Israel llama a 16.000 reservistas más para completar la ofensiva en Gaza
La Casa Blanca ve “totalmente inaceptable” el ataque a la escuela
Juan Gómez / Carmen Rengel
Gaza / Jerusalén, El País
La ofensiva militar en Gaza cumplió este jueves 23 días sin visos tangibles de que el final esté próximo. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó su firme decisión de “completar la misión [destruir los túneles construidos por Hamás bajo la frontera], con o sin alto el fuego”. Lo advirtió al inicio de la reunión con su Gabinete, en un alegato en el que garantizó que el Ejército podrá “completar el trabajo” porque es “importante para la seguridad de los ciudadanos”.
Ante sus ministros, Netanyahu se felicitó por los “duros golpes” que, dijo, está recibiendo la infraestructura del grupo islamista Hamás [al que la UE y EE UU consideran formación terrorista], con “miles” de objetivos destrozados —4.100, según fuentes militares—, como cuarteles generales, silos de armas o lanzaderas de cohetes, y “cientos” de “terroristas” muertos. Serían unas 300 de los más de 1.400 víctimas palestinas. Más del 75% de ellas eran civiles, según la ONU, y más de 340, niños, según fuentes palestinas. A sus militares, Netanyahu les instó a atacar “con toda su fuerza” para prevenir secuestros y asesinatos. A última hora del jueves, el ejército israelí anunció la muerte de cinco de sus miembros.
El primer ministro, templando a los más optimistas, reconoció que “no hay 100% de garantías” de que todos los túneles acaben inutilizados y tapados, pese al “impresionante” trabajo de su Ejército. Y también lanzó un mensaje a los críticos de su Gobierno, esa “minoría” de ultraderecha que pide más mano dura en Gaza. “Os digo que no hagáis daño a la unidad especial que tenemos. Medid vuestras palabras y cuidad vuestras obras (…) En este momento, la nación espera que nosotros, especialmente los ministros, nos unamos tras un mismo objetivo”.
De momento, este jueves se aprobó la llamada a filas de 16.000 reservistas más, que en Defensa se explica no como una profundización en la ofensiva sino como una “medida lógica para dar relevo” a los que llevan batallando desde hace 24 días. El reclutamiento disponible de esta Operación Margen Protector, con 86.000 efectivos, supera ya en 20.000 al que se llevó a cabo en la guerra de Líbano en 2006, según las estadísticas del Ministerio de Defensa. En esta contienda ya se ha pedido la incorporación efectiva del 81% de los reservistas convocados. Israel dispone de otros 180.000 soldados profesionales.
El grupo islamista Hamás publicó este jueves varias declaraciones triunfalistas sobre la invasión israelí de Gaza. Israel redujo la intensidad de sus ataques durante el día para recrudecerlos al anochecer. Mientras, la situación humanitaria de los palestinos se deteriora a ojos vista. En las 85 escuelas de la ONU habilitadas como refugios están comenzando a extenderse brotes infecciosos. Falta agua y el suministro eléctrico no basta para las bombas y las depuradoras. Los bombardeos han afectado a alguno de esos refugios, como el de Yabalia, donde el miércoles murió una quincena de civiles. La Casa Blanca calificó este jueves ese ataque de “totalmente inaceptable y totalmente indefendible”, según el portavoz Josh Earnest, que añadió que Israel debe hacer más para proteger a civiles inocentes.
La destrucción y la intensidad de los ataques está sorprendiendo a los habitantes de Gaza, donde Israel combina bombardeos de alta precisión, muchos de ellos desde drones (aviones no tripulados), con largas embestidas de artillería en zonas densamente pobladas. La capacidad de las Fuerzas Armadas israelíes es abrumadoramente superior a la de las milicias palestinas, que sin embargo les han infligido más bajas que en las dos campañas militares anteriores. Del lado israelí han muerto ya en esta operación, además de tres civiles, 56 soldados, frente a 10 en la de 2008 y 2 en la de 2012. Las milicias palestinas han perfeccionado la construcción y el uso militar de los túneles para hostigar a las fuerzas israelíes. Combinan esta guerrilla con el disparo de cohetes hacia Israel.
Sami Turgeman, general responsable del sector de Gaza, explica que la ofensiva contra los túneles puede acabar “en unos días”, unas palabras que suscitan la incógnita sobre los pasos que Israel pretende dar en las próximas horas. En el Ejército hay incertidumbre sobre lo que va a ocurrir, qué orden van a recibir, si la de entrar aún más en la Franja, congelar la situación o iniciar un repliegue controlado. Esta última es, hoy, la opción menos probable.
