Cientos de beduinos celebran su 'Día de la ira' en Israel
Haifa, EP
Cientos de árabes beduinos han protagonizado este sábado su 'Día de la ira' en una protesta contra los planes del Gobierno israelí de forzar a 40.000 beduinos a desplazarse a la región desértica de Negev, en el sur de Israel, que ha concluido en altercados con las fuerzas de seguridad.
Este plan del Ejecutivo del primer ministro Benjamin Netanyahu ha provocado fuertes críticas no solo desde la comunidad beduina sino también desde la población árabe en Israel, que vincula este movimiento con la misma política que promovió la ocupación del este de Jerusalén y de Cisjordania.
La Policía ha lanzado granadas aturdidoras y ha recurrido a los cañones de agua a presión para aplacar a los cientos de jóvenes que han bloqueado la principal de autopista al grito de 'Con nuestra alma y sangre te defenderemos, Palestina'.
Los enfrentamientos se han expandido al corazón de la ciudad portuaria israelí de Haifa, donde cientos de manifestantes y policías, y a la cuidad de Hura, en la región de Negev, a la que ha asistido más de un millar de personas. La protesta en Hura también ha degenerado en choques con la Policía que ha lanzado gas lacrimógeno, bombas aturdidoras y recurrido al agua a presión.
Marchas con este mismo motivo se han celebrado en la ciudad vieja de Jerusalén Este, en otra localidad de mayoría árabe en el centro del país y en un área de Cisjordania donde conviven colonos judíos y musulmanes. En éste último lugar, las fuerzas de seguridad también han disparado gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
28 DETENIDOS Y DECENAS DE HERIDOS
Al menos 28 personas han sido detenidas en Haifa y Hura, según un portavoz de la Policía israelí. Una quincena de agentes han tenido que ser atendidos por heridas provocadas en los disturbios mientras que testigos presenciales han asegurado que varios manifestantes también han resultado heridos.
"Estábamos aquí antes que Israel. Lo que están haciendo en Negev es lo que han hecho con nosotros durante todo este tiempo", ha criticado un miembro árabe del Parlamento, Hanin Zoabi, en declaraciones a Reuters durante el transcurso de la marcha en Haifa.
"Podrán aprobar una votación pero los jóvenes aquí y en Negev resistirán democráticamente de cualquier forma posible y les pararemos", ha desafiado Zoabi.
La ley será sometida a una votación final en el Parlamento israelí antes de finales de año y que contempla que 40.000 beduinos que "no son reconocidos" por el Estado hebreo sean trasladados de sus viviendas actuales a siete localidades de la región de Negev.
CONDENA DE NETANYAHU
El primer ministro israelí ha condenado las protestas y ha afirmado que estos son "intentos de una minoría violenta y bulliciosa de negarse a un futuro mejor para una gran parte de la población".
Netanyahu ha calificado de "graves" los altercados en los que han derivado las diversas manifestaciones y ha asegurado que "seguirán adelante" con esta ley que, según él, dará un "futuro mejor", asimismo, a la población de la región de Negev.
El Gobierno ha anunciado que compensará a los beduinos afectados con indemnizaciones monetarias y tierras, bajo el eslogan de "llevarles de vuelta al siglo XXI" y el objetivo de mejorar sus condiciones de vida, de acuerdo con un informe oficial.
Unos 200.000 beduinos viven en Negev, la mitad de ellos en pueblos cuyas viviendas e infraestructuras han sido construidas por las autoridades israelíes. La otra mitad de la comunidad beduina vive en 42 asentamientos que no cuentan con agua potable, electricidad ni condiciones higiénicas.
Grupos defensores de los Derechos Humanos han reclamado al Gobierno de Netanyahu que se preocupe de mejorar las condiciones de vida de este grupo de beduinos y no de aquellos que residen en ciudades dormitorio repartidas en el centro y norte de Israel, donde conviven además con gran parte de la comunidad árabe israelí.
