Despliegue estratégico: EE UU envía tropas a Irak en misión de seguridad
Washington, AFP
Casi 300 soldados estadounidenses se están desplegando dentro y alrededor de Irak para ayudar a asegurar activos estadounidenses, mientras el presidente de EE.UU., Barack Obama, sopesa qué opciones tomar para combatir la rápida insurgencia iraquí, y que podrían incluir ataques aéreos o un contingente de tropas especiales.
Además, Estados Unidos e Irán celebraron una conversación preliminar sobre cómo pueden cooperar estos viejos enemigos para hacer frente a la amenaza de los grupos armados vinculados a al Qaida que están avanzando por Irak. La Casa Blanca descartó la posibilidad de que Washington y Teherán pudieran coordinar operaciones militares en Irak.
Obama se reunió el lunes con su equipo de seguridad nacional para estudiar alternativas para frenar a los milicianos del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). Fuentes del gobierno señalaron que el presidente no ha tomado ninguna decisión final sobre lo agresivo que puede ser Estados Unidos en Irak, aunque la Casa Blanca sigue insistiendo en que cualquier campaña militar depende de que el gobierno en Bagdad haga reformas políticas.
Sin embargo, había indicios evidentes del regreso de los estadounidenses a un país del que el ejército de EE.UU. se retiró hace más de dos años. Obama ha notificado al Congreso que desplazará hasta 275 efectivos a Irak para ofrecer apoyo y seguridad para el personal estadounidense y la embajada estadounidense en Bagdad.
Los soldados, de los que 170 ya han llegado a Irak, iban armados para combate, aunque Obama ha insistido en que su intención no es que las tropas de EE.UU. participen en enfrentamientos directos.
Otros 100 soldados se colocarán en espera, probablemente en Kuwait, y podrían emplearse para gestión de aeropuertos, seguridad y apoyo logístico, según fuentes oficiales.
Por otro lado, tres fuentes de EE.UU. señalaron que la Casa Blanca está considerando enviar un contingente de fuerzas especiales a Irak. Esa misión limitada, que aún no se ha aprobado, se centraría en asesorar a las abrumados soldados iraquíes, muchos de los cuales han huido de sus puestos en el norte y el oeste del país ante el avance de la insurgencia, en la mayor amenaza a la que se enfrenta el país desde la marcha de las tropas estadounidenses en 2011.
Casi 300 soldados estadounidenses se están desplegando dentro y alrededor de Irak para ayudar a asegurar activos estadounidenses, mientras el presidente de EE.UU., Barack Obama, sopesa qué opciones tomar para combatir la rápida insurgencia iraquí, y que podrían incluir ataques aéreos o un contingente de tropas especiales.
Además, Estados Unidos e Irán celebraron una conversación preliminar sobre cómo pueden cooperar estos viejos enemigos para hacer frente a la amenaza de los grupos armados vinculados a al Qaida que están avanzando por Irak. La Casa Blanca descartó la posibilidad de que Washington y Teherán pudieran coordinar operaciones militares en Irak.
Obama se reunió el lunes con su equipo de seguridad nacional para estudiar alternativas para frenar a los milicianos del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). Fuentes del gobierno señalaron que el presidente no ha tomado ninguna decisión final sobre lo agresivo que puede ser Estados Unidos en Irak, aunque la Casa Blanca sigue insistiendo en que cualquier campaña militar depende de que el gobierno en Bagdad haga reformas políticas.
Sin embargo, había indicios evidentes del regreso de los estadounidenses a un país del que el ejército de EE.UU. se retiró hace más de dos años. Obama ha notificado al Congreso que desplazará hasta 275 efectivos a Irak para ofrecer apoyo y seguridad para el personal estadounidense y la embajada estadounidense en Bagdad.
Los soldados, de los que 170 ya han llegado a Irak, iban armados para combate, aunque Obama ha insistido en que su intención no es que las tropas de EE.UU. participen en enfrentamientos directos.
Otros 100 soldados se colocarán en espera, probablemente en Kuwait, y podrían emplearse para gestión de aeropuertos, seguridad y apoyo logístico, según fuentes oficiales.
Por otro lado, tres fuentes de EE.UU. señalaron que la Casa Blanca está considerando enviar un contingente de fuerzas especiales a Irak. Esa misión limitada, que aún no se ha aprobado, se centraría en asesorar a las abrumados soldados iraquíes, muchos de los cuales han huido de sus puestos en el norte y el oeste del país ante el avance de la insurgencia, en la mayor amenaza a la que se enfrenta el país desde la marcha de las tropas estadounidenses en 2011.