Crimea llama a las zonas prorrusas a no acatar la autoridad de Kiev
El nuevo líder de la península anima a convocar referendos de autonomía
Pilar Bonet
Simferópol, El País
Crimea “da la bienvenida” a las otras regiones de Ucrania que quieran sumarse a su causa, según ha dicho el nuevo hombre fuerte de esta república autónoma, Serguéi Axiónov, que no acata la autoridad de los nuevos dirigentes en Kiev. Los procesos en marcha en Crimea “ya se han iniciado también en toda Ucrania” e involucran a “los rusos, ciudadanos de Ucrania, que eran mirados como ciudadanos de segunda clase” por los líderes que se presentan ahora como legítimos, dijo Axiónov. “Esta es la respuesta a las manifestaciones de histeria antirrusa de Ucrania occidental”, sentenció el líder crimeo.
Las ciudades de Sebastopol y las regiones meridionales de Jersón y Nikoláiev “se incorporan” al camino iniciado por Crimea, dijo Axiónov. “Los procesos están adquiriendo profundidad en todas las provincias”, señaló, refiriéndose a territorios donde se han activado las fuerzas prorrusas. En Donetsk, en Járkov y en Odessa estos sectores centrífugos pugnan por celebrar referendos locales y se enfrentan a los sectores leales a Kiev.
Ucrania está constituida por 24 provincias, dos ciudades con estatuto especial (Kiev y Sebastopol), además de la República Autónoma de Crimea, un territorio al que progresivamente le han sido recortadas las amplias competencias que recibió en 1992 al desintegrarse la URSS.
Pese a la enorme diversidad de sus regiones (por razones históricas, culturales, lingüísticas y económicas), la Constitución prevé que el Estado ucranio es unitario y tiene el idioma ucranio como única lengua oficial. Ante los constitucionalistas occidentales que recomiendan adoptar una estructura federal flexible para armonizar las diferencias, los dirigentes de Ucrania equiparan federalismo con separatismo. Analistas ucranios afirman que la suspicacia de Kiev ante el federalismo no solo es por temor a la disgregación territorial sino también porque la organización del Estado hace confluir en la élite política de la capital los flujos financieros que, de otro modo, se quedarían en las provincias y fortalecerían a las élites locales.
Con todo, las crisis provocadas por la pugna por el poder en Kiev estimulan las tendencias defensivas y centrífugas entre los rusohablantes del este y el sur del país, donde los rusohablantes se sienten amenazados por la ideología de la “ucranización” —que constituye uno de los pilares del Estado actual— en detrimento del componente ruso del país.
Moscú está prestando apoyo político, económico y militar a Axiónov, que fue elegido primer ministro de Crimea el 27 de febrero en una controvertida sesión del Sóviet Supremo (Parlamento) local, que proclamó la celebración de un plebiscito sobre el futuro estatus de Crimea. Dirigente de un partido prorruso minoritario hasta ahora, Axiónov asegura tener el control de los órganos de seguridad, de la policía y de contingentes militares y de la Marina emplazados en la península, y exige a sus miembros que presten su lealtad a las autoridades de Simferópol (la capital de la república autónoma de Crimea). “No es una traición, porque el Estado al que ustedes prestaron juramento no existe”, señalaba este martes, explicando cuáles eran los argumentos que emplea para convencer a los oficiales “procedentes de las regiones del oeste de Ucrania” que se niegan a jurar lealtad a Crimea.
Axiónov anunció que la fecha del referéndum de autonomía local puede ser adelantada, por segunda vez, ya que la fecha inicial fijada, el 25 de mayo, fue trasladada al 30 de marzo. La pregunta que se plantea es bastante confusa puesto que hace referencia a una Crimea “independiente” en el marco de los tratados y acuerdos con Ucrania. El eventual adelanto del plebiscito indicaría que los dirigentes de Crimea tienen prisa por “legalizar” su cisma con Kiev. Las principales opciones en liza son una mayor autonomía de Crimea dentro de Ucrania, unas relaciones de tipo confederal o la total independencia de Kiev.
Vladímir Putin dijo este martes en Moscú que el principio de autodeterminación está recogido por la ONU y que Kosovo se acogió a él. También se mostró partidario de que Ucrania apruebe una nueva Constitución por referéndum para hacer que la población local se sienta partícipe de ella.
Las declaraciones de Axiónov y de los dirigentes rusos indican que Crimea se está convirtiendo en la abanderada de un proyecto para “reconvertir” el sistema unitario que ha existido en Ucrania en un modelo federal, e incluso confederal. El federalismo ucraniano tuvo en el pasado a un líder de prestigio en Yevgueni Kuchnariov, gobernador de Járkov, al que el presidente Víctor Yúshenko acusó de separatismo. Kuchnariov, que estuvo arrestado dos meses, murió en 2007, oficialmente víctima de un tiro accidental en una cacería.
