Hariri: Trípoli "no se convertirá en un refugio para el régimen sirio"
Madrid, EP
El exprimer ministro libanés Saad Hariri ha condenado este martes los últimos enfrentamientos registrados en la localidad de Trípoli (norte) y ha asegurado que la ciudad no se convertirá en un peón de las disputas políticas regionales.
"Trípoli no convertirá, bajo ninguna circunstancia, en un refugio para el régimen sirio y sus aliados en Líbano", ha dicho, a través de un comunicado. En el mismo, ha abogado por convertir Trípoli "en una ciudad sin armas".
"Somos responsables a la hora de hacer frente a los peligros que acucian a Líbano", ha indicado, antes de acusar a los aliados de Damasco --en referencia al partido-milicia chií Hezbolá-- de azuzar los enfrentamientos en la ciudad.
Asimismo, ha expresado su confianza en que Trípoli "supere la difícil fase que atraviesa", al tiempo que ha pedido al Gobierno que "ponga fin a las disputas y reinstaure la justicia en la ciudad", según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.
El Ejército libanés ha arrestado este mismo martes a al menos 21 personas en una nueva jornada de enfrentamientos entre milicias en la ciudad, escenario de constantes combates entre grupos sectarios partidarios y detractores del Gobierno sirio.
En lo que va de año, más de cien personas han muerto en enfrentamientos entre milicias del barrio de Bab al Tabané, habitado fundamentalmente por suníes partidarios de las milicias sublevadas contra el Gobierno de Bashar al Assad, y el vecino Jabal Mohsen, donde viven alauíes, comunidad chií a la que pertenece el propio mandatario sirio.
El último brote de violencia estalló después de varios ataques contra objetivos alauíes durante la última semana. Los choques se han intensificado en los últimos días y, según residentes de estas zonas consultados por Reuters, su fin no parece cercano.
El exprimer ministro libanés Saad Hariri ha condenado este martes los últimos enfrentamientos registrados en la localidad de Trípoli (norte) y ha asegurado que la ciudad no se convertirá en un peón de las disputas políticas regionales.
"Trípoli no convertirá, bajo ninguna circunstancia, en un refugio para el régimen sirio y sus aliados en Líbano", ha dicho, a través de un comunicado. En el mismo, ha abogado por convertir Trípoli "en una ciudad sin armas".
"Somos responsables a la hora de hacer frente a los peligros que acucian a Líbano", ha indicado, antes de acusar a los aliados de Damasco --en referencia al partido-milicia chií Hezbolá-- de azuzar los enfrentamientos en la ciudad.
Asimismo, ha expresado su confianza en que Trípoli "supere la difícil fase que atraviesa", al tiempo que ha pedido al Gobierno que "ponga fin a las disputas y reinstaure la justicia en la ciudad", según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.
El Ejército libanés ha arrestado este mismo martes a al menos 21 personas en una nueva jornada de enfrentamientos entre milicias en la ciudad, escenario de constantes combates entre grupos sectarios partidarios y detractores del Gobierno sirio.
En lo que va de año, más de cien personas han muerto en enfrentamientos entre milicias del barrio de Bab al Tabané, habitado fundamentalmente por suníes partidarios de las milicias sublevadas contra el Gobierno de Bashar al Assad, y el vecino Jabal Mohsen, donde viven alauíes, comunidad chií a la que pertenece el propio mandatario sirio.
El último brote de violencia estalló después de varios ataques contra objetivos alauíes durante la última semana. Los choques se han intensificado en los últimos días y, según residentes de estas zonas consultados por Reuters, su fin no parece cercano.