Las siete diferencias entre Sudáfrica 2010 y Brasil 2014
Madrid, EFE
Cuatro años dan para mucho, más de lo que parece. Por ejemplo, cuatro años es el tiempo que dura una legislatura o el que necesita un universitario en la actualidad para terminar la carrera. Si echamos la vista atrás y pensamos en el 2010, son muchos los asuntos que han dado un giro de 360 grados en nuestra vida. Por aquel entonces las tabletas aún eran prototipos , el Whatsapp era una aplicación imberbe con solo 250.000 usuarios, Twitter para el 50 % de la población todavía significaba el trino de los pájaros, el príncipe Guillermo y Kate Middleton solo era novios, el papa era Benedicto XVI, el aeropuerto de Barajas simplemente se llamaba así y la Selección Española, aunque había ganado una Eurocopa dos años antes, llevaba encima la losa de su maldición en los cuartos de final de las competiciones mundialistas.
Sin embargo, en aquel verano del 2010, el gol de Iniesta en el minuto 116 de la final contra Holanda en el Mundial de Sudáfrica marcaba un punto de inflexión en la vida de la sociedad española. Muchas cosas han cambiado desde aquel 11 de julio. Ahora, concretamente 1432 días, España viajará a Brasil para intentar repetir triunfo y El Corte Inglés ofrece un amplio catálogo en el que podremos encontrar todo lo necesario para vivir la cita mundialista. Pero no todo es igual, siete cosas han cambiado de Sudáfrica a Brasil.
De las vuvuzelas a la samba
Sudáfrica no es Brasil, ni Brasil es Sudáfrica. La cita de hace cuatro año significó la primera vez que un Mundial de fútbol pisaba territorio africano. Con Nelson Mandela a la cabeza, el país se volcó con una pasión que no es el suya ya que su deporte rey es el rugby. Las 32 selecciones participantes vivieron entre Johannesburgo, Pretoria, Bloemfontein, Ciudad del Cabo, Durban, Nelspruit, Polokwane, Puerto Elizabeth y Rustenburg la locura africana a ritmo de vuvuzelas. Aunque la FIFA se llegó a plantear su prohibición por el ensordecedor ruido que producen, nada sería lo mismo sin aquel peculiar sonido como banda sonora del Mundial del 2010.
Brasil, en cambio, no es un novato en materia de organizar este tipo de eventos futbolísticos. En 1950 ya se encargaron de organizar un mundial, aunque bien es cierto que desde 1978 la competición reina de este deporte no pisaba América del Sur. A ritmo de samba, los 32 equipos se repartirán entre doce sedes, tres más que en Sudáfrica. Apuntemos: Belo Horizonte, Brasilia, Cuiabá, Curitiba, Fortaleza, Manaus, Natal, Porto Alegre, Recife, Salvador de Bahía, São Paulo y Rio de Janeiro son los lugares elegidos. El esta última ciudad, el mítico Maracaná se encargará de acoger la gran final el próximo 13 de julio.
Del «Podemos» al «a por la segunda»
En cuatro años la Selección Española ha cambiado mucho. En el camino a Sudáfrica, a pesar de ser la campeona de Europa, la roja aún arrastraba la maldición en cuartos. Por este motivo, la cadena encargada de retransmitir los partidos exportó el «Yes we can» de Obama para la causa. Con el «Podemos» por bandera y con su tradicional equipación roja que pasaba a ser azul oscura cuándo jugaban de visitantes, el equipo de Del Bosque consiguió, a pesar de un flojo arranque contra Suiza, plantarse en la final. A partir de aquí, todos conocen cómo terminó. El gol de Iniesta y las paradas de Casillas contra Holanda provocaron que la camiseta se ganará la estrella del campeones del mundo.
Ahora, camino a Brasil 2014, el objetivo de la Selección es regresar del país carioca con la segunda estrella en la camiseta. Con el cartel de favorita y primera del ranking de la FIFA, a España le espera un largo trayecto en el que pagará los peajes de ser la última campeona. Para esta ocasión, España apostará por una equipación principal completamente roja (en el pasado el pantalón era azul) mientras que la segunda será negra con rayas amarillas.
De Holanda a Holanda
Casualidades de la vida o el azar del bombo, lo cierto es que a España le tocará empezar en Brasil con el rival que finalizó su participación en Sudáfrica: Holanda. Pero antes de la tan ansiada final, la selección empezó la competición encuadra en el grupo H con Suiza -con la que empezó perdiendo-, Honduras y Chile. Como primera de grupo, los siguientes de caer fueron Portugal en octavos, Paraguay en cuartos y Alemania en la semifinal. El resultado de la final contra Países Bajos todos lo conocemos: en el minuto 116, Iniesta marcó el gol de la victoria y que provocó que Iker Casillas levantará la Copa del Mundo.