El proyecto federalista de las regiones del este y el sur de Ucrania carece actualmente de un líder carismático y parece venir formulado por Moscú y por los personajes que trabajan con el Kremlin. Este es el caso de Víctor Medvedchuk. Serguéi Glazev, asesor del presidente Putin para temas de la Comunidad de Estados Independientes, propuso una profunda federalización de las regiones del este y el sur de Ucrania, e incluso la posibilidad de que una parte del país estuviera en la Unión Aduanera de los países de la órbita de Rusia y la otra en el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
Pilar Bonet
Simferópol, El País
Crimea “da la bienvenida” a las otras regiones de Ucrania que quieran sumarse a su causa, según ha dicho el nuevo hombre fuerte de esta república autónoma, Serguéi Axiónov, que no acata la autoridad de los nuevos dirigentes en Kiev. Los procesos en marcha en Crimea “ya se han iniciado también en toda Ucrania” e involucran a “los rusos, ciudadanos de Ucrania, que eran mirados como ciudadanos de segunda clase” por los líderes que se presentan ahora como legítimos, dijo Axiónov. “Esta es la respuesta a las manifestaciones de histeria antirrusa de Ucrania occidental”, sentenció el líder crimeo.
Las ciudades de Sebastopol y las regiones meridionales de Jersón y Nikoláiev “se incorporan” al camino iniciado por Crimea, dijo Axiónov. “Los procesos están adquiriendo profundidad en todas las provincias”, señaló, refiriéndose a territorios donde se han activado las fuerzas prorrusas. En Donetsk, en Járkov y en Odessa estos sectores centrífugos pugnan por celebrar referendos locales y se enfrentan a los sectores leales a Kiev.
Ucrania está constituida por 24 provincias, dos ciudades con estatuto especial (Kiev y Sebastopol), además de la República Autónoma de Crimea, un territorio al que progresivamente le han sido recortadas las amplias competencias que recibió en 1992 al desintegrarse la URSS.
Pese a la enorme diversidad de sus regiones (por razones históricas, culturales, lingüísticas y económicas), la Constitución prevé que el Estado ucranio es unitario y tiene el idioma ucranio como única lengua oficial. Ante los constitucionalistas occidentales que recomiendan adoptar una estructura federal flexible para armonizar las diferencias, los dirigentes de Ucrania equiparan federalismo con separatismo. Analistas ucranios afirman que la suspicacia de Kiev ante el federalismo no solo es por temor a la disgregación territorial sino también porque la organización del Estado hace confluir en la élite política de la capital los flujos financieros que, de otro modo, se quedarían en las provincias y fortalecerían a las élites locales.
Con todo, las crisis provocadas por la pugna por el poder en Kiev estimulan las tendencias defensivas y centrífugas entre los rusohablantes del este y el sur del país, donde los rusohablantes se sienten amenazados por la ideología de la “ucranización” —que constituye uno de los pilares del Estado actual— en detrimento del componente ruso del país.
Moscú está prestando apoyo político, económico y militar a Axiónov, que fue elegido primer ministro de Crimea el 27 de febrero en una controvertida sesión del Sóviet Supremo (Parlamento) local, que proclamó la celebración de un plebiscito sobre el futuro estatus de Crimea. Dirigente de un partido prorruso minoritario hasta ahora, Axiónov asegura tener el control de los órganos de seguridad, de la policía y de contingentes militares y de la Marina emplazados en la península, y exige a sus miembros que presten su lealtad a las autoridades de Simferópol (la capital de la república autónoma de Crimea). “No es una traición, porque el Estado al que ustedes prestaron juramento no existe”, señalaba este martes, explicando cuáles eran los argumentos que emplea para convencer a los oficiales “procedentes de las regiones del oeste de Ucrania” que se niegan a jurar lealtad a Crimea.
Axiónov anunció que la fecha del referéndum de autonomía local puede ser adelantada, por segunda vez, ya que la fecha inicial fijada, el 25 de mayo, fue trasladada al 30 de marzo. La pregunta que se plantea es bastante confusa puesto que hace referencia a una Crimea “independiente” en el marco de los tratados y acuerdos con Ucrania. El eventual adelanto del plebiscito indicaría que los dirigentes de Crimea tienen prisa por “legalizar” su cisma con Kiev. Las principales opciones en liza son una mayor autonomía de Crimea dentro de Ucrania, unas relaciones de tipo confederal o la total independencia de Kiev.
Vladímir Putin dijo este martes en Moscú que el principio de autodeterminación está recogido por la ONU y que Kosovo se acogió a él. También se mostró partidario de que Ucrania apruebe una nueva Constitución por referéndum para hacer que la población local se sienta partícipe de ella.
Las declaraciones de Axiónov y de los dirigentes rusos indican que Crimea se está convirtiendo en la abanderada de un proyecto para “reconvertir” el sistema unitario que ha existido en Ucrania en un modelo federal, e incluso confederal. El federalismo ucraniano tuvo en el pasado a un líder de prestigio en Yevgueni Kuchnariov, gobernador de Járkov, al que el presidente Víctor Yúshenko acusó de separatismo. Kuchnariov, que estuvo arrestado dos meses, murió en 2007, oficialmente víctima de un tiro accidental en una cacería.
El proyecto federalista de las regiones del este y el sur de Ucrania carece actualmente de un líder carismático y parece venir formulado por Moscú y por los personajes que trabajan con el Kremlin. Este es el caso de Víctor Medvedchuk. Serguéi Glazev, asesor del presidente Putin para temas de la Comunidad de Estados Independientes, propuso una profunda federalización de las regiones del este y el sur de Ucrania, e incluso la posibilidad de que una parte del país estuviera en la Unión Aduanera de los países de la órbita de Rusia y la otra en el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.