Activistas venezolanos y cubanos cabildean en la ONU por derechos humanos
Ginebra, Reuters
Activistas venezolanos y cubanos cabildeaban el miércoles en Naciones Unidas para que se investiguen decenas de muertes de estudiantes que protestaron en Caracas y el encarcelamiento de disidentes cubanos.
Los dos países latinoamericanos, gobernados por los presidentes socialistas Nicolás Maduro y Raúl Castro, son miembros la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que tiene 47 integrantes.
"Venimos a Ginebra a pedir a la ONU que envíe una misión a Venezuela para evaluar los casos de violaciones a los derechos humanos de que han sido víctimas estudiantes", dijo Eusebio Costa, presidente del centro de estudiantes de la Universidad Católica Santa Rosa, en una rueda de prensa.
Argumentó que aún hay 117 estudiantes detenidos, algunos en prisiones militares de alta seguridad, tras tres meses de protestas en la potencia petrolera que comenzaron en febrero.
Cuarenta y dos personas, incluyendo estudiantes, murieron en las jornadas de protestas.
El Gobierno venezolano dice que las protestas son la fachada de una conspiración estadounidense para derrocar al sucesor del fallecido Hugo Chávez.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, en un discurso de apertura de la Comisión el 10 de junio, había pedido que Venezuela diera acceso a investigadores independientes de ONU.
La última vez que Venezuela invitó a un investigador de derechos humanos de ONU fue en 1996 y en Cuba en 2007, mientras que 108 países han extendido invitaciones permanentes a todos los investigadores, dijeron funcionarios de Naciones Unidas.
ENCABEZADOS POR POTENCIAS EXTRANJERAS
Hasta ahora, no hay un país que haya presentado una resolución sobre Venezuela o Cuba a la sesión de tres semanas de la Comisión que termina el 27 de junio.
El estudiante venezolano Alejandro Suárez Teppa, miembro de la directiva de Juventud Activa Venezuela Unida, dijo que presenció como se le disparó a estudiantes en un campamento que fue atacado la noche del 8 de mayo.
"Colocaron armas y drogas en el campamento y dólares estadounidenses para indicar que fueron financiados por potencias extranjeras", dijo a periodistas, a quienes comentó que fue golpeado y mantenido en aislamiento por 72 horas.
Partidarios del Gobierno venezolano e incluso algunos opositores han criticado a los manifestantes por bloquear las calles y enfrentarse violentamente a la policía.
Activistas cubanos, respaldados por grupos como UN Watch, dijeron que las autoridades detuvieron la semana pasada a Jorge Luis García Pérez, un disidente conocido como "Antunez", quien previamente estuvo 17 años en prisión, y a su esposa Yris Tamara Pérez Aguilera.
El Gobierno de Cuba dice que los activistas estaban trabajando para desacreditar a Cuba.
En años recientes, Cuba ha liberado a prisioneros políticos y detenido temporalmente a opositores como Antunez. Unas 1.000 personas al mes son detenidas y luego liberadas tras unas horas o días en prisión por sus actividades políticas, dijeron disidentes cubanos.
El Gobierno cubano no reconoce las estadísticas y considera a los activistas mercenarios que están trabajando con Estados Unidos para socavar la revolución de 1959.
Activistas venezolanos y cubanos cabildeaban el miércoles en Naciones Unidas para que se investiguen decenas de muertes de estudiantes que protestaron en Caracas y el encarcelamiento de disidentes cubanos.
Los dos países latinoamericanos, gobernados por los presidentes socialistas Nicolás Maduro y Raúl Castro, son miembros la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que tiene 47 integrantes.
"Venimos a Ginebra a pedir a la ONU que envíe una misión a Venezuela para evaluar los casos de violaciones a los derechos humanos de que han sido víctimas estudiantes", dijo Eusebio Costa, presidente del centro de estudiantes de la Universidad Católica Santa Rosa, en una rueda de prensa.
Argumentó que aún hay 117 estudiantes detenidos, algunos en prisiones militares de alta seguridad, tras tres meses de protestas en la potencia petrolera que comenzaron en febrero.
Cuarenta y dos personas, incluyendo estudiantes, murieron en las jornadas de protestas.
El Gobierno venezolano dice que las protestas son la fachada de una conspiración estadounidense para derrocar al sucesor del fallecido Hugo Chávez.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, en un discurso de apertura de la Comisión el 10 de junio, había pedido que Venezuela diera acceso a investigadores independientes de ONU.
La última vez que Venezuela invitó a un investigador de derechos humanos de ONU fue en 1996 y en Cuba en 2007, mientras que 108 países han extendido invitaciones permanentes a todos los investigadores, dijeron funcionarios de Naciones Unidas.
ENCABEZADOS POR POTENCIAS EXTRANJERAS
Hasta ahora, no hay un país que haya presentado una resolución sobre Venezuela o Cuba a la sesión de tres semanas de la Comisión que termina el 27 de junio.
El estudiante venezolano Alejandro Suárez Teppa, miembro de la directiva de Juventud Activa Venezuela Unida, dijo que presenció como se le disparó a estudiantes en un campamento que fue atacado la noche del 8 de mayo.
"Colocaron armas y drogas en el campamento y dólares estadounidenses para indicar que fueron financiados por potencias extranjeras", dijo a periodistas, a quienes comentó que fue golpeado y mantenido en aislamiento por 72 horas.
Partidarios del Gobierno venezolano e incluso algunos opositores han criticado a los manifestantes por bloquear las calles y enfrentarse violentamente a la policía.
Activistas cubanos, respaldados por grupos como UN Watch, dijeron que las autoridades detuvieron la semana pasada a Jorge Luis García Pérez, un disidente conocido como "Antunez", quien previamente estuvo 17 años en prisión, y a su esposa Yris Tamara Pérez Aguilera.
El Gobierno de Cuba dice que los activistas estaban trabajando para desacreditar a Cuba.
En años recientes, Cuba ha liberado a prisioneros políticos y detenido temporalmente a opositores como Antunez. Unas 1.000 personas al mes son detenidas y luego liberadas tras unas horas o días en prisión por sus actividades políticas, dijeron disidentes cubanos.
El Gobierno cubano no reconoce las estadísticas y considera a los activistas mercenarios que están trabajando con Estados Unidos para socavar la revolución de 1959.