La mujer hispana que firma los billetes en EE UU
EEUU, BBC
Rosa Gumataotao Ríos es quizás una de las famosas más desconocidas de Estados Unidos.
Su nombre aparece a diario en todos los pueblos y ciudades del país cuando una persona saca efectivo del cajero automático, compra pan en la tienda, paga la cuenta de un restaurante o se baja de un taxi.
Rosa Gumataotao Ríos es quizás una de las famosas más desconocidas de Estados Unidos.
Su nombre aparece a diario en todos los pueblos y ciudades del país cuando una persona saca efectivo del cajero automático, compra pan en la tienda, paga la cuenta de un restaurante o se baja de un taxi.
Pero muy pocos se dan cuenta de ella, a pesar de que la tienen literalmente en sus manos. Apenas distinguen su nombre quienes detallan los billetes que usan en sus actividades cotidianas.
Esta californiana de origen mexicano, quien asumió como tesorera de Estados Unidos en 2009, calcula que su firma aparece en unos 27.000 millones de billetes de dólar.
“Los billetes y las monedas son la forma como tocamos a los estadounidenses cada día”, le dice Ríos a BBC Mundo en su oficina en Washington, a un paso de la Casa Blanca. “Somos parte de la historia”.
Esa historia la han definido de manera especial las mujeres, pues han ocupado el cargo de tesorera de manera ininterrumpida desde 1949. Además, seis de las últimas diez han sido hispanas, incluyendo las últimas tres.
¿A qué se debe esta fuerte presencia femenina reciente en uno de los departamentos más históricos de Estados Unidos?
El legado de la guerra
Ríos explica que la designación de la primera tesorera, Georgia Neese Clark, se produjo justo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se incrementó considerablemente el porcentaje de mujeres en la fuerza laboral en Estados Unidos.
“Fue muy valiente y probablemente muy simbólico que el presidente Harry Truman hiciera esa designación”, cuenta Ríos.
Desde entonces, cada presidente ha escogido a una mujer para que su firma acompañe la del Secretario del Tesoro en una de las monedas más populares del mundo.
Ríos dice que la elección no está institucionalizada y tampoco se trata de cumplir una cuota: “Más que nada miran a los individuos. Clark, por ejemplo, era banquera”.
Tampoco cree que su condición de latina tenga peso en sus labores diarias: “Por supuesto me siento orgullosa de ser mexicano-estadounidense, pero en mi trabajo soy una funcionaria”.
Ríos explica que su experiencia previa en áreas como el desarollo económico, la finca raíz y las inversiones la hacían una buena candidata para asumir el cargo en plena crisis financiera.
Tesorera y secretario del Tesoro
También hace hincapié en que su trabajo no consiste sólo en estampar su firma en los billetes verdes, en los que aparece su apellido de casada, Gumataotao, que proviene de Guam.
Aunque en el Departamento del Tesoro es el secretario Jack Lew quien toma las decisiones financieras finales,ella supervisa a los casi 4.000 empleados que imprimen los billetes y monedas del país y además custodia las reservas de oro en el Fuerte Knox.
Su puesto también tiene un peso histórico: la Oficina del Tesorero es la única que fue creada antes que el propio Departamento del Tesoro. Quien es hoy considerado el primer tesorero del país, Michael Hillegas, empezó su trabajó en 1775, incluso antes de que Estados Unidos comenzara a llamarse así, el 9 de septiembre de 1776.
“Los dólares de Rosie”
Ríos por supuesto es consciente de ese simbolismo histórico, pero sabe que su vínculo real con la mayor parte de los estadounidenses se da a través de los billetes.
“Mi firma está en todo el mundo”, dice. “Es un orgullo profesional, pero también uno personal, uno para mi familia”.
Las firmas siguen apareciendo incluso cuando la tesorera ya dejó su puesto, como ocurre con este ejemplar firmado por Anna Escobedo Cabral, tesorera durante el gobierno de George W. Bush.
Cuenta que la primera vez que vio su nombre impreso fue el día después de Acción de Gracias, en 2009, cuando tomó una de las planchas con los billetes de US$20 recién impresos. Estaba con su esposo y sus dos hijos, así como con el entonces secretario, Timothy Geithner.
Desde ese momento ha guardado ejemplares de cada denominación con su nombre estampado -los llama “Rosie Dollars” entre risas- y califica su colección como un “tesoro”.
“Que la gente sepa que una mujer está representando a este gobierno es un hito que continúa hasta la fecha”, dice.
Ella no es la única en ese mundo financiero y político que tradicionalmente ha pertenecido a los hombres. Janet Yellen, por ejemplo, se convirtió este año en la primera mujer en dirigir la Reserva Federal, mientras Sylvia Matthews-Burwell es la encargada del presupuesto en la Casa Blanca.
“Las mujeres están jugando un rol muy significativo en el diálogo económico no sólo a nivel doméstico, sino también globalmente”, argumenta Ríos.
“Mientras más reconozcamos ese rol que juegan las mujeres, más inspirará a las generaciones futuras a que también piensen en una carrera en las finanzas y la economía”, concluye.