Cuatro años después, y desde el grupo B, España intentará repetir hazaña. La primera parada será el 13 de junio contra Holanda. Cinco días más tarde, el 18, y en Maracaná, el rival será Chile. El último encuentro de la fase de grupos será contra Australia el día 23 de junio. A partir de ahí, una incógnita. La suerte y el fútbol dirá. Lo único que se sabe es que los octavos se celebrarán del 28 de junio al 1 de julio, los cuartos serán el 4 y el 5, las semifinales 8 y 9, el partido del tercer y cuarto puesto será el 12, y la gran final el 13 de julio en Maracaná.
Quienes os han visto y quienes os ven
Ha cambiado el escenario, las pretensiones, los rivales, el vestuario... y también los jugadores. Aunque muchos repetirán experiencia en Brasil 2014, otros tantos se han quedado por el camino. Es el caso de Valdés, Puyol o Arbeloa. A la espera de conocer la lista definitiva de Del Bosque, parece que más de uno de los campeones del mundo verán el Mundial desde la televisión del salón de su casa. Sin embargo, muchos otros como Diego Costa, De Gea, Azpilicueta y Carvajal, recordarán el próximo evento brasileño como su primera cita mundialista.
Pero una cosa es a nivel deportivo, pero otra muy diferente es en lo personal. En cuatro años, los jugadores han crecido futbolísticamente pero también familiarmente. Por ejemplo, Iker Casillas. Siempre se recordará la final de Sudáfrica 2010 por el beso del portero con su novia y periodista Sara Carbonero. Ahora ya son padres de un niño. Mismo camino han seguido gran parte de los futbolistas como Iniesta, Sergio Ramos o Piqué, que también ha sumado su mediática relación con Shakira. Si en la pasada Eurocopa la celebración ya tenía ciertos matices de guardería, en el Mundial de Brasil -si los niños acuden a ver a sus padres- el campo tras la entrega de trofeo podría convertirse en otro partido de fútbol de los jugadores contra sus hijos.
Del Jabulani a la Brazuca
Si las vuvuzelas fueron el dolor de cabeza para las televisiones encargadas de cubrir el Mundial de hace cuatro años, el balón elegido para esa edición, llamado Jabulani, fue el centro de las críticas de porteros, defensas e, incluso, delanteros. Según ellos, esta «pelota de playa» era difícil de atrapar y realizaba extraños en el aire. La propia NASA analizó su comportamiento y concluyó que a una velocidad superior a 72 kilómetros por hora este balón es impredecible.
Cuatro años después, el nuevo balón, el Brazuca, parece que ha gustado mucho más a los futbolistas. Probablemente, esto se deba a que es la pelota que más pruebas ha tenido que pasar de toda la historia de la marca encargada de su elaboración. Con seis paneles simétricos de poliuretano, este balón permite un mejor control y contacto así como una superior estabilidad y aerodinámica.
De Zakumi a Fuleco
En Sudáfrica 2010, un leopardo africano antropomorfo de pelo verde, alías Zakumi, fue el encargado de animar todos los partidos del Mundial. Creado por Andries Odendaal, su nombre es una mezcla entre «ZA», el código ISO del país, y «kumi» que signigica diez en varias lenguas africanas. A esta mascota no solo se le vio sobre los campos ya que protagonizó su propia serie animada junto a sus amigos Des, Sonny, Jodi, Kamal, Pete y Jin.
Para la cita del 2014, Brasil ha escogido como mascota a Fuleco un armadillo brasileño de tres bandas. Encargado de animar esta cita es la primera mascota que dispone de cuentas oficiales en redes sociales.
Del «Waka-Waka» al «Ole Ola»
Hace cuatro veranos, la canción del Mundial se convirtió en el tema del verano y, probablemente, del año. Y es que el Waka Waka de Shakira acumula más de 120 millones de reproducciones en su versión en español y más de 660 millones en su adaptación al inglés. Con sus marcados ritmos afroamericanos, consiguió convertirse en la canción mundialista más exitosa desde La copa de la vida de Ricky Martin de 1998.
Para el Mundial del 2014, la FIFA ha decidido seguir apostar por el camino del éxito. Por este motivo y de la mano de Pitbull, Jennifer Lopez y Cláudia Leitte, la banda sonora que nos cansaremos de escuchar durante los próximos meses será We are One (Ole Ola). La canción acumula ya más de 40 millones de reproducciones en YouTube.
