El presidente ucranio lleva su plan de paz al Este del país
Petró Poroshenko ofrece la amnistía a los rebeldes prorrusos que depongan las armas
Pilar Bonet
Moscú, El País
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, cumplió la palabra que había dado tras su elección y ha realizado este viernes su primer viaje de trabajo en calidad de jefe del Estado a la provincia de Donetsk, escenario del conflicto armado con los separatistas prorusos. Según informó el servicio de prensa de la presidencia en Kiev, Poroshenko se desplazó al “centro de la operación antiterrorista”, donde un mando militar le rindió cuentas sobre el fin de la operación para defender la frontera con Rusia. El jefe del Estado ordenó un alto el fuego de una semana a las unidades de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y Servicio Guardafronteras. El alto el fuego, precisó, “no significa que no respondamos si son agredidos nuetros militares”. “Estamos dispuestos a defender el territorio de nuestro Estado”, añadió. Posteriormente, el presidente se reunió con ciudadanos en la ciudad de Sviatogorsk (en la región de Donetsk) a los que explicó su plan de paz para la zona.
Antes, altos responsables de la política ucrania habían presentado en Kiev el plan del presidente para abordar el conflicto armado con los separatistas de las regiones del este del país. Integrado por 15 puntos, el documento contempla un alto el fuego, garantías de seguridad para quienes participen en las negociaciones, liberación de rehenes, amnistía para quienes depongan las armas y creación de corredores en la frontera con Rusia para que los separatistas puedan abandonar la zona de conflicto. Asimismo, prevé la creación de un corredor desmilitarizado de diez kilómetros a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania.
El documento fue presentado a los representantes diplomáticos en Kiev por el vicejefe de la administración presidencial, Valeri Chali, que iba acompañado por el nuevo ministro de Exteriores, Pavel Klimkin, y el presidente del Consejo de Seguridad, Valentin Nalivaichenko. El plan es el resultado de las conversaciones mantenidas por los representantes ucranios y rusos en Kiev bajo los auspicios de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), que ha actuado como mediadora, representada por la veterana diplomático suiza Heidi Tagliavini. El jueves por la noche, por segunda vez esta semana, Poroshenko, conversó por teléfono sobre el plan con su colega ruso, Vladímir Putin.
Los representantes ucranianos afirmaron que Poroshenko había tratado el plan con 450 personas procedentes de diversos sectores de Donbás (la cuenca del Don, formada por las provincias de Donetsk y Lugansk) en el curso de dos días, manifestaron fuentes contactadas por teléfono en Kiev. Entre los interlocutores del jefe del Estado, sin embargo, no se cuentan los líderes de los separatistas, que han constituido las denominadas República Popular de Donetsk (RPD) y República Popular de Lugansk (RPL).
En una rueda de prensa en Moscú, Denis Pushilin, que se presentó como el jefe del Soviet Supremo (Parlamento) de la RPD, rechazó el plan de Poroshenko asegurando que éste “dice muchas cosas publicamente, pero no hace nada” y que “no controla la situación”. “Las declaraciones políticas de Poroshenko no son prácticas”, manifestó el líder separatista, que dijo encontrarse en la capital rusa desde el pasado 11 de junio. Dos ayudantes de Pushilin y su guardaespaldas han perecido en atentados recientemente en Donetsk. El líder separatista dijo que las declaraciones de Poroshenko iban por lo general acompañadas de “una escalada de ataques” e insistió en que “se necesita un contingente pacificador para asegurar un corredor por el que se pueda suministrar ayuda humanitaria [en la región]” y que Rusia debe ejercer el “papel de pacificador”. Afirmó también que Ucrania impide la entrada de alimentos y medicamentos procedentes de Rusia en Donetsk e invitó a “no apresurarse” en sus valoraciones a quienes opinan que Putin ha abandonado a los separatistas del Este de Ucrania.
Preguntado sobre el origen de las armas utilizadas por los insurgentes, Pushilin afirmó que se trata de “trofeos”. Sin embargo, en Kiev los altos funcionarios de la administración ucraniana dijeron el viernes que un total de 10 tanques y 26 blindados rusos habían cruzado la frontera en el curso de la noche del jueves al viernes, señalaron medios diplomáticos desde la capital Ucraniana. Los funcionarios ucranianos se refirieron también a los esfuerzos por cerrar un agujero de 90 kilómetros en la frontera con Rusia por la región de Lugansk.
