El plan de alto el fuego egipcio choca con el veto de Hamás
Abbas pide un "alto el fuego inmediato” y la “apertura de las fronteras israelíes” con Gaza
Ismael Monzón
El Cairo, El País
El líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, se marchó este viernes de El Cairo con las manos vacías. Tras una intensa ronda de negociaciones de altos cargos del Gobierno egipcio con las diferentes facciones palestinas, el alto el fuego promocionado parece condenado al fracaso. “Si Hamás hubiera aceptado nuestra propuesta, se habrían salvado decenas de vidas”, aseguró el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, poco antes del inicio de la ofensiva terrestre israelí sobre la franja de Gaza, que Egipto también condenó.
Abbas se reunió con el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, con el que coincidió en seguir adelante con la iniciativa lanzada por El Cairo el lunes. Al término de la cita, ambos emitieron un comunicado conjunto en el que reclamaron un “alto el fuego inmediato” por ambas partes, la “apertura de las fronteras israelíes” con Gaza y la posterior celebración de “una conferencia de donantes”. Al Sisi aceptó también la necesidad de una “protección internacional” del pueblo palestino. En paralelo, Abbas conversó con el representante permanente de Hamás en El Cairo, Musa abu Marzuk, al que le pidió que aceptara el cese de hostilidades que propone Egipto, que debería ir seguido de otra serie de contactos para alcanzar una paz duradera. El movimiento islamista, sin embargo, continúa exigiendo que se alivie el bloqueo a la Franja, se libere presos palestinos y se abra un corredor marítimo para sus pescadores. Las malas relaciones con el Gobierno de Al Sisi, para el que Hamás representa una amenaza a la seguridad de Egipto, provocan que el grupo que controla Gaza recele del intermediario.
Delegación israelí
La delegación israelí en El Cairo —formada por el director de los servicios secretos internos, Yoram Cohen, y el asesor de Netanyahu y hombre de su más absoluta confianza, Isaac Moljo— pareció tenerlo mucho más claro. Tras una fugaz visita a El Cairo, uno de sus miembros filtró a la prensa que habían conseguido firmar un alto el fuego. Aunque esas declaraciones fueron más tarde desmentidas por el propio ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman.
Abbas viajó desde El Cairo a Estambul, donde prosiguió los contactos diplomáticos. Según la agencia Anatolia, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Egipto de “haber bloqueado la ayuda humanitaria a Gaza”, al permitir que el paso fronterizo de Rafah continúe cerrado.
Ismael Monzón
El Cairo, El País
El líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, se marchó este viernes de El Cairo con las manos vacías. Tras una intensa ronda de negociaciones de altos cargos del Gobierno egipcio con las diferentes facciones palestinas, el alto el fuego promocionado parece condenado al fracaso. “Si Hamás hubiera aceptado nuestra propuesta, se habrían salvado decenas de vidas”, aseguró el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, poco antes del inicio de la ofensiva terrestre israelí sobre la franja de Gaza, que Egipto también condenó.
Abbas se reunió con el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, con el que coincidió en seguir adelante con la iniciativa lanzada por El Cairo el lunes. Al término de la cita, ambos emitieron un comunicado conjunto en el que reclamaron un “alto el fuego inmediato” por ambas partes, la “apertura de las fronteras israelíes” con Gaza y la posterior celebración de “una conferencia de donantes”. Al Sisi aceptó también la necesidad de una “protección internacional” del pueblo palestino. En paralelo, Abbas conversó con el representante permanente de Hamás en El Cairo, Musa abu Marzuk, al que le pidió que aceptara el cese de hostilidades que propone Egipto, que debería ir seguido de otra serie de contactos para alcanzar una paz duradera. El movimiento islamista, sin embargo, continúa exigiendo que se alivie el bloqueo a la Franja, se libere presos palestinos y se abra un corredor marítimo para sus pescadores. Las malas relaciones con el Gobierno de Al Sisi, para el que Hamás representa una amenaza a la seguridad de Egipto, provocan que el grupo que controla Gaza recele del intermediario.
Delegación israelí
La delegación israelí en El Cairo —formada por el director de los servicios secretos internos, Yoram Cohen, y el asesor de Netanyahu y hombre de su más absoluta confianza, Isaac Moljo— pareció tenerlo mucho más claro. Tras una fugaz visita a El Cairo, uno de sus miembros filtró a la prensa que habían conseguido firmar un alto el fuego. Aunque esas declaraciones fueron más tarde desmentidas por el propio ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman.
Abbas viajó desde El Cairo a Estambul, donde prosiguió los contactos diplomáticos. Según la agencia Anatolia, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Egipto de “haber bloqueado la ayuda humanitaria a Gaza”, al permitir que el paso fronterizo de Rafah continúe cerrado.