La ONU se queda corta a la hora de alimentar a los sirios en pleno invierno
Ginebra, Reuters
La ONU dijo el martes que en noviembre repartió comida a 3,4 millones de personas en Siria, la misma cantidad que el mes anterior, pero lejos de su objetivo mensual de asistir a cuatro millones, debido a que los fuertes combates le han impedido llegar a zonas en disputa.
Con la llegada del invierno, el número de niños sirios considerados vulnerables y necesitados de asistencia casi se ha cuadruplicado desde hace un año a 4,3 millones, según UNICEF.
"El tamaño de la respuesta humanitaria necesaria para el invierno no tiene precedentes", agregó en un comunicado el fondo de la ONU para la infancia.
La coordinadora de socorro de emergencia de la ONU, Valerie Amos, informará al Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Siria el mismo martes en medio de una gran preocupación por la falta de acceso a civiles que viven en zonas asediadas.
Un documento de la ONU obtenido por Reuters la semana pasada dijo que unas 250.000 personas están fuera del alcance de sus convoyes de ayuda, en zonas asediadas por rebeldes o tropas gubernamentales.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) llegó en noviembre a ocho comunidades sirias aisladas desde hacía meses, principalmente en las zonas rurales de Homs y Deraa, pero estaba muy preocupado por otros lugares.
Dijo que en algunas zonas de Damasco y en la provincia de Hasakeh, en el noroeste del país, escenario de fuertes combates, no ha habido reparto de alimentos desde hace seis meses. Los vecinos también han hablado de grave escasez de comida en zonas rurales alrededor de Damasco y en Homs, y afirman que hay gente muriendo por la falta de cuidados médicos.
"Nuestro objetivo sigue siendo llegar a cuatro millones de personas en diciembre", dijo en una intervención ante la prensa en Ginebra la portavoz del PMA, Elisabeth Byrs.
"Las necesidades financieras están aumentando. Solíamos hablar de que el PMA necesitaba 30 millones de dólares a la semana, ahora necesitamos 40 millones de dólares cada semana para cubrir las operaciones en Siria, pero también para ayudar a los refugiados sirios.
Human Rights Watch urgió al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar una resolución que amenace con sanciones contra las partes que nieguen acceso a los cooperantes, un paso más allá que el comunicado presidencial no vinculante del 2 de octubre, que solo pedía cooperación.
"Un segundo invierno en medio de una guerra va a caer sobre los niños sirios", dijo a los periodistas en Ginebra la portavoz de UNICEF Marixie Mercado.
A los 4,3 millones de niños que necesitan ayuda en el país se suman otros 1,2 millones que viven como refugiados en países vecinos, agregó.
"Esto es casi 5,5 millones de niños que necesitan asistencia de una población infantil previa al conflicto de unos nueve millones".
La ONU dijo el martes que en noviembre repartió comida a 3,4 millones de personas en Siria, la misma cantidad que el mes anterior, pero lejos de su objetivo mensual de asistir a cuatro millones, debido a que los fuertes combates le han impedido llegar a zonas en disputa.
Con la llegada del invierno, el número de niños sirios considerados vulnerables y necesitados de asistencia casi se ha cuadruplicado desde hace un año a 4,3 millones, según UNICEF.
"El tamaño de la respuesta humanitaria necesaria para el invierno no tiene precedentes", agregó en un comunicado el fondo de la ONU para la infancia.
La coordinadora de socorro de emergencia de la ONU, Valerie Amos, informará al Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Siria el mismo martes en medio de una gran preocupación por la falta de acceso a civiles que viven en zonas asediadas.
Un documento de la ONU obtenido por Reuters la semana pasada dijo que unas 250.000 personas están fuera del alcance de sus convoyes de ayuda, en zonas asediadas por rebeldes o tropas gubernamentales.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) llegó en noviembre a ocho comunidades sirias aisladas desde hacía meses, principalmente en las zonas rurales de Homs y Deraa, pero estaba muy preocupado por otros lugares.
Dijo que en algunas zonas de Damasco y en la provincia de Hasakeh, en el noroeste del país, escenario de fuertes combates, no ha habido reparto de alimentos desde hace seis meses. Los vecinos también han hablado de grave escasez de comida en zonas rurales alrededor de Damasco y en Homs, y afirman que hay gente muriendo por la falta de cuidados médicos.
"Nuestro objetivo sigue siendo llegar a cuatro millones de personas en diciembre", dijo en una intervención ante la prensa en Ginebra la portavoz del PMA, Elisabeth Byrs.
"Las necesidades financieras están aumentando. Solíamos hablar de que el PMA necesitaba 30 millones de dólares a la semana, ahora necesitamos 40 millones de dólares cada semana para cubrir las operaciones en Siria, pero también para ayudar a los refugiados sirios.
Human Rights Watch urgió al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar una resolución que amenace con sanciones contra las partes que nieguen acceso a los cooperantes, un paso más allá que el comunicado presidencial no vinculante del 2 de octubre, que solo pedía cooperación.
"Un segundo invierno en medio de una guerra va a caer sobre los niños sirios", dijo a los periodistas en Ginebra la portavoz de UNICEF Marixie Mercado.
A los 4,3 millones de niños que necesitan ayuda en el país se suman otros 1,2 millones que viven como refugiados en países vecinos, agregó.
"Esto es casi 5,5 millones de niños que necesitan asistencia de una población infantil previa al conflicto de unos nueve millones".