Fuertes lluvias impidieron a muchos sudafricanos seguir en el funeral de Mandela
Johanesburgo, EFE
Las intensas lluvias caídas durante toda la mañana en Johannesburgo impidieron a muchos sudafricanos seguir el servicio religioso oficial por el expresidente Nelson Mandela, que se pudo ver en espacios públicos de todo el país a través de pantallas gigantes de televisión.
El aguacero no solo anegó estadios como el de Dobsonville, sino que también impidió las proyecciones previstas en algunos espacios abiertos, como en Qunu, localidad donde Mandela pasó su infancia y será enterrado.
La ceremonia llenó gran parte del estadio FNB de Soweto, que acogió el oficio religioso y donde los asistentes se mantuvieron estoicamente bajo la lluvia gracias a los paraguas durante la mayor parte del programa previsto.
Sin embargo, tras los discursos de los jefes de Estado y de Gobierno, el recinto se vació, una hora antes del final de la ceremonia.
Los residentes en otras áreas cercanas pudieron seguir el servicio religioso desde los estadios de Ellis Park, Orlando y Dobsonville, a pesar del intenso aguacero.
El estadio de Orlando, anegado por la lluvia, recibió a residentes como la jubilada Emily Mashaba: “Estoy empapada, pero aquí sigo. Ni un terremoto habría impedido que viniera”.
“Por desgracia, no podré ir al funeral de Madiba en Qunu, Orlando será el lugar donde me despida de él”, declaró a la agencia sudafricana Sapa.
No obstante, el estadio mundialista FNB de Soweto fue el que acaparó todo el interés de los residentes de la capital, que no dejaron de afluir durante la mañana para buscar un asiento entre las gradas.
Nomvula Malindi, de 24 años, abandonó el estadio de Dobsonville, donde “no había ninguna ambiente de excitación” para dirigirse a FNB, cuando supo que no estaba al completo,
“Aquí no hay ningún Barack Obama ni Bill Clinton. Algunos jóvenes ni siquiera han visto en persona al presidente -de Sudáfrica- Jacob Zuma”, dijo.
En Qunu (sureste del país), la lluvia impidió algunos de los actos previstos, como la proyección de la ceremonia en una explanada de césped frente al Museo Nelson Mandela.
A tres kilómetros de allí, en la casa de Mandela, todo permanecía tranquilo y sin visitantes.
En Ciudad del Cabo, sin embargo, la ceremonia pudo seguirse sin dificultad a través de pantallas instaladas cerca de donde Mandela ofreció su primer discurso como hombre libre.
Las intensas lluvias caídas durante toda la mañana en Johannesburgo impidieron a muchos sudafricanos seguir el servicio religioso oficial por el expresidente Nelson Mandela, que se pudo ver en espacios públicos de todo el país a través de pantallas gigantes de televisión.
El aguacero no solo anegó estadios como el de Dobsonville, sino que también impidió las proyecciones previstas en algunos espacios abiertos, como en Qunu, localidad donde Mandela pasó su infancia y será enterrado.
La ceremonia llenó gran parte del estadio FNB de Soweto, que acogió el oficio religioso y donde los asistentes se mantuvieron estoicamente bajo la lluvia gracias a los paraguas durante la mayor parte del programa previsto.
Sin embargo, tras los discursos de los jefes de Estado y de Gobierno, el recinto se vació, una hora antes del final de la ceremonia.
Los residentes en otras áreas cercanas pudieron seguir el servicio religioso desde los estadios de Ellis Park, Orlando y Dobsonville, a pesar del intenso aguacero.
El estadio de Orlando, anegado por la lluvia, recibió a residentes como la jubilada Emily Mashaba: “Estoy empapada, pero aquí sigo. Ni un terremoto habría impedido que viniera”.
“Por desgracia, no podré ir al funeral de Madiba en Qunu, Orlando será el lugar donde me despida de él”, declaró a la agencia sudafricana Sapa.
No obstante, el estadio mundialista FNB de Soweto fue el que acaparó todo el interés de los residentes de la capital, que no dejaron de afluir durante la mañana para buscar un asiento entre las gradas.
Nomvula Malindi, de 24 años, abandonó el estadio de Dobsonville, donde “no había ninguna ambiente de excitación” para dirigirse a FNB, cuando supo que no estaba al completo,
“Aquí no hay ningún Barack Obama ni Bill Clinton. Algunos jóvenes ni siquiera han visto en persona al presidente -de Sudáfrica- Jacob Zuma”, dijo.
En Qunu (sureste del país), la lluvia impidió algunos de los actos previstos, como la proyección de la ceremonia en una explanada de césped frente al Museo Nelson Mandela.
A tres kilómetros de allí, en la casa de Mandela, todo permanecía tranquilo y sin visitantes.
En Ciudad del Cabo, sin embargo, la ceremonia pudo seguirse sin dificultad a través de pantallas instaladas cerca de donde Mandela ofreció su primer discurso como hombre libre.