La OEA cierra sesión sin escuchar las denuncias de la diputada opositora María Corina Machado

Caracas, EP
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha cerrado la sesión de este viernes sin permitir la esperada intervención de la diputada opositora al Gobierno de Venezuela María Corina Machado, que tenía previsto denunciar ante este organismo la "represión" que --según asegura-- se vive en su país.


Machado, que ha sido invitada a participar en la sesión por Panamá --cediéndole incluso el asiento para poder exponer su denuncia-- se ha quedado sin hablar durante este encuentro, que se ha celebrado a puerta cerrada. En cualquier caso, al término del acto, ha asegurado que se siente "satisfecha" porque considera que la atención mediática recibida ayudará a "llamar la atención sobre la situación en Venezuela".

El embajador panameño ante la OEA, Arturo Vallarino, habría reclamado de forma expresa que se le diera la palabra a la legisladora, denunciada por el gobierno de Maduro como una de las responsables de la violencia en las protestas que han dejado 31 muertos desde febrero.

Sin embargo, la iniciativa fue rechazada por el voto mayoritario --22 votos a favor, 11 en contra y una abstención-- de los miembros, que eliminaron ese punto del orden del día y, además, declararon "privada" la reunión, de acuerdo con la información del diario venezolano 'El Universal'.

En declaraciones a la prensa, Machado ha señalado que el hecho de que se le impida hablar ante la OEA demuestra que el gobierno de Nicolás Maduro tiene "miedo" a que se conozca la "realidad" en el país sudamericano. Ni siquiera en el punto dedicado a 'otros asuntos', que se suele realizar al término de la sesión, la diputada venezolana ha podido intervenir.

"Tienen miedo de que se conozca la magnitud de la represión brutal en las calles de Venezuela", ha insistido Machado, que insiste en que lo que tenía intención de hacer en su visita a Washington (EEUU), llamando la atención sobre la situación en Venezuela, lo ha conseguido.

CRISIS VENEZOLANA

La crisis política en Venezuela se desató el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado --según cifras oficiales-- 31 muertos, 461 heridos y 1.854 detenidos.

Desde entonces, detractores y seguidores del Gobierno han marchado casi a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.

La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La OEA se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.

La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) ha ido un paso más allá, expresando su respaldo al Gobierno de Maduro y anunciando la creación de una comisión conformada por los ministros de Exteriores del bloque regional para acompañar el diálogo en el marco de la Conferencia Nacional por la Paz.

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