Maduro denuncia que los manifestantes representan el 1% y llama al diálogo tanto a oposición como a EEUU
Nueva York, EP
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha publicado un artículo de opinión en el 'The New York Times' en el que denuncia que los manifestantes antigubernamentales solo representan al 1 por ciento de la población, precisamente las clases más acomodadas, y asegura que los responsables de las más de 30 muertes registradas hasta la fecha "rendirán cuentas", independientemente de si son o no miembros de las fuerzas de seguridad.
Asimismo, tras acusar a Estados Unidos de ponerse de parte de los que quieren "derrocar inconstitucionalmente a un gobierno democráticamente elegido" y ante las amenazas de sanciones contra Venezuela, Maduro ha defendido en su artículo 'Venezuela: un llamamiento para la paz' que "ahora es tiempo de diálogo y diplomacia".
En el texto, el presidente venezolano defiende la legitimidad de su Gobierno, asegura que los medios internacionales "han distorsionado la realidad" de las manifestaciones de las últimas semanas y se declara defensor del "derecho de asociación y de la obligación cívica de garantizar que prevalece la justicia expresando las preocupaciones legítimas mediante la asamblea y la protesta pacífica".
El mandatario refuta "las denuncias de que Venezuela tiene una democracia deficiente" y asegura que "las protestas antigubernamentales las están llevando a cabo personas de los segmentos más ricos de la sociedad que buscan revertir los logros del proceso democrático que han beneficiado a la vasta mayoría de los ciudadanos".
Estas personas buscan "derrocar inconstitucionalmente a un gobierno democráticamente electo" y, para ello, han atacado numerosas instalaciones oficiales, provocando pérdidas por "millones de dólares", de ahí el que "no hayan recibido apoyo en los barrios pobres y de clase obrera".
En cuanto a los 36 muertos que menciona en el artículo, Maduro precisa que el Gobierno cree que "los manifestantes son directamente responsables de alrededor de la mitad de ellos", incluidos seis miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Asimismo, reconoce que "un pequeño número" de miembros de las fuerzas de seguridad también han participado en la violencia, algo que ha tachado de "lamentable" y ha recordado que ya han sido detenidos.
"Cada víctima se merece justicia y cada perpetrador, ya sea un partidario o un detractor del Gobierno, rendirá cuentas de sus acciones", promete el presidente venezolano.
LOS MANIFESTANTES, EL "1 POR CIENTO" DE LOS VENEZOLANOS
Por otra parte, lamenta que Estados Unidos se haya "alineado" con el "1 por ciento que desea arrastrar a nuestro país de vuelta a cuando el 99 por ciento estaban apartados de la vida política y solo unos pocos, incluidas empresas estadounidenses, se beneficiaban del petróleo venezolano".
Maduro recuerda que la Administración estadounidense respaldó el golpe de 2002 contra Hugo Chávez y acusa al Gobierno de Barack Obama de dedicar "al menos 5 millones de dólares al año a apoyar a los movimientos de oposición en Venezuela", además de estar estudiando "imponer sanciones sobre Venezuela".
"Espero que los estadounidenses, conocedores de la verdad, decidan que Venezuela y su pueblo no se merecen tal castigo y llamen a sus representantes a no aplicar sanciones", confía el mandatario venezolano.
LLAMAMIENTO AL DIÁLOGO
Así las cosas, defiende que "ahora es tiempo del diálogo y la diplomacia". Dentro de Venezuela, prosigue, el Gobierno "ha tendido la mano a la oposición" y fuera "mi gobierno también se ha dirigido al presidente Obama, expresando nuestro deseo de intercambiar de nuevo embajadores". "Esperamos que su Administración responda del mismo modo", añade.
"Venezuela necesita paz y diálogo para avanzar. Daremos la bienvenida a cualquiera que sinceramente quiera ayudarnos a alcanzar estos objetivos", concluye Maduro su artículo.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha publicado un artículo de opinión en el 'The New York Times' en el que denuncia que los manifestantes antigubernamentales solo representan al 1 por ciento de la población, precisamente las clases más acomodadas, y asegura que los responsables de las más de 30 muertes registradas hasta la fecha "rendirán cuentas", independientemente de si son o no miembros de las fuerzas de seguridad.
Asimismo, tras acusar a Estados Unidos de ponerse de parte de los que quieren "derrocar inconstitucionalmente a un gobierno democráticamente elegido" y ante las amenazas de sanciones contra Venezuela, Maduro ha defendido en su artículo 'Venezuela: un llamamiento para la paz' que "ahora es tiempo de diálogo y diplomacia".
En el texto, el presidente venezolano defiende la legitimidad de su Gobierno, asegura que los medios internacionales "han distorsionado la realidad" de las manifestaciones de las últimas semanas y se declara defensor del "derecho de asociación y de la obligación cívica de garantizar que prevalece la justicia expresando las preocupaciones legítimas mediante la asamblea y la protesta pacífica".
El mandatario refuta "las denuncias de que Venezuela tiene una democracia deficiente" y asegura que "las protestas antigubernamentales las están llevando a cabo personas de los segmentos más ricos de la sociedad que buscan revertir los logros del proceso democrático que han beneficiado a la vasta mayoría de los ciudadanos".
Estas personas buscan "derrocar inconstitucionalmente a un gobierno democráticamente electo" y, para ello, han atacado numerosas instalaciones oficiales, provocando pérdidas por "millones de dólares", de ahí el que "no hayan recibido apoyo en los barrios pobres y de clase obrera".
En cuanto a los 36 muertos que menciona en el artículo, Maduro precisa que el Gobierno cree que "los manifestantes son directamente responsables de alrededor de la mitad de ellos", incluidos seis miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Asimismo, reconoce que "un pequeño número" de miembros de las fuerzas de seguridad también han participado en la violencia, algo que ha tachado de "lamentable" y ha recordado que ya han sido detenidos.
"Cada víctima se merece justicia y cada perpetrador, ya sea un partidario o un detractor del Gobierno, rendirá cuentas de sus acciones", promete el presidente venezolano.
LOS MANIFESTANTES, EL "1 POR CIENTO" DE LOS VENEZOLANOS
Por otra parte, lamenta que Estados Unidos se haya "alineado" con el "1 por ciento que desea arrastrar a nuestro país de vuelta a cuando el 99 por ciento estaban apartados de la vida política y solo unos pocos, incluidas empresas estadounidenses, se beneficiaban del petróleo venezolano".
Maduro recuerda que la Administración estadounidense respaldó el golpe de 2002 contra Hugo Chávez y acusa al Gobierno de Barack Obama de dedicar "al menos 5 millones de dólares al año a apoyar a los movimientos de oposición en Venezuela", además de estar estudiando "imponer sanciones sobre Venezuela".
"Espero que los estadounidenses, conocedores de la verdad, decidan que Venezuela y su pueblo no se merecen tal castigo y llamen a sus representantes a no aplicar sanciones", confía el mandatario venezolano.
LLAMAMIENTO AL DIÁLOGO
Así las cosas, defiende que "ahora es tiempo del diálogo y la diplomacia". Dentro de Venezuela, prosigue, el Gobierno "ha tendido la mano a la oposición" y fuera "mi gobierno también se ha dirigido al presidente Obama, expresando nuestro deseo de intercambiar de nuevo embajadores". "Esperamos que su Administración responda del mismo modo", añade.
"Venezuela necesita paz y diálogo para avanzar. Daremos la bienvenida a cualquiera que sinceramente quiera ayudarnos a alcanzar estos objetivos", concluye Maduro su artículo.