Aumenta cifra de muertos en sur de Afganistán
Kandahar, AP
La cifra de muertos en una semana de enfrentamientos entre tropas afganas y cientos de rebeldes del Talibán en una provincia del sur del país aumentó a más de 100, dijeron funcionarios el jueves, mientras que la Organización de las Naciones Unidas pidió a ambas partes que protejan a los civiles, quienes frecuentemente quedan atrapados entre el fuego cruzado.
La batalla se está convirtiendo en una prueba mayor respecto a la capacidad del gobierno para mantener la seguridad en áreas volátiles después de que abandonen Afganistán las tropas extranjeras a fines de 2014, incrementando la urgencia para que el gobierno firme un pacto de seguridad con Estados Unidos que permitiría que casi 10.000 soldados estadounidenses permanezcan en la nación asiática durante dos años más.
El presidente saliente Hamid Karzai se ha negado a firmar tal acuerdo, diciendo que dejará la decisión a su sucesor después que se anuncien los resultados de la reciente elección presidencial. Ambos candidatos que compitieron para reemplazar a Karzai, quien está impedido constitucionalmente para un tercer período en el cargo, han prometido que firmarán el pacto. Pero el proceso se ha estancado debido a acusaciones de fraude electoral en la elección que enfrentó el 14 de junio en la segunda ronda de votaciones al ex ministro de Relaciones Exteriores Abdulá Abdulá contra el ex ministro de Finanzas y directivo del Banco Mundial Ashraf Ghani Ahmadzai.
El gobierno ha desplegado aproximadamente 2.000 soldados de refuerzo desde que inició el domingo la ofensiva del Talibán contra puntos de inspección y edificios de gobierno en la provincia de Helmand.
El gobernador provincial Mohamad Naím Baloch acusó al ejército paquistaní de organizar el ataque que comenzó en la ciudad de Sangin y se extendió. Las autoridades afganas frecuentemente culpan al vecino Pakistán de fomentar la violencia y de respaldar los ataques del talibán en Afganistán.
La cifra de muertos en una semana de enfrentamientos entre tropas afganas y cientos de rebeldes del Talibán en una provincia del sur del país aumentó a más de 100, dijeron funcionarios el jueves, mientras que la Organización de las Naciones Unidas pidió a ambas partes que protejan a los civiles, quienes frecuentemente quedan atrapados entre el fuego cruzado.
La batalla se está convirtiendo en una prueba mayor respecto a la capacidad del gobierno para mantener la seguridad en áreas volátiles después de que abandonen Afganistán las tropas extranjeras a fines de 2014, incrementando la urgencia para que el gobierno firme un pacto de seguridad con Estados Unidos que permitiría que casi 10.000 soldados estadounidenses permanezcan en la nación asiática durante dos años más.
El presidente saliente Hamid Karzai se ha negado a firmar tal acuerdo, diciendo que dejará la decisión a su sucesor después que se anuncien los resultados de la reciente elección presidencial. Ambos candidatos que compitieron para reemplazar a Karzai, quien está impedido constitucionalmente para un tercer período en el cargo, han prometido que firmarán el pacto. Pero el proceso se ha estancado debido a acusaciones de fraude electoral en la elección que enfrentó el 14 de junio en la segunda ronda de votaciones al ex ministro de Relaciones Exteriores Abdulá Abdulá contra el ex ministro de Finanzas y directivo del Banco Mundial Ashraf Ghani Ahmadzai.
El gobierno ha desplegado aproximadamente 2.000 soldados de refuerzo desde que inició el domingo la ofensiva del Talibán contra puntos de inspección y edificios de gobierno en la provincia de Helmand.
El gobernador provincial Mohamad Naím Baloch acusó al ejército paquistaní de organizar el ataque que comenzó en la ciudad de Sangin y se extendió. Las autoridades afganas frecuentemente culpan al vecino Pakistán de fomentar la violencia y de respaldar los ataques del talibán en Afganistán.