Milicia cristiana mata a 27 musulmanes en República Centroafricana
Bangui, EP
Al menos 27 musulmanes han muerto en un ataque de una milicia cristiana en una localidad en República Centroafricana (RCA), según ha informado este viernes Naciones Unidas.
La milicia cristiana, a los que se conoce como 'anti-balaka' (anti machetes en la lengua local), mataron a los musulmanes el jueves en Bohong, una localidad a unos 75 kilómetros de la ciudad de Bouar, en el extremo oeste del país, según ha informado la oficina de Derechos Humanos de la ONU.
"La situación también es tensa en varias localidades, incluidas Bouca, Bossangoa y Bozoum, donde continúa el círculo vicioso de ataques y represalias", ha indicado en un correo electrónico.
Los rebeldes de Séléka, principalmente musulmanes, derrocaron el pasado mes de marzo al presidente Francois Bozizé y llevaron a cabo una ola de abusos, que han generado la creación de grupos autodefensa cristianos.
Las milicias cristianas y hombres armados leales a Bozizé atacaron la capital la semana pasada, desencadenando una nueva ola de asesinatos y represalias. Más de 500 personas han muerto y 100.000 se han visto desplazadas solo en Bangui, la capital.
Las tropas francesas, actualmente unos 1.600 efectivos, han restaurado cierto orden en Bangui y han comenzado a desarmar a los grupos armados además de desplazarse a otras localidades. Pero los asesinatos en Bohong ponen de manifiesto el tamaño de la labor que tiene por delante Francia.
"Condenamos cualquier ataque en lugares de culto y contra la libertad religiosa, e instamos a todas las comunidades a ejercer contención", ha reclamado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
MUERTOS EN BANGUI
Por otra parte, varias personas han muerto en enfrentamientos en el barrio de Miskine, en el noroeste de Bangui, entre el jueves por la noche y el viernes por la mañana, según testigos, una señal de que la capital sigue siendo inestable.
El enfrentamiento comenzó cuando cristianos saquearon el jueves una tienda de motos de un hombre vinculado a Séléka y provocó asesinatos de represalia. Soldados franceses, apoyados por un helicóptero, han conseguido restaurar la calma esta mañana, según los testigos.
"La tensión sigue siendo alta en el barrio pese a la presencia de los franceses", ha explicado Chancella Cazalima, una estudiante. Los residentes de Miskine han señalado que se trata de un bastión de Séléka y han pedido al Ejército francés y a las fuerzas de paz africanas que incrementen sus operaciones para traer la calma.
TIANGAYE NO SE PRESENTARÁ A LAS ELECCIONES
En otro orden de cosas, el primer ministro, Nicolas Tiangaye, ha confirmado este viernes que no se presentará a las próximas elecciones conforme al acuerdo político firmado en enero pasado.
"En los próximos días crearemos la autoridad nacional de transición. Esta estructura, que es independiente, tendrá poderes para preparar y organizar las elecciones", ha explicado en una entrevista concedida a la cadena France 24.
Francia quiere que las elecciones sean adelantadas al próximo año, poniendo fin al periodo de transición que inicialmente está previsto que dure hasta 2015.
Al menos 27 musulmanes han muerto en un ataque de una milicia cristiana en una localidad en República Centroafricana (RCA), según ha informado este viernes Naciones Unidas.
La milicia cristiana, a los que se conoce como 'anti-balaka' (anti machetes en la lengua local), mataron a los musulmanes el jueves en Bohong, una localidad a unos 75 kilómetros de la ciudad de Bouar, en el extremo oeste del país, según ha informado la oficina de Derechos Humanos de la ONU.
"La situación también es tensa en varias localidades, incluidas Bouca, Bossangoa y Bozoum, donde continúa el círculo vicioso de ataques y represalias", ha indicado en un correo electrónico.
Los rebeldes de Séléka, principalmente musulmanes, derrocaron el pasado mes de marzo al presidente Francois Bozizé y llevaron a cabo una ola de abusos, que han generado la creación de grupos autodefensa cristianos.
Las milicias cristianas y hombres armados leales a Bozizé atacaron la capital la semana pasada, desencadenando una nueva ola de asesinatos y represalias. Más de 500 personas han muerto y 100.000 se han visto desplazadas solo en Bangui, la capital.
Las tropas francesas, actualmente unos 1.600 efectivos, han restaurado cierto orden en Bangui y han comenzado a desarmar a los grupos armados además de desplazarse a otras localidades. Pero los asesinatos en Bohong ponen de manifiesto el tamaño de la labor que tiene por delante Francia.
"Condenamos cualquier ataque en lugares de culto y contra la libertad religiosa, e instamos a todas las comunidades a ejercer contención", ha reclamado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
MUERTOS EN BANGUI
Por otra parte, varias personas han muerto en enfrentamientos en el barrio de Miskine, en el noroeste de Bangui, entre el jueves por la noche y el viernes por la mañana, según testigos, una señal de que la capital sigue siendo inestable.
El enfrentamiento comenzó cuando cristianos saquearon el jueves una tienda de motos de un hombre vinculado a Séléka y provocó asesinatos de represalia. Soldados franceses, apoyados por un helicóptero, han conseguido restaurar la calma esta mañana, según los testigos.
"La tensión sigue siendo alta en el barrio pese a la presencia de los franceses", ha explicado Chancella Cazalima, una estudiante. Los residentes de Miskine han señalado que se trata de un bastión de Séléka y han pedido al Ejército francés y a las fuerzas de paz africanas que incrementen sus operaciones para traer la calma.
TIANGAYE NO SE PRESENTARÁ A LAS ELECCIONES
En otro orden de cosas, el primer ministro, Nicolas Tiangaye, ha confirmado este viernes que no se presentará a las próximas elecciones conforme al acuerdo político firmado en enero pasado.
"En los próximos días crearemos la autoridad nacional de transición. Esta estructura, que es independiente, tendrá poderes para preparar y organizar las elecciones", ha explicado en una entrevista concedida a la cadena France 24.
Francia quiere que las elecciones sean adelantadas al próximo año, poniendo fin al periodo de transición que inicialmente está previsto que dure hasta 2015.
