Activistas egipcios denuncian haber sufrido torturas bajo custodia policial
El Cairo, EP
Varios activistas egipcios que fueron detenidos hace un mes han sufrido torturas que incluyen descargas eléctricas, según han denunciado sus familiares y abogados en el tercer aniversario de la revolución que acabó con el derrocamiento de Hosni Mubarack.
Si se confirmasen estas acusaciones, la Policía sería responsable de cometer algunas de las prácticas que llevaron a la caída del Gobierno de 2011, aunque el Ministerio del Interior ha negado haber cometido cualquier tipo de abuso.
Los abogados de los activistas han acusado a las fuerzas de seguridad de detener a un millar de personas, entre ellos adolescentes, el pasado 25 de enero. Ese día al menos 49 islamistas, en su mayoría islámicos, murieron durante los enfrentamientos de las manifestaciones antigubernamentales.
En las comisarías, los detenidos sufrieron torturas y humillación, que continuaron en algunas de las cárceles y centros de detención más importantes del país, según han relatado familiares y letrados en declaraciones a Reuters.
"Me contó que estaba colgado por los brazos del techo y que fue golpeado duramente. Le llevaron a una habitación con los ojos vendados, por lo que pudo oír los gritos de los que estaban torturados", ha afirmado Hoda Mahmoud, en referencia a su marido detenido, Jaled al Sayed.
"Algunos han sufrido abusos sexuales. Le desnudaron y tiraron agua helada. Después le ataron a una silla y le golpearon durante horas", ha asegurado Mahmoud.
Por su parte, los familiares de Aboud Sabry, de 17 años, han asegurado que el joven no está involucrado en política y que simplemente se encontraba en el lugar y momento equivocados cuando las autoridades le detuvieron.
"Me contó que en el centro de detención les asustaron a él y a otros presos con perros de ataque", ha afirmado su hermano Ahmed. "Me dijo que le vendaron los ojos y que oyó como decían 'ten el aparato de electrocución preparado", ha relatado.
El hermano del detenido ha explicado que la Policía le interrogó por su supuesta pertenencia a la organización islamista Hermanos Musulmanes, declarada prohibida en el país.
NEGACIÓN DE ACUSACIONES
Las autoridades han acusado a los detenidos del 25 de enero de haber violado las leyes de manifestaciones y de pertenencia a organización terrorista. Sin embargo, el Ministerio del Interior ha negado haber cometido abusos ni torturas.
El portavoz del Gobierno, Hany Salah, ha afirmado que "el Ejecutivo se compromete a proteger los Derechos Humanos y el estado de derecho". "La Policía egipcia no tortura ni maltrata a ninguna persona por cualquier motivo", ha afirmado.
En la misma línea se ha manifestado el portavoz del Ministerio del Interior, Ahmed Helmy, que ha negado cualquier tipo de abuso y ha asegurado que tanto el fiscal general como los jueves visitan e inspeccionan regularmente las cárceles del país.
"Cualquier prisionero que tenga una queja tiene el derecho de presentar una petición al Ministerio y el Ministerio tiene la obligación de revisarla e investigar", ha recordado Helmy.
GIRO DE LOS ACONTECIMIENTOS
Estas acusaciones han hecho surgir las críticas al Gobierno egipcio, incluso entre aquellos que respaldaron la caída de Mohamed Mursi en julio. Así ha hecho en político y escritor Alaa al Aswani, que ha afirmado estar avergonzado de lo que las fuerzas de seguridad están haciendo a los manifestantes.
"Es un giro trágico de los acontecimientos, ha afirmado Al Aswani. "Estas acusaciones son bastante coherentes con lo que hemos escuchado en los últimos tiempos, lo que sucede en este tipo de situación", ha afirmado por su parte el director adjunto de Human Rights Watch (HRW) para Oriente Próximo, Joe Stork.
"Antes tenía esperanzas de democracia y justicia", ha afirmado la abogada Yasmine Hossameddin. "Ahora estos son los tiempos más oscuros de todos. Trabajas 24 horas y todavía no puedes mantenerte al tanto del número de arrestos. El Ministerio del Interior se ha convertido en un monstruo. Ahora no rinde cuentas a nadie. El estado dice 'haz lo que quieras'", ha lamentado.