Pilar Bonet
Moscú, El País
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, cumplió la palabra que había dado tras su elección y ha realizado este viernes su primer viaje de trabajo en calidad de jefe del Estado a la provincia de Donetsk, escenario del conflicto armado con los separatistas prorusos. Según informó el servicio de prensa de la presidencia en Kiev, Poroshenko se desplazó al “centro de la operación antiterrorista”, donde un mando militar le rindió cuentas sobre el fin de la operación para defender la frontera con Rusia. El jefe del Estado ordenó un alto el fuego de una semana a las unidades de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y Servicio Guardafronteras. El alto el fuego, precisó, “no significa que no respondamos si son agredidos nuetros militares”. “Estamos dispuestos a defender el territorio de nuestro Estado”, añadió. Posteriormente, el presidente se reunió con ciudadanos en la ciudad de Sviatogorsk (en la región de Donetsk) a los que explicó su plan de paz para la zona.
Antes, altos responsables de la política ucrania habían presentado en Kiev el plan del presidente para abordar el conflicto armado con los separatistas de las regiones del este del país. Integrado por 15 puntos, el documento contempla un alto el fuego, garantías de seguridad para quienes participen en las negociaciones, liberación de rehenes, amnistía para quienes depongan las armas y creación de corredores en la frontera con Rusia para que los separatistas puedan abandonar la zona de conflicto. Asimismo, prevé la creación de un corredor desmilitarizado de diez kilómetros a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania.
El documento fue presentado a los representantes diplomáticos en Kiev por el vicejefe de la administración presidencial, Valeri Chali, que iba acompañado por el nuevo ministro de Exteriores, Pavel Klimkin, y el presidente del Consejo de Seguridad, Valentin Nalivaichenko. El plan es el resultado de las conversaciones mantenidas por los representantes ucranios y rusos en Kiev bajo los auspicios de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), que ha actuado como mediadora, representada por la veterana diplomático suiza Heidi Tagliavini. El jueves por la noche, por segunda vez esta semana, Poroshenko, conversó por teléfono sobre el plan con su colega ruso, Vladímir Putin.
Los representantes ucranianos afirmaron que Poroshenko había tratado el plan con 450 personas procedentes de diversos sectores de Donbás (la cuenca del Don, formada por las provincias de Donetsk y Lugansk) en el curso de dos días, manifestaron fuentes contactadas por teléfono en Kiev. Entre los interlocutores del jefe del Estado, sin embargo, no se cuentan los líderes de los separatistas, que han constituido las denominadas República Popular de Donetsk (RPD) y República Popular de Lugansk (RPL).
En una rueda de prensa en Moscú, Denis Pushilin, que se presentó como el jefe del Soviet Supremo (Parlamento) de la RPD, rechazó el plan de Poroshenko asegurando que éste “dice muchas cosas publicamente, pero no hace nada” y que “no controla la situación”. “Las declaraciones políticas de Poroshenko no son prácticas”, manifestó el líder separatista, que dijo encontrarse en la capital rusa desde el pasado 11 de junio. Dos ayudantes de Pushilin y su guardaespaldas han perecido en atentados recientemente en Donetsk. El líder separatista dijo que las declaraciones de Poroshenko iban por lo general acompañadas de “una escalada de ataques” e insistió en que “se necesita un contingente pacificador para asegurar un corredor por el que se pueda suministrar ayuda humanitaria [en la región]” y que Rusia debe ejercer el “papel de pacificador”. Afirmó también que Ucrania impide la entrada de alimentos y medicamentos procedentes de Rusia en Donetsk e invitó a “no apresurarse” en sus valoraciones a quienes opinan que Putin ha abandonado a los separatistas del Este de Ucrania.
Preguntado sobre el origen de las armas utilizadas por los insurgentes, Pushilin afirmó que se trata de “trofeos”. Sin embargo, en Kiev los altos funcionarios de la administración ucraniana dijeron el viernes que un total de 10 tanques y 26 blindados rusos habían cruzado la frontera en el curso de la noche del jueves al viernes, señalaron medios diplomáticos desde la capital Ucraniana. Los funcionarios ucranianos se refirieron también a los esfuerzos por cerrar un agujero de 90 kilómetros en la frontera con Rusia por la región de Lugansk.