Al menos 141 muertos en enfrentamientos en las últimas semanas en Irak
Madrid, EP
Los enfrentamientos registrados en las últimas semanas en las localidades iraquíes de Ramadi y Faluya tras los avances del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), grupo vinculado a Al Qaeda, se habrían saldado por el momento con 141 muertos y 509 heridos, según fuentes de seguridad iraquíes.
Estas fuentes han indicado que dicho balance no puede ser considerado como una cifra final, ya que hay víctimas que no hay podido ser trasladadas al hospital y debido a que las operaciones aún no han terminado, según ha informado la agencia iraquí de noticias.
El ISIS, un grupo que también está activo en el conflicto sirio, se hizo con el control de Faluya con apoyo de otros grupos suníes el pasado 1 de enero. El Ejército y las fuerzas de seguridad han establecido un cordón en torno a la ciudad, 50 kilómetros al oeste de Bagdad, y han mantenido enfrentamientos esporádicos con los insurgentes en su interior.
La salida de las tropas estadounidenses del país y el conflicto en Siria, con fuertes connotaciones sectarias, ha exacerbado las tensiones entre la comunidad suní y el Ejecutivo de Nuri Al Maliki, que tienen como puntos de fricción un sistema judicial que discrimina sistemáticamente a los suníes y la exclusión de esta comunidad de los altos cargos de la Administración iraquí.
No en vano, los enfrentamientos violentos con tintes sectarios entre la minoría suní y la dominante comunidad chií ya eran una tónica habitual, reminiscencia de los años de guerra en Irak tras la ocupación estadounidense --especialmente entre los años 2006 y 2007--.
Los levantamientos populares contra el Gobierno, asimismo, encontraron su germen en la ola de levantamientos de 2011 en Oriente Próximo y el norte de África, conocida como la 'Primavera Árabe', que empujó a los suníes a rebelarse pacíficamente contra Al Maliki.
Esta misma semana, el vicesecretario de Estado de Estados Unidos, William Burns, ha reiterado la disposición de Washington para apoyar a Bagdad en la lucha antiterrorista, mientras que el Gobierno ha notificado al Congreso que planea vender 24 helicópteros de combate Apache a Irak para ayudar a las autoridades para ser usados en dichas operaciones.
Los enfrentamientos registrados en las últimas semanas en las localidades iraquíes de Ramadi y Faluya tras los avances del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), grupo vinculado a Al Qaeda, se habrían saldado por el momento con 141 muertos y 509 heridos, según fuentes de seguridad iraquíes.
Estas fuentes han indicado que dicho balance no puede ser considerado como una cifra final, ya que hay víctimas que no hay podido ser trasladadas al hospital y debido a que las operaciones aún no han terminado, según ha informado la agencia iraquí de noticias.
El ISIS, un grupo que también está activo en el conflicto sirio, se hizo con el control de Faluya con apoyo de otros grupos suníes el pasado 1 de enero. El Ejército y las fuerzas de seguridad han establecido un cordón en torno a la ciudad, 50 kilómetros al oeste de Bagdad, y han mantenido enfrentamientos esporádicos con los insurgentes en su interior.
La salida de las tropas estadounidenses del país y el conflicto en Siria, con fuertes connotaciones sectarias, ha exacerbado las tensiones entre la comunidad suní y el Ejecutivo de Nuri Al Maliki, que tienen como puntos de fricción un sistema judicial que discrimina sistemáticamente a los suníes y la exclusión de esta comunidad de los altos cargos de la Administración iraquí.
No en vano, los enfrentamientos violentos con tintes sectarios entre la minoría suní y la dominante comunidad chií ya eran una tónica habitual, reminiscencia de los años de guerra en Irak tras la ocupación estadounidense --especialmente entre los años 2006 y 2007--.
Los levantamientos populares contra el Gobierno, asimismo, encontraron su germen en la ola de levantamientos de 2011 en Oriente Próximo y el norte de África, conocida como la 'Primavera Árabe', que empujó a los suníes a rebelarse pacíficamente contra Al Maliki.
Esta misma semana, el vicesecretario de Estado de Estados Unidos, William Burns, ha reiterado la disposición de Washington para apoyar a Bagdad en la lucha antiterrorista, mientras que el Gobierno ha notificado al Congreso que planea vender 24 helicópteros de combate Apache a Irak para ayudar a las autoridades para ser usados en dichas operaciones.