Juan Gómez / Carmen Rengel
Gaza / Jerusalén, El País
La ofensiva militar en Gaza cumplió este jueves 23 días sin visos tangibles de que el final esté próximo. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó su firme decisión de “completar la misión [destruir los túneles construidos por Hamás bajo la frontera], con o sin alto el fuego”. Lo advirtió al inicio de la reunión con su Gabinete, en un alegato en el que garantizó que el Ejército podrá “completar el trabajo” porque es “importante para la seguridad de los ciudadanos”.
Ante sus ministros, Netanyahu se felicitó por los “duros golpes” que, dijo, está recibiendo la infraestructura del grupo islamista Hamás [al que la UE y EE UU consideran formación terrorista], con “miles” de objetivos destrozados —4.100, según fuentes militares—, como cuarteles generales, silos de armas o lanzaderas de cohetes, y “cientos” de “terroristas” muertos. Serían unas 300 de los más de 1.400 víctimas palestinas. Más del 75% de ellas eran civiles, según la ONU, y más de 340, niños, según fuentes palestinas. A sus militares, Netanyahu les instó a atacar “con toda su fuerza” para prevenir secuestros y asesinatos. A última hora del jueves, el ejército israelí anunció la muerte de cinco de sus miembros.
El primer ministro, templando a los más optimistas, reconoció que “no hay 100% de garantías” de que todos los túneles acaben inutilizados y tapados, pese al “impresionante” trabajo de su Ejército. Y también lanzó un mensaje a los críticos de su Gobierno, esa “minoría” de ultraderecha que pide más mano dura en Gaza. “Os digo que no hagáis daño a la unidad especial que tenemos. Medid vuestras palabras y cuidad vuestras obras (…) En este momento, la nación espera que nosotros, especialmente los ministros, nos unamos tras un mismo objetivo”.
De momento, este jueves se aprobó la llamada a filas de 16.000 reservistas más, que en Defensa se explica no como una profundización en la ofensiva sino como una “medida lógica para dar relevo” a los que llevan batallando desde hace 24 días. El reclutamiento disponible de esta Operación Margen Protector, con 86.000 efectivos, supera ya en 20.000 al que se llevó a cabo en la guerra de Líbano en 2006, según las estadísticas del Ministerio de Defensa. En esta contienda ya se ha pedido la incorporación efectiva del 81% de los reservistas convocados. Israel dispone de otros 180.000 soldados profesionales.
El grupo islamista Hamás publicó este jueves varias declaraciones triunfalistas sobre la invasión israelí de Gaza. Israel redujo la intensidad de sus ataques durante el día para recrudecerlos al anochecer. Mientras, la situación humanitaria de los palestinos se deteriora a ojos vista. En las 85 escuelas de la ONU habilitadas como refugios están comenzando a extenderse brotes infecciosos. Falta agua y el suministro eléctrico no basta para las bombas y las depuradoras. Los bombardeos han afectado a alguno de esos refugios, como el de Yabalia, donde el miércoles murió una quincena de civiles. La Casa Blanca calificó este jueves ese ataque de “totalmente inaceptable y totalmente indefendible”, según el portavoz Josh Earnest, que añadió que Israel debe hacer más para proteger a civiles inocentes.
La destrucción y la intensidad de los ataques está sorprendiendo a los habitantes de Gaza, donde Israel combina bombardeos de alta precisión, muchos de ellos desde drones (aviones no tripulados), con largas embestidas de artillería en zonas densamente pobladas. La capacidad de las Fuerzas Armadas israelíes es abrumadoramente superior a la de las milicias palestinas, que sin embargo les han infligido más bajas que en las dos campañas militares anteriores. Del lado israelí han muerto ya en esta operación, además de tres civiles, 56 soldados, frente a 10 en la de 2008 y 2 en la de 2012. Las milicias palestinas han perfeccionado la construcción y el uso militar de los túneles para hostigar a las fuerzas israelíes. Combinan esta guerrilla con el disparo de cohetes hacia Israel.
Sami Turgeman, general responsable del sector de Gaza, explica que la ofensiva contra los túneles puede acabar “en unos días”, unas palabras que suscitan la incógnita sobre los pasos que Israel pretende dar en las próximas horas. En el Ejército hay incertidumbre sobre lo que va a ocurrir, qué orden van a recibir, si la de entrar aún más en la Franja, congelar la situación o iniciar un repliegue controlado. Esta última es, hoy, la opción menos probable.