La guerra en Gaza atrapa a los árabes israelíes

Tira, AP
Enfrentados a la amenaza del fuego de cohetes al igual que el resto de Israel, los vecinos de una localidad árabe en el centro del país se han visto atrapados entre sus vecinos judíos y sus pares palestinos, que mueren en la Franja de Gaza.


Los habitantes de Tira, una localidad de unas 25.000 personas conocida por sus estrechas relaciones con las comunidades judías vecinas, tienen amigos judíos, hablan hebreo con fluidez y están muy integrados en la sociedad israelí. Pero con parientes en Gaza y Cisjordania, también empatizan con los palestinos.

Esa lucha interna resulta especialmente dura en momentos de violencia, y las tensiones han subido desde que comenzó la última ronda de combates entre Israel y Hamas el 8 de julio.

"Los judíos nos ven como árabes y los árabes nos ven como judíos", comentó Ahmad Nasser, de 21 años. "Estamos en medio".

Los mercados de Tira suelen estar abarrotados de compradores israelíes los fines de semana. Pero el negocio ha bajado mucho desde que comenzó el conflicto, quizá porque las relaciones entre árabes e israelíes se han agriado o quizá porque simplemente nadie tiene ganas de salir en momentos como estos, comentó Mohamed Abdulchai, de 52 años. La guerra ha sido mala para los negocios, dijo, y todos comparten el miedo a los cohetes.

"El cohete no sabe si eres árabe o judío", señaló.

Las localidades árabes son tan vulnerables como las judías, o quizá más porque tienen menos medios de protección. De los tres civiles muertos por cohetes desde que comenzó la guerra, uno era judío, otro era árabe y otro un trabajador tailandés.

Los árabes suponen en torno al 20 por ciento de los 8 millones de habitantes de Israel, y a diferencia de los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, tienen derechos como ciudadanos. Pero a menudo se quejan de ser tratados como ciudadanos se segunda. La mayoría no cumple el servicio militar obligatorio para los judíos, y muchos judíos les consideran desleales por simpatizar con los enemigos del país.

Más de 1.000 palestinos, la mayoría civiles, han muerto en los 19 días de operación militar y más de 6.000 resultaron heridos, según el responsable sanitario palestino Ashraf al-Kidra. Los ataques israelíes han destruido cientos de viviendas y obligado a huir a decenas de miles de personas, según grupos humanitarios palestinos.

Mohamed Hamed Abed dijo que estar preocupado tanto por la seguridad de un amigo israelí llamado a la reserva como por los palestinos que viven en Gaza. Él se siente parte de Israel, e igualmente amenazado por el fuego de cohetes desde Gaza. Sin embargo, el joven de 27 años dijo que a diferencia de algunos árabes que se sienten más cercanos a la postura israelí, él no puede aceptar el alarmante número de niños muertos y culpó a Israel de la situación.

Por su parte, Jafar Farah, director de Mossawa, un centro de defensa de los ciudadanos árabes en Israel, dijo que los árabes israelíes lo están pasando especialmente mal porque pueden ver el sufrimiento y el creciente extremismo en ambos bandos.

"Lo que está haciendo el ejército en Gaza es sólo crear más enemigos", dijo. "No nos identificamos con Hamas, sino con el pueblo palestino".

Farah señaló que israelíes y palestinos tienen que aprender a vivir juntos, y que cuando acaben las muertes volverán a la única fórmula que puede funcionar, el fin de la ocupación y dos estados viviendo lado a lado en paz y prosperidad.

"No quiero que mis vecinos judíos vivan en el miedo, en la tristeza y en la guerra", dijo. "No quiero que Hamas dispare cohetes y no quiero ver gente muerta en Gaza".

"Nosotros somos los normales aquí, y nuestro mensaje es que detengan todo esto", añadió.

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