Cientos de árabes beduinos han protagonizado este sábado su 'Día de la ira' en una protesta contra los planes del Gobierno israelí de forzar a 40.000 beduinos a desplazarse a la región desértica de Negev, en el sur de Israel, que ha concluido en altercados con las fuerzas de seguridad.
Este plan del Ejecutivo del primer ministro Benjamin Netanyahu ha provocado fuertes críticas no solo desde la comunidad beduina sino también desde la población árabe en Israel, que vincula este movimiento con la misma política que promovió la ocupación del este de Jerusalén y de Cisjordania.
La Policía ha lanzado granadas aturdidoras y ha recurrido a los cañones de agua a presión para aplacar a los cientos de jóvenes que han bloqueado la principal de autopista al grito de 'Con nuestra alma y sangre te defenderemos, Palestina'.
Los enfrentamientos se han expandido al corazón de la ciudad portuaria israelí de Haifa, donde cientos de manifestantes y policías, y a la cuidad de Hura, en la región de Negev, a la que ha asistido más de un millar de personas. La protesta en Hura también ha degenerado en choques con la Policía que ha lanzado gas lacrimógeno, bombas aturdidoras y recurrido al agua a presión.
Marchas con este mismo motivo se han celebrado en la ciudad vieja de Jerusalén Este, en otra localidad de mayoría árabe en el centro del país y en un área de Cisjordania donde conviven colonos judíos y musulmanes. En éste último lugar, las fuerzas de seguridad también han disparado gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
28 DETENIDOS Y DECENAS DE HERIDOS
Al menos 28 personas han sido detenidas en Haifa y Hura, según un portavoz de la Policía israelí. Una quincena de agentes han tenido que ser atendidos por heridas provocadas en los disturbios mientras que testigos presenciales han asegurado que varios manifestantes también han resultado heridos.
"Estábamos aquí antes que Israel. Lo que están haciendo en Negev es lo que han hecho con nosotros durante todo este tiempo", ha criticado un miembro árabe del Parlamento, Hanin Zoabi, en declaraciones a Reuters durante el transcurso de la marcha en Haifa.
"Podrán aprobar una votación pero los jóvenes aquí y en Negev resistirán democráticamente de cualquier forma posible y les pararemos", ha desafiado Zoabi.
La ley será sometida a una votación final en el Parlamento israelí antes de finales de año y que contempla que 40.000 beduinos que "no son reconocidos" por el Estado hebreo sean trasladados de sus viviendas actuales a siete localidades de la región de Negev.
CONDENA DE NETANYAHU
El primer ministro israelí ha condenado las protestas y ha afirmado que estos son "intentos de una minoría violenta y bulliciosa de negarse a un futuro mejor para una gran parte de la población".
Netanyahu ha calificado de "graves" los altercados en los que han derivado las diversas manifestaciones y ha asegurado que "seguirán adelante" con esta ley que, según él, dará un "futuro mejor", asimismo, a la población de la región de Negev.
El Gobierno ha anunciado que compensará a los beduinos afectados con indemnizaciones monetarias y tierras, bajo el eslogan de "llevarles de vuelta al siglo XXI" y el objetivo de mejorar sus condiciones de vida, de acuerdo con un informe oficial.
Unos 200.000 beduinos viven en Negev, la mitad de ellos en pueblos cuyas viviendas e infraestructuras han sido construidas por las autoridades israelíes. La otra mitad de la comunidad beduina vive en 42 asentamientos que no cuentan con agua potable, electricidad ni condiciones higiénicas.
Grupos defensores de los Derechos Humanos han reclamado al Gobierno de Netanyahu que se preocupe de mejorar las condiciones de vida de este grupo de beduinos y no de aquellos que residen en ciudades dormitorio repartidas en el centro y norte de Israel, donde conviven además con gran parte de la comunidad árabe israelí.