Cuatro años dan para mucho, más de lo que parece. Por ejemplo, cuatro años es el tiempo que dura una legislatura o el que necesita un universitario en la actualidad para terminar la carrera. Si echamos la vista atrás y pensamos en el 2010, son muchos los asuntos que han dado un giro de 360 grados en nuestra vida. Por aquel entonces las tabletas aún eran prototipos , el Whatsapp era una aplicación imberbe con solo 250.000 usuarios, Twitter para el 50 % de la población todavía significaba el trino de los pájaros, el príncipe Guillermo y Kate Middleton solo era novios, el papa era Benedicto XVI, el aeropuerto de Barajas simplemente se llamaba así y la Selección Española, aunque había ganado una Eurocopa dos años antes, llevaba encima la losa de su maldición en los cuartos de final de las competiciones mundialistas.
Sin embargo, en aquel verano del 2010, el gol de Iniesta en el minuto 116 de la final contra Holanda en el Mundial de Sudáfrica marcaba un punto de inflexión en la vida de la sociedad española. Muchas cosas han cambiado desde aquel 11 de julio. Ahora, concretamente 1432 días, España viajará a Brasil para intentar repetir triunfo y El Corte Inglés ofrece un amplio catálogo en el que podremos encontrar todo lo necesario para vivir la cita mundialista. Pero no todo es igual, siete cosas han cambiado de Sudáfrica a Brasil.
De las vuvuzelas a la samba
Sudáfrica no es Brasil, ni Brasil es Sudáfrica. La cita de hace cuatro año significó la primera vez que un Mundial de fútbol pisaba territorio africano. Con Nelson Mandela a la cabeza, el país se volcó con una pasión que no es el suya ya que su deporte rey es el rugby. Las 32 selecciones participantes vivieron entre Johannesburgo, Pretoria, Bloemfontein, Ciudad del Cabo, Durban, Nelspruit, Polokwane, Puerto Elizabeth y Rustenburg la locura africana a ritmo de vuvuzelas. Aunque la FIFA se llegó a plantear su prohibición por el ensordecedor ruido que producen, nada sería lo mismo sin aquel peculiar sonido como banda sonora del Mundial del 2010.
Brasil, en cambio, no es un novato en materia de organizar este tipo de eventos futbolísticos. En 1950 ya se encargaron de organizar un mundial, aunque bien es cierto que desde 1978 la competición reina de este deporte no pisaba América del Sur. A ritmo de samba, los 32 equipos se repartirán entre doce sedes, tres más que en Sudáfrica. Apuntemos: Belo Horizonte, Brasilia, Cuiabá, Curitiba, Fortaleza, Manaus, Natal, Porto Alegre, Recife, Salvador de Bahía, São Paulo y Rio de Janeiro son los lugares elegidos. El esta última ciudad, el mítico Maracaná se encargará de acoger la gran final el próximo 13 de julio.
Del «Podemos» al «a por la segunda»
En cuatro años la Selección Española ha cambiado mucho. En el camino a Sudáfrica, a pesar de ser la campeona de Europa, la roja aún arrastraba la maldición en cuartos. Por este motivo, la cadena encargada de retransmitir los partidos exportó el «Yes we can» de Obama para la causa. Con el «Podemos» por bandera y con su tradicional equipación roja que pasaba a ser azul oscura cuándo jugaban de visitantes, el equipo de Del Bosque consiguió, a pesar de un flojo arranque contra Suiza, plantarse en la final. A partir de aquí, todos conocen cómo terminó. El gol de Iniesta y las paradas de Casillas contra Holanda provocaron que la camiseta se ganará la estrella del campeones del mundo.
Ahora, camino a Brasil 2014, el objetivo de la Selección es regresar del país carioca con la segunda estrella en la camiseta. Con el cartel de favorita y primera del ranking de la FIFA, a España le espera un largo trayecto en el que pagará los peajes de ser la última campeona. Para esta ocasión, España apostará por una equipación principal completamente roja (en el pasado el pantalón era azul) mientras que la segunda será negra con rayas amarillas.
De Holanda a Holanda
Casualidades de la vida o el azar del bombo, lo cierto es que a España le tocará empezar en Brasil con el rival que finalizó su participación en Sudáfrica: Holanda. Pero antes de la tan ansiada final, la selección empezó la competición encuadra en el grupo H con Suiza -con la que empezó perdiendo-, Honduras y Chile. Como primera de grupo, los siguientes de caer fueron Portugal en octavos, Paraguay en cuartos y Alemania en la semifinal. El resultado de la final contra Países Bajos todos lo conocemos: en el minuto 116, Iniesta marcó el gol de la victoria y que provocó que Iker Casillas levantará la Copa del Mundo.
