Grecia: La ultraderecha sigue ganando apoyo tras la detención de su cúpula
Los sondeos dan un 10% de intención de voto a los neonazis de Aurora Dorada
M. A. S.-V.
Madrid, El País
Ni la detención de sus principales líderes, ni el sumario de 10.000 páginas que retrata al partido como una organización criminal. Ni la pérdida de financiación pública, retirada por el Parlamento el pasado día 18, ni las numerosas pruebas en su contra (fotografías y vídeos con saludos nazis, eslóganes antisemitas o vestimentas estilo Ku Klux Klan) parecen hacer mella en el partido neonazi griego Aurora Dorada (AD), que según las encuestas de intención de voto se consolida como tercera opción política ante unas hipotéticas elecciones, con un promedio del 10% de apoyos. En las de 2012 logró el 7% de los sufragios (alrededor de 500.000 votos).
Los últimos meses no han sido fáciles para AD, pero sí fértiles en propaganda (lo que puede explicar este éxito). Seis de sus 18 diputados —incluido Nikos Mijaloliakos, el Führer, como se le denomina en el sumario abierto tras su captura— fueron arrestados a finales de septiembre tras el asesinato del rapero y activista antifascista Pavlos Fysas por un simpatizante de la organización neonazi. El juez instructor consideró probada la relación y el conocimiento del crimen por parte de la dirección de AD. De los seis detenidos, tres fueron puestos en libertad con cargos y otros tres, incluido Mijaloliakos, continúan en prisión preventiva junto a otros 10 militantes a la espera de un juicio que no se celebrará hasta bien avanzado 2014.
Los sondeos de intención de voto se resintieron aquellos calurosos días de primeros de octubre, cuando el Parlamento retiró la inmunidad a seis diputados por su implicación en el caso o por delitos pendientes, y AD pareció perder apoyos: por vez primera, los principales medios de comunicación se referían a ellos como neonazis en vez de nacionalistas griegos.
Pero el asesinato de dos jóvenes militantes el 1 de noviembre ante una sede local del partido volvió a insuflar aliento a la formación, que aborda la crisis como si fuera viento en la popa. El doble crimen sigue sin resolverse, con todas las opciones sobre la mesa: de una venganza de la extrema izquierda por la muerte de Fisas a un turbio ajuste de cuentas criminal, dados los antecedentes de la organización (extorsión a inmigrantes; redes de prostitución...).
¿Cómo ha podido remontar AD en apenas tres meses los efectos del golpe judicial y policial de septiembre? “Lo que ha sucedido solo ha afectado a la estructura militar de la organización; se han acabado los ataques a inmigrantes, los apuñalamientos, las demostraciones de fuerza callejeras”, explica en conversación telefónica Dimitris Psarás, autor de Libro negro del partido nazifascista griego y el mayor experto en la organización. “El apoyo del que goza, ese 10% de probables votos, es algo contra lo que nada pueden hacer ofensivas judiciales o policiales. Para frenar a AD se necesita una respuesta política, porque quienes lo votan son los más desesperanzados, los expulsados del sistema, gente que no concede ningún crédito al actual sistema político”, explica Psarás.
Aurora Dorada aparece así como una extraña amalgama ideológica: partido neonazi y a la vez antisistema. “Tras el golpe de septiembre ha modificado su discurso público, aunque proclamas como la de Mijaloliakos, que gritó Zitó i niki, o sea, Sieg Heil [saludo nazi] en griego, resulten inequívocas. Pero no todos sus votantes son nazis. Existe, evidentemente, un núcleo duro que vota con conocimiento de causa ideológico, pero estaríamos hablando del 3% de las intenciones de voto como mucho. El resto son votantes arrastrados por la crisis y la recesión, que obvian la identidad neonazi del partido”, explica el periodista griego. “Los más fanáticos, además, no han cambiado de opinión pese a la detención de su cúpula; y además se reafirman en el victimismo, especialmente tras el doble asesinato de noviembre, y en ver complós contra el partido por todas partes”.
Grecia tiene dos citas electorales en 2014; las europeas de mayo y unas municipales que también coincidirán con la presidencia semestral de la Unión. El führer Mijaloliakos será, aun encarcelado, cabeza de lista al Europarlamento; el portavoz del partido y también encausado Ilias Kasidiaris —detenido en septiembre, hoy en libertad con cargos— candidato a la alcaldía de Atenas. Un panorama paradójico, el de un partido que saca pecho pese a tener en contra a buena parte de la opinión pública, y al Parlamento, que el pasado día 18 le privó de los 873.000 euros que le correspondían en 2013 como grupo con representación parlamentaria.
