La CPI investiga a Reino Unido por abusos durante la guerra de Irak en 2003
La fiscalía abrirá una investigación preliminar que no contempló en 2006 por falta de pruebas
Isabel Ferrer
La Haya, El País
La Corte Penal Internacional (CPI) ha abierto una investigación preliminar sobre los presuntos crímenes de guerra cometidos por las tropas británicas contra soldados iraquíes entre 2003 y 2008, durante la guerra de Irak. Es la primera vez que la fiscalía de la CPI analiza de esta manera a Reino Unido, aunque el caso ya estuvo entre sus manos en 2006. El entonces fiscal jefe, Luis Moreno Ocampo, decidió archivarlo por falta de pruebas. Su sucesora, Fatou Bensouda, recibió el pasado enero nuevos datos, remitidos por el abogado británico Phil Shiner (especializado en derechos humanos), y una ONG alemana, y ha resuelto recuperarlo.
El nuevo expediente consta de 400 páginas y documenta más de 60 supuestos malos tratos que la Corte deberá analizar para ver si pide a los jueces la apertura de una causa en toda regla. Aunque Irak no forma parte de la Corte, ésta sí tiene jurisdicción sobre los posibles delitos perpetrados por otros Estados miembros en su territorio.
La fase preliminar de una investigación no presupone que haya habido delito, pero el Fiscal General británico del Estado, Dominic Grieve, ha rechazado ya enérgicamente cualquier implicación del Gobierno en los abusos. También ha asegurado que colaborará con la Corte “para demostrar que la justicia británica ha sido respetada en este caso”. El Centro Europeo para los Derechos Humanos, la ONG germana que ha colaborado en la recopilación del informe, asegura que hubo ejecuciones ilegales y torturas sistemáticas. En sus notas cita al antiguo ministro de Defensa británico, Geoffrey Hoon, y al exsecretario de Estado del Ejército, Adam Ingram, ambos laboristas y activos en los Gabinetes de los entonces primeros ministros Tony Blair, y su sucesor, Gordon Brown.
Reino Unido es miembro de Estatuto de Roma, texto fundacional de la CPI, desde 2001, y la decisión de la fiscal Bensouda puede dañar la imagen de Londres. Las investigaciones preliminares se llevan a cabo cuando el país en cuestión no puede, o no quiere, hacerlo por su cuenta. De prosperar el caso, el Gobierno británico estaría en la misma lista que Afganistán, Guinea o Georgia. También allí se investigan presuntos crímenes internacionales, ya sean de guerra y contra la humanidad, además de genocidio. Los tres que competen a la CPI de forma permanente desde su apertura, en 2002.
Isabel Ferrer
La Haya, El País
La Corte Penal Internacional (CPI) ha abierto una investigación preliminar sobre los presuntos crímenes de guerra cometidos por las tropas británicas contra soldados iraquíes entre 2003 y 2008, durante la guerra de Irak. Es la primera vez que la fiscalía de la CPI analiza de esta manera a Reino Unido, aunque el caso ya estuvo entre sus manos en 2006. El entonces fiscal jefe, Luis Moreno Ocampo, decidió archivarlo por falta de pruebas. Su sucesora, Fatou Bensouda, recibió el pasado enero nuevos datos, remitidos por el abogado británico Phil Shiner (especializado en derechos humanos), y una ONG alemana, y ha resuelto recuperarlo.
El nuevo expediente consta de 400 páginas y documenta más de 60 supuestos malos tratos que la Corte deberá analizar para ver si pide a los jueces la apertura de una causa en toda regla. Aunque Irak no forma parte de la Corte, ésta sí tiene jurisdicción sobre los posibles delitos perpetrados por otros Estados miembros en su territorio.
La fase preliminar de una investigación no presupone que haya habido delito, pero el Fiscal General británico del Estado, Dominic Grieve, ha rechazado ya enérgicamente cualquier implicación del Gobierno en los abusos. También ha asegurado que colaborará con la Corte “para demostrar que la justicia británica ha sido respetada en este caso”. El Centro Europeo para los Derechos Humanos, la ONG germana que ha colaborado en la recopilación del informe, asegura que hubo ejecuciones ilegales y torturas sistemáticas. En sus notas cita al antiguo ministro de Defensa británico, Geoffrey Hoon, y al exsecretario de Estado del Ejército, Adam Ingram, ambos laboristas y activos en los Gabinetes de los entonces primeros ministros Tony Blair, y su sucesor, Gordon Brown.
Reino Unido es miembro de Estatuto de Roma, texto fundacional de la CPI, desde 2001, y la decisión de la fiscal Bensouda puede dañar la imagen de Londres. Las investigaciones preliminares se llevan a cabo cuando el país en cuestión no puede, o no quiere, hacerlo por su cuenta. De prosperar el caso, el Gobierno británico estaría en la misma lista que Afganistán, Guinea o Georgia. También allí se investigan presuntos crímenes internacionales, ya sean de guerra y contra la humanidad, además de genocidio. Los tres que competen a la CPI de forma permanente desde su apertura, en 2002.