Rusia exhibe su fuerza militar en vísperas de la consulta en Crimea

Más de 8.000 militares hacen ejercicios junto a la frontera con Ucrania
Moscú envía nueve aviones a Bielorrusia con misiones de “espionaje aéreo”

Rodrigo Fernández
Moscú, El País
La tensión se dispara con tintes militares en torno a Ucrania y la eventual secesión de Crimea. Este jueves, en vísperas de que los habitantes de la península previsiblemente se decanten —el domingo, en referéndum— por la independencia y la eventual anexión a Rusia, Moscú ha emprendido nuevas maniobras militares junto a la frontera ucrania. Además, ha enviado seis cazas Su-27 y tres aviones de transporte militar a la vecina —y aliada— Bielorrusia para realizar, entre otras tareas, misiones de espionaje aéreo. Esta de cal bélica, tuvo otra de arena diplomática: Rusia ha dado el visto bueno a que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) envíe observadores a la península ocupada de facto por tropas rusas no identificadas como tales.


El Ministerio de Defensa ha emprendido los ejercicios militares en cuatro provincias, tres de las cuales —Bélgorod, Kursk y Rostov— tienen frontera con Ucrania. En las maniobras próximas a los límites territoriales participarán más de 8.000 militares, según la BBC, —unos 10.000 en total en todas las zonas, según fuentes rusas—. Se movilizarán tropas de infantería, artillería, destacamentos mecanizados, de ferroviarios y tropas de paracaidistas, las fuerzas de elite mejor preparadas para el combate, informa Efe. Dispondrán de lanzacohetes y armamento antitanque. Los ejercicios se mantendrán hasta finales de marzo.

“El principal objetivo es comprobar el estado de preparación de las unidades militares y la realización de misiones de combate e instrucción sobre terreno desconocido”, señaló el ministerio en un comunicado. En él añadía: “Los comandantes de los destacamentos entrenan en la organización de diversos tipos de combate (...) aprenden a pensar de forma no estereotipada, engañar al enemigo y lograr el factor sorpresa”.

Estos ejercicios despiertan suspicacia e inquietud en algunos observadores. Sin embargo, presentan una envergadura menor que los anteriores: en las maniobras de febrero y principios de marzo cerca de Ucrania participaron más de 100.000 efectivos.

A la exhibición de músculo militar junto a las fronteras con Ucrania, se suma el envío de seis cazas y tres aviones de transporte a Bielorrusia para “vigilar el espacio aéreo” junto con efectivos de ese país, según el ministerio ruso. Las tareas incluirán “el espionaje aéreo”. Las nueve aeronaves tendrán su base en un aeropuerto cercano a la frontera entre Rusia y Bielorrusia. Las autoridades de este país también fronterizo con Ucrania aseguraron que los aviones de Moscú participarán en maniobras militares conjuntas para comprobar el sistema regional conjunto de defensa antiaérea. Un portavoz del Ministerio de Defensa bielorruso, advirtió: “En caso de que siga creciendo la presencia de tropas [extranjeras] en los Estados limítrofes, se tomarán las correspondientes medidas de reacción en territorio bielorruso”.

Por otra parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, reunió este jueves al Consejo de Seguridad ruso y en sus palabras introductorias dijo que tratarían también un punto que no estaba en la agenda: la política que adoptará el Kremlin ante Ucrania. Putin reiteró la posición rusa según la cual lo que acontece en el país vecino es una crisis interna de la que Rusia no tiene la culpa.

“Quisiera hacer notar que, ante todo, se trata de una crisis interna ucrania. Por desgracia, todos comprendemos que de una forma o de otra nos hemos visto implicados en esos acontecimientos. Pensemos juntos cómo construir las relaciones con nuestros socios y amigos en Ucrania y con nuestros otros socios en Europa y Estados Unidos”, propuso Putin a sus colegas del Consejo de Seguridad que él encabeza.

Mientras tanto, Rusia podría tener su primer contacto oficial con las nuevas autoridades de Ucrania en el marco de una reunión de viceministros de Exteriores de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la organización que surgió después de la desaparición de la URSS con varias de sus exrepúblicas que se convirtieron en países independientes. “Queremos reiterar que estábamos y estamos dispuestos a celebrar la reunión. Todo depende ahora de la parte ucrania”, se dice en un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso.

También en el terreno diplomático, Moscú dio este jueves el visto bueno a que la OSCE envíe una misión de supervisión a Crimea, según anunció el presidente del Consejo Permanente del organismo, Thomas Gräminger. Añadió que se está negociando con Ucrania el alcance geográfico que tendrá la misión y si afectará a todo el país. Rusia era el único de los 57 miembros de la OSCE que faltaba por dar el visto bueno.

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