Asistencia a Norcorea está en crisis
Pyongyang, AP
Los recursos externos para la asistencia a Corea del Norte se han reducido tanto que 500.000 escolares en zonas rurales dejaron de recibir ayuda este mes y la destinada a millones más podría cesar en breve, según un informe que obtuvo The Associated Press.
El documento pone de relieve que los donadores internacionales han reorientado su financiación hacia países con menos lastres políticos y más disposición a permitir a los trabajadores de asistencia que cumplan su trabajo.
A muy corta distancia de una de las dos fábricas de productos alimenticios del Programa Mundial de Alimentos que continúan funcionando en el centro de Pyongyang, niños disfrutan de helados y caramelos en puestos callejeros. Huéspedes ricos en hoteles de lujo beben capuchinos mientras chefs con gorros blancos cocinan pizzas aderezadas con queso y salchichas.
Esta es la cara que Corea del Norte prefiere que vea el mundo. Si hay hambre en el país, es todo menos evidente.
Sin embargo, aunque Corea del Norte ha hecho grandes avances desde su crisis económica combinada con hambre en la que se cree murieron centenares de miles de personas a mediados de la década de 1990, el país continúa sufriendo escasez generalizada de alimentos agravada por los frecuentes desastres naturales, el limitado crecimiento económico y la falta de semillas, fertilizantes y combustibles, de acuerdo con una versión interna preliminar del informe que preparó el PMA para los donadores actuales o prospectos.
En el informe, en el que sobresalen estadísticas como que de cada tres niños norcoreanos uno está raquítico y uno de cada cinco tiene peso inferior al normal, el PMA expresó su "gran preocupación" hacia el desarrollo físico e intelectual a largo plazo de los menores desnutridos.
Las autoridades norcoreanas no estuvieron disponibles de inmediato para que hicieran declaraciones sobre el informe.
El PMA también puso de relieve la preocupación hacia su propia crisis de recursos.
El año pasado, el PMA elaboró un programa de dos años por 200 millones de dólares dirigido a 2,4 millones de niños y mujeres embarazadas o madres lactantes. Debido al bajo financiamiento, la amplitud del programa se redujo a 1,63 millones de niños y madres, e incluso esta cifra parece muy ambiciosa.
Para cumplir sus objetivos, el PMA necesita alrededor de ocho millones de dólares mensuales. Pero con sólo tres millones de dólares disponibles al mes, el PMA apenas tiene recursos suficientes para ampliar hasta junio la asistencia crucial de alimentos.
En marzo, fueron cerradas cinco de siete fábricas que abastecían panecillos nutritivos que antes se canalizaban a 500.000 escolares.
"Parece una gota de agua que cae sobre una piedra caliente", declaró a The Assocaited Press Dierk Stegen, representante del PMA en Pyongyang. "Tenemos que planear mes a mes", agregó.
Aunque Stegen manifestó optimismo hacia los nuevos compromisos de financiamiento, los próximos meses serán cruciales.
Mayo marca en Corea del Norte el principio de lo que las organizaciones de asistencia llaman la temporada de escasez que dura hasta octubre.
Alrededor de 16 millones de norcoreanos dependen de las raciones de cereales que les dispensa el estado.
Según el informe del PMA, los norcoreanos han recibido raciones mayores de arroz, papas y maíz en los últimos dos años. En marzo, la cantidad entregada mediante el Sistema de Distribución Pública fue de 410 gramos por persona por día. Corea del Norte expresó confianza en aumentar la cantidad a 573 gramos.
Los recursos externos para la asistencia a Corea del Norte se han reducido tanto que 500.000 escolares en zonas rurales dejaron de recibir ayuda este mes y la destinada a millones más podría cesar en breve, según un informe que obtuvo The Associated Press.
El documento pone de relieve que los donadores internacionales han reorientado su financiación hacia países con menos lastres políticos y más disposición a permitir a los trabajadores de asistencia que cumplan su trabajo.
A muy corta distancia de una de las dos fábricas de productos alimenticios del Programa Mundial de Alimentos que continúan funcionando en el centro de Pyongyang, niños disfrutan de helados y caramelos en puestos callejeros. Huéspedes ricos en hoteles de lujo beben capuchinos mientras chefs con gorros blancos cocinan pizzas aderezadas con queso y salchichas.
Esta es la cara que Corea del Norte prefiere que vea el mundo. Si hay hambre en el país, es todo menos evidente.
Sin embargo, aunque Corea del Norte ha hecho grandes avances desde su crisis económica combinada con hambre en la que se cree murieron centenares de miles de personas a mediados de la década de 1990, el país continúa sufriendo escasez generalizada de alimentos agravada por los frecuentes desastres naturales, el limitado crecimiento económico y la falta de semillas, fertilizantes y combustibles, de acuerdo con una versión interna preliminar del informe que preparó el PMA para los donadores actuales o prospectos.
En el informe, en el que sobresalen estadísticas como que de cada tres niños norcoreanos uno está raquítico y uno de cada cinco tiene peso inferior al normal, el PMA expresó su "gran preocupación" hacia el desarrollo físico e intelectual a largo plazo de los menores desnutridos.
Las autoridades norcoreanas no estuvieron disponibles de inmediato para que hicieran declaraciones sobre el informe.
El PMA también puso de relieve la preocupación hacia su propia crisis de recursos.
El año pasado, el PMA elaboró un programa de dos años por 200 millones de dólares dirigido a 2,4 millones de niños y mujeres embarazadas o madres lactantes. Debido al bajo financiamiento, la amplitud del programa se redujo a 1,63 millones de niños y madres, e incluso esta cifra parece muy ambiciosa.
Para cumplir sus objetivos, el PMA necesita alrededor de ocho millones de dólares mensuales. Pero con sólo tres millones de dólares disponibles al mes, el PMA apenas tiene recursos suficientes para ampliar hasta junio la asistencia crucial de alimentos.
En marzo, fueron cerradas cinco de siete fábricas que abastecían panecillos nutritivos que antes se canalizaban a 500.000 escolares.
"Parece una gota de agua que cae sobre una piedra caliente", declaró a The Assocaited Press Dierk Stegen, representante del PMA en Pyongyang. "Tenemos que planear mes a mes", agregó.
Aunque Stegen manifestó optimismo hacia los nuevos compromisos de financiamiento, los próximos meses serán cruciales.
Mayo marca en Corea del Norte el principio de lo que las organizaciones de asistencia llaman la temporada de escasez que dura hasta octubre.
Alrededor de 16 millones de norcoreanos dependen de las raciones de cereales que les dispensa el estado.
Según el informe del PMA, los norcoreanos han recibido raciones mayores de arroz, papas y maíz en los últimos dos años. En marzo, la cantidad entregada mediante el Sistema de Distribución Pública fue de 410 gramos por persona por día. Corea del Norte expresó confianza en aumentar la cantidad a 573 gramos.