Policía turca lanza gases lacrimógenos contra manifestantes en Estambul
La policía turca lanzó el sábado gases lacrimógenos y cañones de agua contra manifestantes para dispersarlos en el centro de Estambul, en medio de actos para conmemorar el primer año desde las mayores protestas contra el Gobierno realizadas en décadas.
Las autoridades cerraron avenidas y detuvieron el transporte público para impedir el paso hasta la Plaza Taksim y el Parque Gezi, donde los planes del Gobierno de eliminar el área verde e instalar un centro comercial generaron masivas protestas el año pasado.
Los policías contuvieron a los activistas que esperaban leer una declaración en la Plaza Taksim y dejar flores en el parque en recuerdo de las al menos seis personas que murieron en los disturbios y protestas contra el Gobierno del primer ministro Tayyip Erdogan.
Otras seis personas perdieron la vida en escaramuzas en los meses posteriores mientras se acumulaba la ira contra Erdogan y su partido AK.
Cientos de personas corearon "renuncia, asesino AK", y "en todo Taksim, en todas partes hay resistencia", en medio de una atestada calle del centro que lleva a la plaza, antes de que la policía disparara gases lacrimógenos para poner fin a la manifestación.
La policía también dispersó protestas en la capital Ankara y en la ciudad sureña de Adana, según reportó CNN Turquía.
Al menos tres personas fueron detenidas en Estambul, dijeron testigos. Los helicópteros de la policía sobrevolaban la zona.
Previamente en el día, Erdogan advirtió a la gente que se aleje de la plaza Taksim diciendo que las fuerzas de seguridad harán lo que sea necesario para mantener el área despejada.
El 31 de mayo de 2013, la policía desalojó a la fuerza a activistas ecologistas del parque Gezi, quienes llevaban días en un campamento pacífico para intentar detener los planes de construir allí el centro comercial.
Molestos por el uso de violencia, decenas de miles de personas llegaron a Gezi y ocuparon la plaza Taksim por unas dos semanas, antes de que las autoridades despejaran definitivamente el lugar. Varios reclamaron contra lo que vieron como un creciente autoritarismo después de una década de Erdogan en el poder.
