brecha creciente entre el primer ministro y los curdos.
La presidencia de la región autónoma curda dijo que al-Maliki "se ha vuelto histérico y perdido el equilibrio".
"Hace todo lo posible para justificar sus fracasos y culpar a otros por esos fracasos", dijo la presidencia curda en un comunicado en su sitio de internet. Acusó al primer ministro de destruir el país y exigió su renuncia.
Los rivales de al-Maliki e incluso algunos antiguos aliados lo acusan de acentuar la crisis en lugar de promover la reconciliación con la minoría suní, que sostiene que la tratan como ciudadanos de segunda categoría.
Al-Maliki, cuyo bloque Estado de Derecho ganó la mayoría en el parlamento en las elecciones de abril, se ha negado a renunciar, y por el contrario, ha dicho que se postulará a un tercer período consecutivo al frente del gobierno.
El bloque político curdo en Irak ha anunciado que retirará a sus ministros del gabinete y suspenderá su participación en el gobierno del asediado primer ministro Nuri al-Maliki, señalando que ha sido incapaz de detener la ofensiva de los insurgentes sunís.
En la víspera, al-Maliki dijo que la región semiautónoma curda en el norte de Irak servía de refugio a los milicianos sunís que han tomado buena parte del país. El primer ministro no fundamentó su acusación, que los curdos rechazaron.
El viceprimer ministro Roz Nuri Shawez, el funcionario curdo de mayor nivel en el gobierno, dijo a la prensa el jueves que "semejantes declaraciones buscan ocultar el gran fiasco de la seguridad al transferir la culpa a otros. Anunciamos nuestro boicot de las reuniones de gabinete".
Los curdos también dirigen los ministerios de asuntos exteriores, comercio, salud e inmigración y desplazamiento.
La medida es en gran medida simbólica, ya que en el pasado el gobierno siguió funcionando tras el retiro de los ministros sunís. Pero pone de manifiesto la brecha creciente entre el primer ministro y los curdos.
La presidencia de la región autónoma curda dijo que al-Maliki "se ha vuelto histérico y perdido el equilibrio".
"Hace todo lo posible para justificar sus fracasos y culpar a otros por esos fracasos", dijo la presidencia curda en un comunicado en su sitio de internet. Acusó al primer ministro de destruir el país y exigió su renuncia.
Los rivales de al-Maliki e incluso algunos antiguos aliados lo acusan de acentuar la crisis en lugar de promover la reconciliación con la minoría suní, que sostiene que la tratan como ciudadanos de segunda categoría.
Al-Maliki, cuyo bloque Estado de Derecho ganó la mayoría en el parlamento en las elecciones de abril, se ha negado a renunciar, y por el contrario, ha dicho que se postulará a un tercer período consecutivo al frente del gobierno.