Obama: Detenido por Bengasi enfrentará justicia
Washington, AP
El presidente Barack Obama declaró el martes que el miliciano libio capturado y acusado de participar del mortal ataque al consulado en Bengasi, Libia, recibirá todo el peso de la justicia estadounidense.
En un comunicado, el presidente dijo que había autorizado la misión para capturar en Libia a Ahmed Abu Khattala. Es el sospechoso capturado en relación con el ataque, hecho en el que murieron el embajador Christopher Stevens y otros tres estadounidenses.
La captura del miliciano islámico, afirmó Obama, es prueba de la eficacia de las agencias de seguridad de Estados Unidos y de su empeño en hacer todo a su alcance para llevar a justicia a quienes agredan a estadounidenses.
Estados Unidos continuará tratando de localizar a todos los involucrados en el ataque, dijo el mandatario, y añadió que Washington apoyará al pueblo libio en su evolución hacia una democracia.
Horas antes fuentes oficiales habían divulgado que Ahmed Abu Khattala, dirigente en Bengasi del grupo terrorista libio Ansar al-Sharia, será juzgado en una corte estadounidense. No se dio a conocer el lugar donde está retenido.
El año pasado, el gobierno estadounidense formuló cargos contra Khattala y otros ante una corte federal en Washington. Sin embargo, hasta el presente nadie había sido arrestado en conexión con el atentado ocurrido en septiembre de 2012.
Los republicanos han criticado al gobierno por no haber apresado a los responsables.
Según el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, la captura demuestra que Estados Unidos cumple su palabra de llevar a justicia a los responsables.
"La captura de Abu Khattala no es el fin de ese proceso, pero es un hito importante", enfatizó Carney.
Según una fuente oficial, la misión para capturar a Abu Khattala fue planificada desde hace tiempo, y llevada a cabo por fuerzas especiales estadounidenses. La fuente, que pidió no ser identificada, dijo que el operativo fue realizado junto con el FBI.
En el 2012, inmediatamente después del ataque al consulado, estalló un agitado debate político sobre quién tenía la culpa de la falta de medidas de seguridad en la instalación.
El entonces candidato presidencial Mitt Romney y otros de su partido denunciaron que Obama había sido débil ante el terrorismo y que por lo tanto alentó a los grupos hostiles. Sin embargo, muchos estadounidenses aprobaban el desempeño de Obama en ese tema, especialmente por el operativo poco antes en que fuerzas especiales de Estados Unidos mataron a Osama bin Laden en Pakistán.
Los republicanos denunciaban que el gobierno intencionalmente engañó al público al tildar el ataque de Bengasi como una de muchas protestas que estallaron ese día en el mundo islámico por un video estadounidense.
Obama acusaba a los republicanos de tratar de sacarle provecho político a una tragedia nacional, e insiste en que la información sobre las protestas por el video era la más fidedigna que se tenía en ese momento.
El presidente Barack Obama declaró el martes que el miliciano libio capturado y acusado de participar del mortal ataque al consulado en Bengasi, Libia, recibirá todo el peso de la justicia estadounidense.
En un comunicado, el presidente dijo que había autorizado la misión para capturar en Libia a Ahmed Abu Khattala. Es el sospechoso capturado en relación con el ataque, hecho en el que murieron el embajador Christopher Stevens y otros tres estadounidenses.
La captura del miliciano islámico, afirmó Obama, es prueba de la eficacia de las agencias de seguridad de Estados Unidos y de su empeño en hacer todo a su alcance para llevar a justicia a quienes agredan a estadounidenses.
Estados Unidos continuará tratando de localizar a todos los involucrados en el ataque, dijo el mandatario, y añadió que Washington apoyará al pueblo libio en su evolución hacia una democracia.
Horas antes fuentes oficiales habían divulgado que Ahmed Abu Khattala, dirigente en Bengasi del grupo terrorista libio Ansar al-Sharia, será juzgado en una corte estadounidense. No se dio a conocer el lugar donde está retenido.
El año pasado, el gobierno estadounidense formuló cargos contra Khattala y otros ante una corte federal en Washington. Sin embargo, hasta el presente nadie había sido arrestado en conexión con el atentado ocurrido en septiembre de 2012.
Los republicanos han criticado al gobierno por no haber apresado a los responsables.
Según el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, la captura demuestra que Estados Unidos cumple su palabra de llevar a justicia a los responsables.
"La captura de Abu Khattala no es el fin de ese proceso, pero es un hito importante", enfatizó Carney.
Según una fuente oficial, la misión para capturar a Abu Khattala fue planificada desde hace tiempo, y llevada a cabo por fuerzas especiales estadounidenses. La fuente, que pidió no ser identificada, dijo que el operativo fue realizado junto con el FBI.
En el 2012, inmediatamente después del ataque al consulado, estalló un agitado debate político sobre quién tenía la culpa de la falta de medidas de seguridad en la instalación.
El entonces candidato presidencial Mitt Romney y otros de su partido denunciaron que Obama había sido débil ante el terrorismo y que por lo tanto alentó a los grupos hostiles. Sin embargo, muchos estadounidenses aprobaban el desempeño de Obama en ese tema, especialmente por el operativo poco antes en que fuerzas especiales de Estados Unidos mataron a Osama bin Laden en Pakistán.
Los republicanos denunciaban que el gobierno intencionalmente engañó al público al tildar el ataque de Bengasi como una de muchas protestas que estallaron ese día en el mundo islámico por un video estadounidense.
Obama acusaba a los republicanos de tratar de sacarle provecho político a una tragedia nacional, e insiste en que la información sobre las protestas por el video era la más fidedigna que se tenía en ese momento.