Más de 6.000 nigerianos abandonaron sus casas huyendo de Boko Haram
Lagos, EFE
Un total de 6.227 personas se han visto obligadas a abandonar sus comunidades en el estado de Borno, en el norte de Nigeria, durante la última semana para huir de los ataques de Boko Haram, informó hoy la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA).
El portavoz de la NEMA, Ibrahim Abdulkarim, aseguró hoy a los periodistas que el número de desplazados internos aumentará mientras continúan llegando personas a Maiduguri, la capital de este estado nigeriano, considerada relativamente segura.
La mayor parte de los desplazados internos han venido de partes remotas de Borno, cercanas a la frontera con Camerún, donde el grupo terrorista ha desatado el caos en las comunidades locales durante los últimos días.
Otros desplazados se dirigen a otros estados cercanos, como Adamawa y Gombe, para escapar de los ataques de la secta islamista.
NEMA ha proporcionado asistencia a los desplazados internos, que se están refugiando en campamentos provisionales en la ciudad.
Se calcula que en dos meses la secta islámica ha matado a más de 2.000 personas
La comida y la ropa, ropa de cama, así como instalaciones sanitarias móviles son algunas de las principales necesidades de los desplazados internos.
Boko Haram, que mantiene secuestradas a más de 200 niñas desde hace casi dos meses y a otras veinte mujeres desde hace una semana, raptadas también en el norte del país, ha intensificado sus ataques en el interior de Borno y otros lugares desde enero.
Desde entonces, se estima que la secta islámica ha matado a más de 2.000 personas, a pesar de que Borno y otros dos estados, Adamawa y Yobe, están bajo un estado de emergencia desde el pasado mayo.
Boko Haram, que significa en lenguas locales “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer un estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, el grupo terrorista ha asesinado a 12.000 personas y ha herido a otras 8.000, según el Gobierno nigeriano.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.
Un total de 6.227 personas se han visto obligadas a abandonar sus comunidades en el estado de Borno, en el norte de Nigeria, durante la última semana para huir de los ataques de Boko Haram, informó hoy la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA).
El portavoz de la NEMA, Ibrahim Abdulkarim, aseguró hoy a los periodistas que el número de desplazados internos aumentará mientras continúan llegando personas a Maiduguri, la capital de este estado nigeriano, considerada relativamente segura.
La mayor parte de los desplazados internos han venido de partes remotas de Borno, cercanas a la frontera con Camerún, donde el grupo terrorista ha desatado el caos en las comunidades locales durante los últimos días.
Otros desplazados se dirigen a otros estados cercanos, como Adamawa y Gombe, para escapar de los ataques de la secta islamista.
NEMA ha proporcionado asistencia a los desplazados internos, que se están refugiando en campamentos provisionales en la ciudad.
Se calcula que en dos meses la secta islámica ha matado a más de 2.000 personas
La comida y la ropa, ropa de cama, así como instalaciones sanitarias móviles son algunas de las principales necesidades de los desplazados internos.
Boko Haram, que mantiene secuestradas a más de 200 niñas desde hace casi dos meses y a otras veinte mujeres desde hace una semana, raptadas también en el norte del país, ha intensificado sus ataques en el interior de Borno y otros lugares desde enero.
Desde entonces, se estima que la secta islámica ha matado a más de 2.000 personas, a pesar de que Borno y otros dos estados, Adamawa y Yobe, están bajo un estado de emergencia desde el pasado mayo.
Boko Haram, que significa en lenguas locales “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer un estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, el grupo terrorista ha asesinado a 12.000 personas y ha herido a otras 8.000, según el Gobierno nigeriano.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.