Varios activistas egipcios que fueron detenidos hace un mes han sufrido torturas que incluyen descargas eléctricas, según han denunciado sus familiares y abogados en el tercer aniversario de la revolución que acabó con el derrocamiento de Hosni Mubarack.
Si se confirmasen estas acusaciones, la Policía sería responsable de cometer algunas de las prácticas que llevaron a la caída del Gobierno de 2011, aunque el Ministerio del Interior ha negado haber cometido cualquier tipo de abuso.
Los abogados de los activistas han acusado a las fuerzas de seguridad de detener a un millar de personas, entre ellos adolescentes, el pasado 25 de enero. Ese día al menos 49 islamistas, en su mayoría islámicos, murieron durante los enfrentamientos de las manifestaciones antigubernamentales.
En las comisarías, los detenidos sufrieron torturas y humillación, que continuaron en algunas de las cárceles y centros de detención más importantes del país, según han relatado familiares y letrados en declaraciones a Reuters.
"Me contó que estaba colgado por los brazos del techo y que fue golpeado duramente. Le llevaron a una habitación con los ojos vendados, por lo que pudo oír los gritos de los que estaban torturados", ha afirmado Hoda Mahmoud, en referencia a su marido detenido, Jaled al Sayed.
"Algunos han sufrido abusos sexuales. Le desnudaron y tiraron agua helada. Después le ataron a una silla y le golpearon durante horas", ha asegurado Mahmoud.
Por su parte, los familiares de Aboud Sabry, de 17 años, han asegurado que el joven no está involucrado en política y que simplemente se encontraba en el lugar y momento equivocados cuando las autoridades le detuvieron.
"Me contó que en el centro de detención les asustaron a él y a otros presos con perros de ataque", ha afirmado su hermano Ahmed. "Me dijo que le vendaron los ojos y que oyó como decían 'ten el aparato de electrocución preparado", ha relatado.
El hermano del detenido ha explicado que la Policía le interrogó por su supuesta pertenencia a la organización islamista Hermanos Musulmanes, declarada prohibida en el país.
NEGACIÓN DE ACUSACIONES
Las autoridades han acusado a los detenidos del 25 de enero de haber violado las leyes de manifestaciones y de pertenencia a organización terrorista. Sin embargo, el Ministerio del Interior ha negado haber cometido abusos ni torturas.
El portavoz del Gobierno, Hany Salah, ha afirmado que "el Ejecutivo se compromete a proteger los Derechos Humanos y el estado de derecho". "La Policía egipcia no tortura ni maltrata a ninguna persona por cualquier motivo", ha afirmado.
En la misma línea se ha manifestado el portavoz del Ministerio del Interior, Ahmed Helmy, que ha negado cualquier tipo de abuso y ha asegurado que tanto el fiscal general como los jueves visitan e inspeccionan regularmente las cárceles del país.
"Cualquier prisionero que tenga una queja tiene el derecho de presentar una petición al Ministerio y el Ministerio tiene la obligación de revisarla e investigar", ha recordado Helmy.
GIRO DE LOS ACONTECIMIENTOS
Estas acusaciones han hecho surgir las críticas al Gobierno egipcio, incluso entre aquellos que respaldaron la caída de Mohamed Mursi en julio. Así ha hecho en político y escritor Alaa al Aswani, que ha afirmado estar avergonzado de lo que las fuerzas de seguridad están haciendo a los manifestantes.
"Es un giro trágico de los acontecimientos, ha afirmado Al Aswani. "Estas acusaciones son bastante coherentes con lo que hemos escuchado en los últimos tiempos, lo que sucede en este tipo de situación", ha afirmado por su parte el director adjunto de Human Rights Watch (HRW) para Oriente Próximo, Joe Stork.
"Antes tenía esperanzas de democracia y justicia", ha afirmado la abogada Yasmine Hossameddin. "Ahora estos son los tiempos más oscuros de todos. Trabajas 24 horas y todavía no puedes mantenerte al tanto del número de arrestos. El Ministerio del Interior se ha convertido en un monstruo. Ahora no rinde cuentas a nadie. El estado dice 'haz lo que quieras'", ha lamentado.