La aviación de Al Assad lanza bombas incendiarias

Madrid, EP
El grupo pro Derechos Humanos Human Rights Watch ha denunciado el uso de bombas incendiarias por parte de la aviación del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, y asegura haber contabilizado hasta 56 ataques de este tipo perpetrados desde noviembre de 2012 hasta septiembre de este año.


"Siria ha empleado armas incendiarias para infligir terribles daños a los civiles, muchos de ellos niños", ha denunciado una investigadora de HRW, Bonnie Docherty. "¿Dónde está el escándalo internacional? Los demás países deberían condenar el uso de armas incendiarias como han hecho con las armas químicas y las bombas de racimo", ha argumentado.

Así, HRW insta a Siria a "cesar de inmediato en el uso de armamento incendiario" en un comunicado hecho público este lunes. Este tipo de armas generan calor y llamas a través de una reacción química de una sustancia inflamable, por lo que causan quemaduras extremadamente dolorosas muy difíciles de tratar.

Según los vídeos recopilados por HRW, las bombas incendiarias eran lanzadas por helicópteros o por aviones de combate de ala fija y ha podido constatar el empleo de tres tipos de bombas incendiarias empleadas en Siria, todos ellos de fabricación soviética.

El informe de HRW se basa en un año de trabajo de campo y documentación a través de entrevistas con testigos presenciales de los ataques y recopilación de fotografías y vídeos. El texto recoge con especial detalle cuatro ataques con armas incendiarias en los que murieron al menos 41 civiles y otros 71 resultaron heridos. Dos de ellos fueron perpetrados contra dos escuelas, en barrios residenciales alejados de objetivos militares.

Así, recoge el testimonio de la doctora Saleyha Ahsan, médico británica especializada en atención de emergencia que trabajaba como voluntaria en un hospital de la provincia de Alepo el pasado 26 de agosto cuando llegaron al centro decenas de heridos de un ataque con armas incendiarias contra una escuela que en ese momento estaba llena de adolescentes que estudiaban para sus exámenes.

"Un paciente con quemaduras de tercer grado en el 90 por ciento de su cuerpo llegó aún vivo al hospital. Su ropa estaba totalmente quemada. Son las heridas más horribles que haya podido ver nunca en un paciente vivo", ha relatado Ahsan en declaraciones a HRW. El paciente iba a ser evacuado hacia Turquía para recibir atención especializada, pero finalmente falleció.

Siria no es firmante de la Convención sobre Armas Convencionales de 1980, que en su Protocolo III prohíbe el uso de armas incendiarias aerotransportadas en zonas de "concentración de civiles". Un total de 107 países, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, han firmado esta convención.

"La legislación internacional existente que restringe el uso de armas incendiarias podría verse fortalecida de muchos modos, pero los atroces ataques incendiarios de Siria demuestran que una prohibición global sería la mejor solución", ha argumentado Docherty.

En cualquier caso, HRW denuncia que estos ataques en zonas civiles suponen una violación del Derecho Internacional Humanitario y un crimen de guerra, ya que son inherentemente indiscriminadas. Por ello ha anunciado su intención de denunciar el caso en la sesión anual de la Convención sobre Armas Convencionales que se celebrará a partir del 12 de noviembre en Ginebra.

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