Irak: Liberan a dirigente suní capturado
Bagdad, AP
Un grupo de hombres armados secuestró y poco después dejó en libertad a un prominente político suní, dijeron las autoridades el sábado, sin que se conozcan ni los autores ni los motivos del hecho.
Riyadh al-Adhadah, presidente del Consejo Provincial de Bagdad, retornó a su casa un día después que fue capturado junto con cuatro de sus guardaespaldas, dijo Ghalib al-Zamili, un miembro del consejo. Los guardaespaldas también fueron dejados en libertad, según un policía que no quiso dar su nombre por no estar autorizado a informar a la prensa.
No estaba en claro por el momento si al-Adhdah fue arrestado por las fuerzas de seguridad o secuestrado. En 2012, al-Adhdah, médico y miembro del Partido Islámico Iraquí, estuvo preso durante ocho meses acusado de terrorismo. Siempre negó los cargos.
El incidente se produce en un momento de crecientes tensiones religiosas. Grupos suníes han tomado amplias extensiones de territorio en el norte y oeste de Irak, mientras que las milicias chiíes se han movilizado para asistir a las abrumadas fuerzas armadas a contraatacar. El primer ministro, el chií Nuri al Maliki, quiere asegurarse un tercer mandato de cuatro años pese a las peticiones generalizadas de que se haga a un lado por la crisis.
Al Maliki comentó la desaparición de al-Adhdah con el suní Salim al-Yaburi, portavoz del Parlamento, en una reunión el sábado. El portavoz describió la desaparición como "un problema", sin aclarar si el líder provincial había sido detenido o secuestrado. Los suníes se quejan desde hace tiempo de que las fuerzas de seguridad les persiguen de forma injusta, y su descontento con el gobierno de al-Maliki está considerado como una causa central de la inestabilidad del país.
Las fuerzas de seguridad dirigidas por Al Maliki han dirigido su atención en el pasado contra políticos suníes de renombre, acusándoles de vínculos con el terrorismo. Poco después de que las últimas tropas estadounidenses se retirasen en 2011, las fuerzas de seguridad intentaron detener al vicepresidente suní Tariq al-Hashemi por cargos de terrorismo, lo que en último término le obligó a huir al exilio en Turquía. Al-Hachesimi, que fue luego condenado a muerte en un juicio en ausencia, ha negado las acusaciones.
Los miembros suníes del gobierno también han sufrido ataques de extremistas islámicos y otros milicianos suníes, que los consideran traidores.
Los consejos provinciales son las más altas de las cuatro categorías de instituciones de gobierno local establecidas en Irak tras la invasión en 2003 dirigida por Estados Unidos, en la que fue derrocado el ex presidente Sadam Husein.
Un grupo de hombres armados secuestró y poco después dejó en libertad a un prominente político suní, dijeron las autoridades el sábado, sin que se conozcan ni los autores ni los motivos del hecho.
Riyadh al-Adhadah, presidente del Consejo Provincial de Bagdad, retornó a su casa un día después que fue capturado junto con cuatro de sus guardaespaldas, dijo Ghalib al-Zamili, un miembro del consejo. Los guardaespaldas también fueron dejados en libertad, según un policía que no quiso dar su nombre por no estar autorizado a informar a la prensa.
No estaba en claro por el momento si al-Adhdah fue arrestado por las fuerzas de seguridad o secuestrado. En 2012, al-Adhdah, médico y miembro del Partido Islámico Iraquí, estuvo preso durante ocho meses acusado de terrorismo. Siempre negó los cargos.
El incidente se produce en un momento de crecientes tensiones religiosas. Grupos suníes han tomado amplias extensiones de territorio en el norte y oeste de Irak, mientras que las milicias chiíes se han movilizado para asistir a las abrumadas fuerzas armadas a contraatacar. El primer ministro, el chií Nuri al Maliki, quiere asegurarse un tercer mandato de cuatro años pese a las peticiones generalizadas de que se haga a un lado por la crisis.
Al Maliki comentó la desaparición de al-Adhdah con el suní Salim al-Yaburi, portavoz del Parlamento, en una reunión el sábado. El portavoz describió la desaparición como "un problema", sin aclarar si el líder provincial había sido detenido o secuestrado. Los suníes se quejan desde hace tiempo de que las fuerzas de seguridad les persiguen de forma injusta, y su descontento con el gobierno de al-Maliki está considerado como una causa central de la inestabilidad del país.
Las fuerzas de seguridad dirigidas por Al Maliki han dirigido su atención en el pasado contra políticos suníes de renombre, acusándoles de vínculos con el terrorismo. Poco después de que las últimas tropas estadounidenses se retirasen en 2011, las fuerzas de seguridad intentaron detener al vicepresidente suní Tariq al-Hashemi por cargos de terrorismo, lo que en último término le obligó a huir al exilio en Turquía. Al-Hachesimi, que fue luego condenado a muerte en un juicio en ausencia, ha negado las acusaciones.
Los miembros suníes del gobierno también han sufrido ataques de extremistas islámicos y otros milicianos suníes, que los consideran traidores.
Los consejos provinciales son las más altas de las cuatro categorías de instituciones de gobierno local establecidas en Irak tras la invasión en 2003 dirigida por Estados Unidos, en la que fue derrocado el ex presidente Sadam Husein.