Mladic abre su defensa negando haber ordenado matar civiles en Sarajevo

El primer testigo de la defensa, un exoficial serbio, asegura que solo disparaban en defensa propia
El sitio de la capital bosnia dejó unos 10.000 muertos

Isabel Ferrer
La Haya, El País
Al exgeneral serbobosnio Ratko Mladic le ha llegado por fin la hora de defenderse en el juicio seguido en su contra por genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Dado que ya había negado con anterioridad la competencia de los jueces, a los que califica de componer “una corte satánica”, ha llamado al primer testigo en su favor. Se trata de Mile Sladoje, antiguo oficial de las fuerzas serbias destacadas en Sarajevo, la capital de Bosnia, que no ha perdido el tiempo. Según él, “Mladic nunca dio la orden de disparar contra la población” durante los tres años de asedio de la ciudad. Los cerca de 10.000 muertos, en su mayoría civiles musulmanes bosnios, “debieron de ser bajas colaterales, porque nuestras tropas solo se defendían de los atacantes musulmanes, que sí disparaban contra zonas pobladas”, ha dicho.


Para la fiscalía del TPIY, lo ocurrido en Sarajevo fue un genocidio atribuible a Mladic, por eso la defensa trata de alejarle de la cúpula de mando. A pesar de que llegó a ser comandante en jefe del Ejército yugoslavo, sus abogados le presentan como un patriota de 72 años “que ejecutaba, como un soldado, las órdenes recibidas”. Presente en la sala de vistas, él asentía cabizbajo mientras el testigo Sladoje aseguraba que sus hombres “no disponían de rifles con teleobjetivo y solo disparaban en defensa propia”.

Mladic se mantuvo en activo hasta el final de la guerra de Bosnia (1992-1995). Los Acuerdos de Dayton que la ratificaron, sirvieron para apartarle del Ejército, aunque recibió su pensión por lo menos hasta 2005. Su escapada de la orden de arresto dictada por el TPIY acabó 16 años después, en 2011, en la propia Serbia. Sus letrados insisten en que tiene problemas de percepción de la realidad, pero Alfonse Orie, presidente de la sala que le juzga, ha dicho que “debe responder de los 11 cargos en su contra en 207 horas, igual que la fiscalía”. Ahí deberá encajar a los 336 testigos que se propone convocar. Al menos 122 de los mismos ya han declarado en el proceso contra Radovan Karadzic, líder político serbobosnio acusado de los mismos crímenes que Mladic. Para ahorrar tiempo, la fiscalía ha preguntado a los jueces si puede aprovechar esas transcripciones, ya en su poder, sin convocar de nuevo a las mismas personas.

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