Obama y aliados: Putin enfrenta decisión crucial
París, AP
El presidente Barack Obama y sus aliados de Occidente abrieron un camino el jueves para que Rusia alivie las tensiones en Ucrania, pero explícitamente advirtieron que Moscú podría enfrentar nuevas sanciones en cuestión de semanas si Vladimir Putin no está de acuerdo.
Los líderes, que se reunieron en Bruselas para sostener una cumbre entre países ricos, dijeron que el presidente ruso podría evitar sanciones más duras en parte al reconocer la legitimidad del nuevo gobierno ucraniano y dejar de apoyar una insurgencia en las ciudades del este de Ucrania que se cree es respaldada por el Kremlin. No se mencionó dar marcha atrás a la anexión de la península de Crimea a Rusia, que precipitó la crisis europea.
"Nos encontramos en un punto en el que el señor Putin tiene la oportunidad de volver a alinearse con la ley internacional", dijo Obama durante una conferencia de prensa acompañado con el primer ministro británico David Cameron. Pero Obama agregó que el Occidente "sencillamente no puede permitir la deriva" en Ucrania, donde los insurgentes continúan enfrentándose con las fuerzas del gobierno en las ciudades del este.
Desde Bruselas, Obama y otros líderes viajaron a Francia antes de los eventos que marcan el 70mo aniversario del Día D en Normandía, invasión que abrió el camino para la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.
Esta vez Putin estaba presente. Y Cameron, el presidente francés Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel usaban las conmemoraciones como telón de fondo para sostener reuniones por separado con el mandatario ruso, que llegó a París.
Hollande en particular pareció asumir la responsabilidad diplomática, recibiendo a Putin en el Palacio del Elíseo el jueves por la noche justo después de terminar una cena con Obama en un restaurante en París.
Las intenciones de los líderes de Occidente de reunirse cara a cara con Putin por primera vez desde la anexión de la península de Crimea representan un cambio notable de táctica. Si bien los líderes han hablado con Putin vía telefónica durante la crisis, han evitado reunirse con él en persona y boicotearon la cumbre que habría de sostenerse en Rusia esta semana, eligiendo en su lugar reunirse sin él en Bruselas.
Fue la primera cumbre similar del grupo en dos décadas sin la participación de Rusia.
No estaba previsto que Obama tuviera una reunión formal con Putin, pese a que se espera que ambos tengan contacto en una comida entre líderes el viernes en Normandía. El secretario de Estado John Kerry y el ministro ruso del Exterior Serguéi Lavrov, que se han reunido frecuentemente durante la crisis, charlaron el jueves por la tarde en la capital francesa.
Rusia ha señalado su disposición a un diálogo directo con Poroshenko, el multimillonario magnate de los dulces que prestará juramento el sábado, pero Putin aún debe reconocer formalmente su elección.
Poroshenko reemplaza al presidente Víctor Yanukóvich, cercano a Moscú, que fue expulsado de su cargo hace tres meses por las multitudes en medio de protestas callejeras y acusaciones de corrupción. Desde su derrocamiento, Rusia se ha anexado la península de Crimea en el sur de Ucrania, las regiones orientales de Lugansk y Donetsk han declarado su independencia de Kiev, y el gobierno provisional de Ucrania ha lanzado una ofensiva en el este para aplastar un levantamiento que ha dejado decenas de muertos.
El presidente Barack Obama y sus aliados de Occidente abrieron un camino el jueves para que Rusia alivie las tensiones en Ucrania, pero explícitamente advirtieron que Moscú podría enfrentar nuevas sanciones en cuestión de semanas si Vladimir Putin no está de acuerdo.
Los líderes, que se reunieron en Bruselas para sostener una cumbre entre países ricos, dijeron que el presidente ruso podría evitar sanciones más duras en parte al reconocer la legitimidad del nuevo gobierno ucraniano y dejar de apoyar una insurgencia en las ciudades del este de Ucrania que se cree es respaldada por el Kremlin. No se mencionó dar marcha atrás a la anexión de la península de Crimea a Rusia, que precipitó la crisis europea.
"Nos encontramos en un punto en el que el señor Putin tiene la oportunidad de volver a alinearse con la ley internacional", dijo Obama durante una conferencia de prensa acompañado con el primer ministro británico David Cameron. Pero Obama agregó que el Occidente "sencillamente no puede permitir la deriva" en Ucrania, donde los insurgentes continúan enfrentándose con las fuerzas del gobierno en las ciudades del este.
Desde Bruselas, Obama y otros líderes viajaron a Francia antes de los eventos que marcan el 70mo aniversario del Día D en Normandía, invasión que abrió el camino para la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.
Esta vez Putin estaba presente. Y Cameron, el presidente francés Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel usaban las conmemoraciones como telón de fondo para sostener reuniones por separado con el mandatario ruso, que llegó a París.
Hollande en particular pareció asumir la responsabilidad diplomática, recibiendo a Putin en el Palacio del Elíseo el jueves por la noche justo después de terminar una cena con Obama en un restaurante en París.
Las intenciones de los líderes de Occidente de reunirse cara a cara con Putin por primera vez desde la anexión de la península de Crimea representan un cambio notable de táctica. Si bien los líderes han hablado con Putin vía telefónica durante la crisis, han evitado reunirse con él en persona y boicotearon la cumbre que habría de sostenerse en Rusia esta semana, eligiendo en su lugar reunirse sin él en Bruselas.
Fue la primera cumbre similar del grupo en dos décadas sin la participación de Rusia.
No estaba previsto que Obama tuviera una reunión formal con Putin, pese a que se espera que ambos tengan contacto en una comida entre líderes el viernes en Normandía. El secretario de Estado John Kerry y el ministro ruso del Exterior Serguéi Lavrov, que se han reunido frecuentemente durante la crisis, charlaron el jueves por la tarde en la capital francesa.
Rusia ha señalado su disposición a un diálogo directo con Poroshenko, el multimillonario magnate de los dulces que prestará juramento el sábado, pero Putin aún debe reconocer formalmente su elección.
Poroshenko reemplaza al presidente Víctor Yanukóvich, cercano a Moscú, que fue expulsado de su cargo hace tres meses por las multitudes en medio de protestas callejeras y acusaciones de corrupción. Desde su derrocamiento, Rusia se ha anexado la península de Crimea en el sur de Ucrania, las regiones orientales de Lugansk y Donetsk han declarado su independencia de Kiev, y el gobierno provisional de Ucrania ha lanzado una ofensiva en el este para aplastar un levantamiento que ha dejado decenas de muertos.