La emergencia puede durar cinco meses más en Filipinas
Madrid, EP
Acción Contra el Hambre (ACH) ha advertido de que la emergencia humanitaria en las regiones de Filipinas más afectadas por el tifón Yolanda puede durar "cinco meses más" y ha asegurado que "sin una respuesta más decidida por parte de la comunidad internacional no será fácil" atender a las necesidades más básicas de la población y apoyar la reconstrucción de la zona.
De hecho, la organización ha detallado en un comunicado que únicamente hay un compromiso por parte de los países y organizaciones externas al país para aportar el 49 por ciento del total de los fondos que ha solicitado la ONU. Por esta razón, asegura que algunos de los sectores de intervención están "sub financiados", entre los que ha destacado la nutrición, para la que se dispone únicamente del 4 por ciento de los fondos necesarios.
Por otra parte, ha señalado la necesidad de "pasar poco a poco de las estructuras provisionales a la rehabilitación de redes" de suministros básicos, especialmente en los núcleos urbanos.
En este sentido, ha explicado que la situación de la zona "es todavía frágil" y ha apuntado a la importancia de asegurar la calidad del agua en los centros de acogida y en los hogares para evitar la aparición de epidemias y para cortar las vías de transmisión de enfermedades como las infecciones diarreicas agudas.
Asimismo, ACH ha incidido también en la necesidad de atender el impacto nutricional que ha tenido el desastre en una población en la que, según ha recordado, ya tenía un 8 por ciento de malnutrición aguda global antes de la llegada del tifón.
Por otra parte, la organización ha apuntado a los modelos de transferencia económica de "dinero por trabajo" como una de las actuaciones "fundamentales" para llevar a cabo la reconstrucción de las infraestructuras básicas, así como para garantizar un sustento mínimo a las familias y para hacer posible una reactivación de la economía.
Para ello, ha destacado que será necesario reponer los instrumentos productivos de que disponía antes la población para ganarse la vida tales como barcas, redes, semillas o herramientas.
"Conviene hacer esto siempre con un enfoque de Reducción de Riesgo de Desastres, de modo que futuros desastres naturales no vuelvan a hacer añicos estos avances", ha explicado el responsable de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida de ACH, Julien Jacob.
Aún así, pese a señalar la importancia de la prevención de riesgos en caso de desastres naturales, de cara a la reconstrucción de la región, la organización ha reconocido que el tifón Haiyan "ha sido sorprendentemente intensa y fuerte", hasta el punto de compararla con desastres como el terremoto que devastó Haití en 2010 o los tsunamis de Aceh en 2004 y Japón en 2011.
Por ello, considera que "ante un desastre de tal magnitud, la preparación local y nacional no son suficientes" y que "la preparación y respuesta internacional también son necesarias" para hacer frente a situaciones de esta magnitud, ha concluido.
Acción Contra el Hambre (ACH) ha advertido de que la emergencia humanitaria en las regiones de Filipinas más afectadas por el tifón Yolanda puede durar "cinco meses más" y ha asegurado que "sin una respuesta más decidida por parte de la comunidad internacional no será fácil" atender a las necesidades más básicas de la población y apoyar la reconstrucción de la zona.
De hecho, la organización ha detallado en un comunicado que únicamente hay un compromiso por parte de los países y organizaciones externas al país para aportar el 49 por ciento del total de los fondos que ha solicitado la ONU. Por esta razón, asegura que algunos de los sectores de intervención están "sub financiados", entre los que ha destacado la nutrición, para la que se dispone únicamente del 4 por ciento de los fondos necesarios.
Por otra parte, ha señalado la necesidad de "pasar poco a poco de las estructuras provisionales a la rehabilitación de redes" de suministros básicos, especialmente en los núcleos urbanos.
En este sentido, ha explicado que la situación de la zona "es todavía frágil" y ha apuntado a la importancia de asegurar la calidad del agua en los centros de acogida y en los hogares para evitar la aparición de epidemias y para cortar las vías de transmisión de enfermedades como las infecciones diarreicas agudas.
Asimismo, ACH ha incidido también en la necesidad de atender el impacto nutricional que ha tenido el desastre en una población en la que, según ha recordado, ya tenía un 8 por ciento de malnutrición aguda global antes de la llegada del tifón.
Por otra parte, la organización ha apuntado a los modelos de transferencia económica de "dinero por trabajo" como una de las actuaciones "fundamentales" para llevar a cabo la reconstrucción de las infraestructuras básicas, así como para garantizar un sustento mínimo a las familias y para hacer posible una reactivación de la economía.
Para ello, ha destacado que será necesario reponer los instrumentos productivos de que disponía antes la población para ganarse la vida tales como barcas, redes, semillas o herramientas.
"Conviene hacer esto siempre con un enfoque de Reducción de Riesgo de Desastres, de modo que futuros desastres naturales no vuelvan a hacer añicos estos avances", ha explicado el responsable de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida de ACH, Julien Jacob.
Aún así, pese a señalar la importancia de la prevención de riesgos en caso de desastres naturales, de cara a la reconstrucción de la región, la organización ha reconocido que el tifón Haiyan "ha sido sorprendentemente intensa y fuerte", hasta el punto de compararla con desastres como el terremoto que devastó Haití en 2010 o los tsunamis de Aceh en 2004 y Japón en 2011.
Por ello, considera que "ante un desastre de tal magnitud, la preparación local y nacional no son suficientes" y que "la preparación y respuesta internacional también son necesarias" para hacer frente a situaciones de esta magnitud, ha concluido.