El Ejército tailandés blinda Bangkok para las elecciones del domingo
Bangkok, EP
El Ejército tailandés incrementará el número de soldados que desplegará en las calles de la capital de cara a las próximas elecciones, que se celebrarán este domingo, para garantizar la seguridad de los comicios.
"Además de los 5.000 soldados que ya hemos desplegado dentro y en los alrededores de Bangkok para supervisar la seguridad del país, aumentaremos el número de soldados que desplegaremos en torno a las zonas donde se realizan las protestas dado que hay gente que trata de fomentar la violencia", ha asegurado el portavoz del Ejército, Winthai Suvaree.
El Gobierno ha ordenado el despliegue de 10.000 agentes de seguridad que serán los responsables de mantener la seguridad de Bangkok de cara a las elecciones del domingo. Los soldados del Ejército deberán estar en alerta por si existen casos de violencia.
Los manifestantes antigubernamentales miembros del Comité Popular de Reforma Democrática (PDRC) han advertido de que obstaculizarán los comicios como parte de su campaña para derrocar a la primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra.
El ministro de Trabajo, Chalerm Yoombamrung, encargado de supervisar el estado de emergencia impuesto la semana pasada, ha instado a los manifestantes a que no interrumpan las elecciones.
"Si el PDRC lo hace, la gente va a comenzar a darse palizas entre sí y nadie podrá controlar una situación como esta", ha aseverado Chalerm. "La Policía y el Ejército no tienen suficiente personal para garantizar (la seguridad) de todos los colegios electorales", ha añadido.
Los manifestantes antigubernamentales tomaron las calles el pasado mes de noviembre para protestar contra el Ejecutivo en el marco de una crisis política que se prolonga desde hace ocho años.
La crisis enfrenta a la clase media y los monárquicos con la población rural, con menor poder adquisitivo y partidaria de la primera ministra y de su hermano, el exprimer ministro Thaksin Shinawatra, que fue derrocado por un golpe de Estado en 2006, se exilió y fue condenado en 2008 en rebeldía por cargos de corrupción.
Los manifestantes acusan a Yingluck de ser una mera marioneta de Thaksin, al que definen como un corrupto que empleó el dinero de los contribuyentes tailandeses para comprar las elecciones.
CONSECUENCIAS DE LA PROTESTA
Al menos diez personas han perdido la vida y otras 577 han resultado heridas en la violencia que se ha desatado en el país desde el pasado 30 de noviembre, según el Centro Médico Erawan, encargado de supervisar los hospitales de Bangkok.
El pasado domingo, durante la celebración de las votaciones anticipadas, más de una decena de personas resultaron heridas y uno de los líderes de la protesta falleció a causa de un disparo cerca de un centro de votación. Los manifestantes evitaron que se llevaran a cabo las votaciones anticipadas en muchas partes de la capital y del sur del país.
El reciente brote de violencia es el peor de Tailandia desde 2010, cuando Suthep Thaugsuban, líder de las protestas y entonces viceprimer ministro, envió al Ejército para dar fin a las manifestaciones convocadas por activistas favorables a Thaksin.
Suthep se enfrenta a cargos por asesinato por su papel en la represión de estas protestas, que acabaron con más de 90 personas fallecidas, y por insurrección al dirigir las últimas manifestaciones, cuyo objetivo es que el Gobierno apruebe un paquete de reformas antes de que se celebren las próximas elecciones, medida que el Gobierno ha rechazado.
Aunque la previsión es que el partido de la primera ministra consiga una clara victoria, no hay suficientes candidatos registrados para que el Parlamento consiga quórum tras los comicios. Si finalmente no se llenan todos los escaños, Tailandia se verá abocada a celebrar elecciones parciales para designar más parlamentarios mientras se mantiene en funciones el Gobierno de Yingluck.
El Ejército tailandés incrementará el número de soldados que desplegará en las calles de la capital de cara a las próximas elecciones, que se celebrarán este domingo, para garantizar la seguridad de los comicios.
"Además de los 5.000 soldados que ya hemos desplegado dentro y en los alrededores de Bangkok para supervisar la seguridad del país, aumentaremos el número de soldados que desplegaremos en torno a las zonas donde se realizan las protestas dado que hay gente que trata de fomentar la violencia", ha asegurado el portavoz del Ejército, Winthai Suvaree.
El Gobierno ha ordenado el despliegue de 10.000 agentes de seguridad que serán los responsables de mantener la seguridad de Bangkok de cara a las elecciones del domingo. Los soldados del Ejército deberán estar en alerta por si existen casos de violencia.
Los manifestantes antigubernamentales miembros del Comité Popular de Reforma Democrática (PDRC) han advertido de que obstaculizarán los comicios como parte de su campaña para derrocar a la primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra.
El ministro de Trabajo, Chalerm Yoombamrung, encargado de supervisar el estado de emergencia impuesto la semana pasada, ha instado a los manifestantes a que no interrumpan las elecciones.
"Si el PDRC lo hace, la gente va a comenzar a darse palizas entre sí y nadie podrá controlar una situación como esta", ha aseverado Chalerm. "La Policía y el Ejército no tienen suficiente personal para garantizar (la seguridad) de todos los colegios electorales", ha añadido.
Los manifestantes antigubernamentales tomaron las calles el pasado mes de noviembre para protestar contra el Ejecutivo en el marco de una crisis política que se prolonga desde hace ocho años.
La crisis enfrenta a la clase media y los monárquicos con la población rural, con menor poder adquisitivo y partidaria de la primera ministra y de su hermano, el exprimer ministro Thaksin Shinawatra, que fue derrocado por un golpe de Estado en 2006, se exilió y fue condenado en 2008 en rebeldía por cargos de corrupción.
Los manifestantes acusan a Yingluck de ser una mera marioneta de Thaksin, al que definen como un corrupto que empleó el dinero de los contribuyentes tailandeses para comprar las elecciones.
CONSECUENCIAS DE LA PROTESTA
Al menos diez personas han perdido la vida y otras 577 han resultado heridas en la violencia que se ha desatado en el país desde el pasado 30 de noviembre, según el Centro Médico Erawan, encargado de supervisar los hospitales de Bangkok.
El pasado domingo, durante la celebración de las votaciones anticipadas, más de una decena de personas resultaron heridas y uno de los líderes de la protesta falleció a causa de un disparo cerca de un centro de votación. Los manifestantes evitaron que se llevaran a cabo las votaciones anticipadas en muchas partes de la capital y del sur del país.
El reciente brote de violencia es el peor de Tailandia desde 2010, cuando Suthep Thaugsuban, líder de las protestas y entonces viceprimer ministro, envió al Ejército para dar fin a las manifestaciones convocadas por activistas favorables a Thaksin.
Suthep se enfrenta a cargos por asesinato por su papel en la represión de estas protestas, que acabaron con más de 90 personas fallecidas, y por insurrección al dirigir las últimas manifestaciones, cuyo objetivo es que el Gobierno apruebe un paquete de reformas antes de que se celebren las próximas elecciones, medida que el Gobierno ha rechazado.
Aunque la previsión es que el partido de la primera ministra consiga una clara victoria, no hay suficientes candidatos registrados para que el Parlamento consiga quórum tras los comicios. Si finalmente no se llenan todos los escaños, Tailandia se verá abocada a celebrar elecciones parciales para designar más parlamentarios mientras se mantiene en funciones el Gobierno de Yingluck.