EEUU e Irán: viejos enemigos, socios potenciales
Washington, AP
Es la niebla de la diplomacia. Durante años, Irán ha sido el archienemigo de Estados Unidos. Ahora, con alianzas brumosas en el Oriente Medio, los dos países están hablando de cómo frenar una ofensiva en Irak encabezada por una agrupación inspirada en la red terrorista al-Qaida.
¿Cómo es posible que los adversarios puedan cooperar después de 35 años de desconfianza mutua?
En la guerra civil en Siria, Washington respalda a la oposición; Teherán, al gobierno del presidente Bashar Assad.
Durante tres decenios, Washington ha considerado a Irán un "estado patrocinador del terrorismo". Estados Unidos dice que Teherán financia grupos terroristas anti-Israel y otros extremistas que buscan desestabilizar al Oriente Medio.
Estados Unidos ha amenazado a Irán con represalias militares si fuera capaz de producir armas nucleares.
Pero pese a todas esas diferencias, Washington y Teherán están más involucrados diplomáticamente que en muchos años.
Tras un importante pacto interino el año pasado, Estados Unidos, Irán y otras naciones esperan completar un acuerdo que frenaría el programa nuclear de Irán. Los progresos en las negociaciones nucleares han llevado a funcionarios estadounidenses a explorar si Irán puede ser un socio útil en intereses compartidos, como combatir el extremismo suní y asegurar la estabilidad de Irak.
Irán, como el gobierno iraquí, es chií. El grupo extremista que encabeza la ofensiva armada allí, el Estado Islámico para Irak y el Levante, es suní.
Pero existen temores de que Irán esté tratando de usar su capacidad de ayuda en Irak para conseguir términos más favorables en las conversaciones nucleares.
Esos temores fueron resaltados por declaraciones la semana pasada de Mohamad Nahavandian, jefe de despacho del presidente iraní Hasan Ruhani. Nahavandian indicó que las conversaciones nucleares y la crisis en Irak están vinculadas. El Departamento de Estado rechazó ese vínculo.
"Yo estoy escéptico de que cooperar con Irán — especialmente compartir información delicada de inteligencia — favorezca nuestros intereses", dijo el senador republicano Mitch McConnell, en declaraciones a The Associated Press.
"En realidad, me resulta difícil concebir una cooperación iraní en el nivel que sea que no conduzca a futuras demandas de concesiones para el programa nuclear o que fomente el regreso de milicias y grupos terroristas chiís, lo cual es perjudicial para la solución de enfrentamientos sectarios en Irak", dijo McConnell. "Recuerde que los iraníes se esfuerzan para mantener a Assad en el poder en Siria".
Días atrás, el jefe de gabinete iraní Mohammad Nahavandian insinuó una conexión entre las conversaciones nucleares y la crisis iraquí, algo que el Departamento de Estado rechazó.
El secretario de Estado, John Kerry, en viaje al Oriente Medio este fin de semana para conversaciones sobre la estabilidad de Irak, ha alimentado las menciones de cooperación entre Washington y Teherán. A principios de la semana pasada dijo que el gobierno del presidente Barack Obama estaba abierto a discusiones con Teherán si los iraníes ayudan a poner fin a la violencia en Irak y restaurar la confianza en el gobierno de Bagdad.
Diplomáticos estadounidenses e iraníes hablaron sobre Irak al margen de las negociaciones nucleares en Viena. Funcionarios estadounidenses han rechazado la cooperación militar con Irán, y hasta el momento, de acuerdo con fuentes legislativas, el Congreso entiende que no se ha realizado un acuerdo para compartir información.
Es la niebla de la diplomacia. Durante años, Irán ha sido el archienemigo de Estados Unidos. Ahora, con alianzas brumosas en el Oriente Medio, los dos países están hablando de cómo frenar una ofensiva en Irak encabezada por una agrupación inspirada en la red terrorista al-Qaida.
¿Cómo es posible que los adversarios puedan cooperar después de 35 años de desconfianza mutua?
En la guerra civil en Siria, Washington respalda a la oposición; Teherán, al gobierno del presidente Bashar Assad.
Durante tres decenios, Washington ha considerado a Irán un "estado patrocinador del terrorismo". Estados Unidos dice que Teherán financia grupos terroristas anti-Israel y otros extremistas que buscan desestabilizar al Oriente Medio.
Estados Unidos ha amenazado a Irán con represalias militares si fuera capaz de producir armas nucleares.
Pero pese a todas esas diferencias, Washington y Teherán están más involucrados diplomáticamente que en muchos años.
Tras un importante pacto interino el año pasado, Estados Unidos, Irán y otras naciones esperan completar un acuerdo que frenaría el programa nuclear de Irán. Los progresos en las negociaciones nucleares han llevado a funcionarios estadounidenses a explorar si Irán puede ser un socio útil en intereses compartidos, como combatir el extremismo suní y asegurar la estabilidad de Irak.
Irán, como el gobierno iraquí, es chií. El grupo extremista que encabeza la ofensiva armada allí, el Estado Islámico para Irak y el Levante, es suní.
Pero existen temores de que Irán esté tratando de usar su capacidad de ayuda en Irak para conseguir términos más favorables en las conversaciones nucleares.
Esos temores fueron resaltados por declaraciones la semana pasada de Mohamad Nahavandian, jefe de despacho del presidente iraní Hasan Ruhani. Nahavandian indicó que las conversaciones nucleares y la crisis en Irak están vinculadas. El Departamento de Estado rechazó ese vínculo.
"Yo estoy escéptico de que cooperar con Irán — especialmente compartir información delicada de inteligencia — favorezca nuestros intereses", dijo el senador republicano Mitch McConnell, en declaraciones a The Associated Press.
"En realidad, me resulta difícil concebir una cooperación iraní en el nivel que sea que no conduzca a futuras demandas de concesiones para el programa nuclear o que fomente el regreso de milicias y grupos terroristas chiís, lo cual es perjudicial para la solución de enfrentamientos sectarios en Irak", dijo McConnell. "Recuerde que los iraníes se esfuerzan para mantener a Assad en el poder en Siria".
Días atrás, el jefe de gabinete iraní Mohammad Nahavandian insinuó una conexión entre las conversaciones nucleares y la crisis iraquí, algo que el Departamento de Estado rechazó.
El secretario de Estado, John Kerry, en viaje al Oriente Medio este fin de semana para conversaciones sobre la estabilidad de Irak, ha alimentado las menciones de cooperación entre Washington y Teherán. A principios de la semana pasada dijo que el gobierno del presidente Barack Obama estaba abierto a discusiones con Teherán si los iraníes ayudan a poner fin a la violencia en Irak y restaurar la confianza en el gobierno de Bagdad.
Diplomáticos estadounidenses e iraníes hablaron sobre Irak al margen de las negociaciones nucleares en Viena. Funcionarios estadounidenses han rechazado la cooperación militar con Irán, y hasta el momento, de acuerdo con fuentes legislativas, el Congreso entiende que no se ha realizado un acuerdo para compartir información.