Divulgarán mensajes entre Bush y Blair
Londres, AP
Algunos detalles de los mensajes intercambiados entre el entonces primer ministro Tony Blair y el presidente George W. Bush antes de la invasión a Irak serán dados a conocer, pero las versiones completas de las conversaciones se mantendrán secretas, anunciaron autoridades británicas.
En 2009 comenzó en Gran Bretaña una investigación sobre las decisiones y los errores en la planeación y ejecución de la guerra. El informe ha sido demorado varios años debido a las negociaciones en torno a la inclusión de material secreto, como 25 notas y 130 registros de conversaciones entre Blair y Bush antes de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.
John Chilcot, un servidor público retirado quien dirige la pesquisa, confirmó el jueves que se había alcanzado un acuerdo para publicar "lo esencial" y citas seleccionadas de los mensajes. Ninguna parte del material hecho público "refleja los puntos de vista del presidente Bush", señaló.
"Hemos acordado también que el uso de citas directas de los documentos debe ser el mínimo necesario para permitir que la investigación presente sus conclusiones", escribió Chilcot en una carta a Jeremy Heywood, secretario del gabinete y el servidor público de mayor rango en Gran Bretaña.
El gobierno británico se ha resistido a la publicación del material porque pondría en peligro la confidencialidad de las conversaciones entre los líderes. El departamento encabezado por Heywood, la Oficina del Gabinete, dijo el jueves que "solucionar este asunto ha llevado más tiempo de lo que se esperaba en un principio, pero estas son cuestiones delicadas. El canal entre los líderes gubernamentales de Gran Bretaña y Estados Unidos es muy importante y debe manejarse con confidencialidad".
La guerra, en la que murieron 179 efectivos británicos, desató amplias protestas públicas en Gran Bretaña y opacó los últimos años de Blair como premier y sigue siendo un tema muy controversial.
Los críticos de la invasión acusan al gobierno de Blair de exagerar la información de inteligencia sobre las presuntas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein con el fin de tener los argumentos necesarios para lanzar la guerra. Nunca se encontraron esas armas.
Aún se desconoce cuándo se dará a conocer el informe de Chilcot. A los individuos que son criticados en el documento se les dará la oportunidad de defender su posición antes de publicarlo.
Algunos detalles de los mensajes intercambiados entre el entonces primer ministro Tony Blair y el presidente George W. Bush antes de la invasión a Irak serán dados a conocer, pero las versiones completas de las conversaciones se mantendrán secretas, anunciaron autoridades británicas.
En 2009 comenzó en Gran Bretaña una investigación sobre las decisiones y los errores en la planeación y ejecución de la guerra. El informe ha sido demorado varios años debido a las negociaciones en torno a la inclusión de material secreto, como 25 notas y 130 registros de conversaciones entre Blair y Bush antes de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.
John Chilcot, un servidor público retirado quien dirige la pesquisa, confirmó el jueves que se había alcanzado un acuerdo para publicar "lo esencial" y citas seleccionadas de los mensajes. Ninguna parte del material hecho público "refleja los puntos de vista del presidente Bush", señaló.
"Hemos acordado también que el uso de citas directas de los documentos debe ser el mínimo necesario para permitir que la investigación presente sus conclusiones", escribió Chilcot en una carta a Jeremy Heywood, secretario del gabinete y el servidor público de mayor rango en Gran Bretaña.
El gobierno británico se ha resistido a la publicación del material porque pondría en peligro la confidencialidad de las conversaciones entre los líderes. El departamento encabezado por Heywood, la Oficina del Gabinete, dijo el jueves que "solucionar este asunto ha llevado más tiempo de lo que se esperaba en un principio, pero estas son cuestiones delicadas. El canal entre los líderes gubernamentales de Gran Bretaña y Estados Unidos es muy importante y debe manejarse con confidencialidad".
La guerra, en la que murieron 179 efectivos británicos, desató amplias protestas públicas en Gran Bretaña y opacó los últimos años de Blair como premier y sigue siendo un tema muy controversial.
Los críticos de la invasión acusan al gobierno de Blair de exagerar la información de inteligencia sobre las presuntas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein con el fin de tener los argumentos necesarios para lanzar la guerra. Nunca se encontraron esas armas.
Aún se desconoce cuándo se dará a conocer el informe de Chilcot. A los individuos que son criticados en el documento se les dará la oportunidad de defender su posición antes de publicarlo.