Cuatro años después, y desde el grupo B, España intentará repetir hazaña. La primera parada será el 13 de junio contra Holanda. Cinco días más tarde, el 18, y en Maracaná, el rival será Chile. El último encuentro de la fase de grupos será contra Australia el día 23 de junio. A partir de ahí, una incógnita. La suerte y el fútbol dirá. Lo único que se sabe es que los octavos se celebrarán del 28 de junio al 1 de julio, los cuartos serán el 4 y el 5, las semifinales 8 y 9, el partido del tercer y cuarto puesto será el 12, y la gran final el 13 de julio en Maracaná.
Quienes os han visto y quienes os ven
Ha cambiado el escenario, las pretensiones, los rivales, el vestuario... y también los jugadores. Aunque muchos repetirán experiencia en Brasil 2014, otros tantos se han quedado por el camino. Es el caso de Valdés, Puyol o Arbeloa. A la espera de conocer la lista definitiva de Del Bosque, parece que más de uno de los campeones del mundo verán el Mundial desde la televisión del salón de su casa. Sin embargo, muchos otros como Diego Costa, De Gea, Azpilicueta y Carvajal, recordarán el próximo evento brasileño como su primera cita mundialista.
Pero una cosa es a nivel deportivo, pero otra muy diferente es en lo personal. En cuatro años, los jugadores han crecido futbolísticamente pero también familiarmente. Por ejemplo, Iker Casillas. Siempre se recordará la final de Sudáfrica 2010 por el beso del portero con su novia y periodista Sara Carbonero. Ahora ya son padres de un niño. Mismo camino han seguido gran parte de los futbolistas como Iniesta, Sergio Ramos o Piqué, que también ha sumado su mediática relación con Shakira. Si en la pasada Eurocopa la celebración ya tenía ciertos matices de guardería, en el Mundial de Brasil -si los niños acuden a ver a sus padres- el campo tras la entrega de trofeo podría convertirse en otro partido de fútbol de los jugadores contra sus hijos.
Del Jabulani a la Brazuca
Si las vuvuzelas fueron el dolor de cabeza para las televisiones encargadas de cubrir el Mundial de hace cuatro años, el balón elegido para esa edición, llamado Jabulani, fue el centro de las críticas de porteros, defensas e, incluso, delanteros. Según ellos, esta «pelota de playa» era difícil de atrapar y realizaba extraños en el aire. La propia NASA analizó su comportamiento y concluyó que a una velocidad superior a 72 kilómetros por hora este balón es impredecible.
Cuatro años después, el nuevo balón, el Brazuca, parece que ha gustado mucho más a los futbolistas. Probablemente, esto se deba a que es la pelota que más pruebas ha tenido que pasar de toda la historia de la marca encargada de su elaboración. Con seis paneles simétricos de poliuretano, este balón permite un mejor control y contacto así como una superior estabilidad y aerodinámica.
De Zakumi a Fuleco
En Sudáfrica 2010, un leopardo africano antropomorfo de pelo verde, alías Zakumi, fue el encargado de animar todos los partidos del Mundial. Creado por Andries Odendaal, su nombre es una mezcla entre «ZA», el código ISO del país, y «kumi» que signigica diez en varias lenguas africanas. A esta mascota no solo se le vio sobre los campos ya que protagonizó su propia serie animada junto a sus amigos Des, Sonny, Jodi, Kamal, Pete y Jin.
Para la cita del 2014, Brasil ha escogido como mascota a Fuleco un armadillo brasileño de tres bandas. Encargado de animar esta cita es la primera mascota que dispone de cuentas oficiales en redes sociales.
Del «Waka-Waka» al «Ole Ola»
Hace cuatro veranos, la canción del Mundial se convirtió en el tema del verano y, probablemente, del año. Y es que el Waka Waka de Shakira acumula más de 120 millones de reproducciones en su versión en español y más de 660 millones en su adaptación al inglés. Con sus marcados ritmos afroamericanos, consiguió convertirse en la canción mundialista más exitosa desde La copa de la vida de Ricky Martin de 1998.
Para el Mundial del 2014, la FIFA ha decidido seguir apostar por el camino del éxito. Por este motivo y de la mano de Pitbull, Jennifer Lopez y Cláudia Leitte, la banda sonora que nos cansaremos de escuchar durante los próximos meses será We are One (Ole Ola). La canción acumula ya más de 40 millones de reproducciones en YouTube.