M. A. S.-V.
Madrid, El País
Ni la detención de sus principales líderes, ni el sumario de 10.000 páginas que retrata al partido como una organización criminal. Ni la pérdida de financiación pública, retirada por el Parlamento el pasado día 18, ni las numerosas pruebas en su contra (fotografías y vídeos con saludos nazis, eslóganes antisemitas o vestimentas estilo Ku Klux Klan) parecen hacer mella en el partido neonazi griego Aurora Dorada (AD), que según las encuestas de intención de voto se consolida como tercera opción política ante unas hipotéticas elecciones, con un promedio del 10% de apoyos. En las de 2012 logró el 7% de los sufragios (alrededor de 500.000 votos).
Los últimos meses no han sido fáciles para AD, pero sí fértiles en propaganda (lo que puede explicar este éxito). Seis de sus 18 diputados —incluido Nikos Mijaloliakos, el Führer, como se le denomina en el sumario abierto tras su captura— fueron arrestados a finales de septiembre tras el asesinato del rapero y activista antifascista Pavlos Fysas por un simpatizante de la organización neonazi. El juez instructor consideró probada la relación y el conocimiento del crimen por parte de la dirección de AD. De los seis detenidos, tres fueron puestos en libertad con cargos y otros tres, incluido Mijaloliakos, continúan en prisión preventiva junto a otros 10 militantes a la espera de un juicio que no se celebrará hasta bien avanzado 2014.
Los sondeos de intención de voto se resintieron aquellos calurosos días de primeros de octubre, cuando el Parlamento retiró la inmunidad a seis diputados por su implicación en el caso o por delitos pendientes, y AD pareció perder apoyos: por vez primera, los principales medios de comunicación se referían a ellos como neonazis en vez de nacionalistas griegos.
Pero el asesinato de dos jóvenes militantes el 1 de noviembre ante una sede local del partido volvió a insuflar aliento a la formación, que aborda la crisis como si fuera viento en la popa. El doble crimen sigue sin resolverse, con todas las opciones sobre la mesa: de una venganza de la extrema izquierda por la muerte de Fisas a un turbio ajuste de cuentas criminal, dados los antecedentes de la organización (extorsión a inmigrantes; redes de prostitución...).
¿Cómo ha podido remontar AD en apenas tres meses los efectos del golpe judicial y policial de septiembre? “Lo que ha sucedido solo ha afectado a la estructura militar de la organización; se han acabado los ataques a inmigrantes, los apuñalamientos, las demostraciones de fuerza callejeras”, explica en conversación telefónica Dimitris Psarás, autor de Libro negro del partido nazifascista griego y el mayor experto en la organización. “El apoyo del que goza, ese 10% de probables votos, es algo contra lo que nada pueden hacer ofensivas judiciales o policiales. Para frenar a AD se necesita una respuesta política, porque quienes lo votan son los más desesperanzados, los expulsados del sistema, gente que no concede ningún crédito al actual sistema político”, explica Psarás.
Aurora Dorada aparece así como una extraña amalgama ideológica: partido neonazi y a la vez antisistema. “Tras el golpe de septiembre ha modificado su discurso público, aunque proclamas como la de Mijaloliakos, que gritó Zitó i niki, o sea, Sieg Heil [saludo nazi] en griego, resulten inequívocas. Pero no todos sus votantes son nazis. Existe, evidentemente, un núcleo duro que vota con conocimiento de causa ideológico, pero estaríamos hablando del 3% de las intenciones de voto como mucho. El resto son votantes arrastrados por la crisis y la recesión, que obvian la identidad neonazi del partido”, explica el periodista griego. “Los más fanáticos, además, no han cambiado de opinión pese a la detención de su cúpula; y además se reafirman en el victimismo, especialmente tras el doble asesinato de noviembre, y en ver complós contra el partido por todas partes”.
Grecia tiene dos citas electorales en 2014; las europeas de mayo y unas municipales que también coincidirán con la presidencia semestral de la Unión. El führer Mijaloliakos será, aun encarcelado, cabeza de lista al Europarlamento; el portavoz del partido y también encausado Ilias Kasidiaris —detenido en septiembre, hoy en libertad con cargos— candidato a la alcaldía de Atenas. Un panorama paradójico, el de un partido que saca pecho pese a tener en contra a buena parte de la opinión pública, y al Parlamento, que el pasado día 18 le privó de los 873.000 euros que le correspondían en 2013 como grupo con representación parlamentaria.