Al menos 15 muertos y 45 heridos en otra jornada de combates en Irak
Madrid, EP
Al menos 15 personas han perdido la vida y 45 han resultado heridas este viernes en una nueva oleada de combates entre el Ejército de Irak y los milicianos del Estado Islámico de Irak, afín a Al Qaeda, y el Levante (ISIL) en la ciudad iraquí de Faluya, según fuentes médicas y de las fuerzas de seguridad citadas por la agencia estatal de noticias, NINA.
En el último de los ataques, cuatro personas han muerto y 32 han resultado heridas después de un bombardeo con fuego de mortero ejecutado por el Ejército iraquí a última hora del viernes sobre el centro de Faluya. Muchas de las víctimas son mujeres y niños, según fuentes médicas.
A lo largo del día se han producido varias ráfagas de bombardeos de similares características sobre los barrios de Al Shuhada Nazal, Al Askari, Dhubat y Jbeil, todos ellos en la mitad oriental de la ciudad, en los que cinco personas han fallecido y catorce han resultado heridas, "la mayoría eran niños y mujeres", según una fuente de seguridad. No se descarta que el número de víctimas en estas ofensivas aumente con el paso de las horas.
En otro ataque, dos soldados han fallecido y cuatro han resultado heridos en un enfrentamiento armado en el área de Zuwbaa, en el sureste de Faluya, entre el Ejército y fuerzas tribales locales y del ISIL, según una fuente de las fuerzas de seguridad de la provincia de Anbar.
Las tribus suníes yacen divididas en su apoyo a la milicia vinculada a Al Qaeda y al Ejército. Mientras unas declinan ofrecer de nuevo su ayuda al Gobierno del primer ministro chií, Nuri al Maliki, al que acusan de discriminar a la comunidad suní, otras se niegan a combatir del lado de fuerzas exteriores "terroristas".
Como resultado se ha creado una gran confusión sobre el terreno y se desconoce hasta qué punto el ISIL y las fuerzas tribales afines controlan Faluya, al tiempo que se ha acentuado el vacío de seguridad ante la negativa de las tribus locales aliadas con el Gobierno a que el Ejército se adentre en la ciudad y las deserciones en el seno de la Policía local.
Faluya fue capturada por los combatientes del ISIL el 1 de enero y, desde entonces, persisten los combates y los bombardeos del Ejército que, según han denunciado en varias ocasiones los residentes de la ciudad, son "indiscriminados".
Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, fue liberada por el Ejército y las tribus locales tras varias ofensivas conjuntas. El Gobierno iraquí trata de desbloquear la situación en Faluya sin éxito y ante una oleada de desplazados que amenaza con agravar la crisis humanitaria en la zona.
Al menos 15 personas han perdido la vida y 45 han resultado heridas este viernes en una nueva oleada de combates entre el Ejército de Irak y los milicianos del Estado Islámico de Irak, afín a Al Qaeda, y el Levante (ISIL) en la ciudad iraquí de Faluya, según fuentes médicas y de las fuerzas de seguridad citadas por la agencia estatal de noticias, NINA.
En el último de los ataques, cuatro personas han muerto y 32 han resultado heridas después de un bombardeo con fuego de mortero ejecutado por el Ejército iraquí a última hora del viernes sobre el centro de Faluya. Muchas de las víctimas son mujeres y niños, según fuentes médicas.
A lo largo del día se han producido varias ráfagas de bombardeos de similares características sobre los barrios de Al Shuhada Nazal, Al Askari, Dhubat y Jbeil, todos ellos en la mitad oriental de la ciudad, en los que cinco personas han fallecido y catorce han resultado heridas, "la mayoría eran niños y mujeres", según una fuente de seguridad. No se descarta que el número de víctimas en estas ofensivas aumente con el paso de las horas.
En otro ataque, dos soldados han fallecido y cuatro han resultado heridos en un enfrentamiento armado en el área de Zuwbaa, en el sureste de Faluya, entre el Ejército y fuerzas tribales locales y del ISIL, según una fuente de las fuerzas de seguridad de la provincia de Anbar.
Las tribus suníes yacen divididas en su apoyo a la milicia vinculada a Al Qaeda y al Ejército. Mientras unas declinan ofrecer de nuevo su ayuda al Gobierno del primer ministro chií, Nuri al Maliki, al que acusan de discriminar a la comunidad suní, otras se niegan a combatir del lado de fuerzas exteriores "terroristas".
Como resultado se ha creado una gran confusión sobre el terreno y se desconoce hasta qué punto el ISIL y las fuerzas tribales afines controlan Faluya, al tiempo que se ha acentuado el vacío de seguridad ante la negativa de las tribus locales aliadas con el Gobierno a que el Ejército se adentre en la ciudad y las deserciones en el seno de la Policía local.
Faluya fue capturada por los combatientes del ISIL el 1 de enero y, desde entonces, persisten los combates y los bombardeos del Ejército que, según han denunciado en varias ocasiones los residentes de la ciudad, son "indiscriminados".
Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, fue liberada por el Ejército y las tribus locales tras varias ofensivas conjuntas. El Gobierno iraquí trata de desbloquear la situación en Faluya sin éxito y ante una oleada de desplazados que amenaza con agravar la crisis humanitaria en la zona.