Escándalo en Japón: hoteles de lujo engañaron a sus clientes con menús falseados
Tokio, EFE
El Gobierno nipón ha comenzado a investigar un escándalo desvelado en los últimas semanas que afecta a decenas de hoteles y establecimientos de prestigio del país que admitieron haber mentido sobre el origen de los productos en sus menús.
La polémica se desató el pasado el pasado 25 de octubre cuando el hotel Ritz-Carlton de Osaka admitió haber hecho pasar ingredientes de los menús de sus restaurantes y de su servicio de habitaciones por otros más baratos con la intención de recortar gastos.
En los días siguientes, varias cadenas hoteleras que operan prestigiosos restaurantes de Japón reconocieron haber llevado a cabo la misma práctica lo que ha desatado un enorme escándalo en el país.
En el caso del hotel Ritz-Carlton de Osaka, sus responsables admitieron que servían a los clientes zumos de frutas descongelados haciéndolos pasar por “recién exprimidos” y que ofrecían tartas, pan o salsas producidos industrialmente como productos elaborados en el propio establecimiento, además de mentir sobre el lugar de cultivo de verduras incluidas en diversos platos.
La empresa se comprometió a reembolsar al menos unos 20 millones de yenes a unos 10.000 clientes
Días después, el hotel New Hankyu de la misma ciudad admitió prácticas similares y finalmente la empresa se comprometió a reembolsar al menos unos 20 millones de yenes a unos 10.000 clientes por falsear en total 47 productos en sus menús.
Con el paso de las semanas, cadenas hoteleras como Tokyu, Keihan, Okura o la rama de alojamientos de la aerolínea Japan Airlines (JAL) reconocieron prácticas similares en locales de todo Japón, incluido Tokio.
Entre sus faltas están las de vender como bistec lo que en realidad era carne procesada o camarones patiblancos, gambas comunes y langostinos jumbo como si fueran gambas kuruma, cuyo precio de mercado es más caro.
A estos hoteles se unieron después los operadores de tres de las grandes superficies de mayor prestigio en Japón, Matsuzakaya, Takashimaya e Isetan, conocidas por la exclusividad de sus productos.
Las tres empresas afirmaron haber hecho pasar genero diverso por otro más baratos, tanto en los restaurantes de sus centros comerciales como en los refinados menús para llevar que preparan.
Las primeras inspecciones anunciadas hoy por el Gobierno las efectuó la Agencia de Asuntos del Consumidor en dos hoteles operados por la cadena Hankyu Hanshin en la ciudad de Osaka: el Ritz-Cartlon y el New Hankyu.
Los principales responsables de la agencia han decidido compilar los resultados de esta investigación para finales de noviembre.
Su intención es elaborar unas estrictas directrices, que probablemente estén listas para finales de año, para regular las descripciones de los productos que se ofertan en los menús de restaurantes y otros establecimientos, explicaron representantes del Gobierno.
El Gobierno nipón ha comenzado a investigar un escándalo desvelado en los últimas semanas que afecta a decenas de hoteles y establecimientos de prestigio del país que admitieron haber mentido sobre el origen de los productos en sus menús.
La polémica se desató el pasado el pasado 25 de octubre cuando el hotel Ritz-Carlton de Osaka admitió haber hecho pasar ingredientes de los menús de sus restaurantes y de su servicio de habitaciones por otros más baratos con la intención de recortar gastos.
En los días siguientes, varias cadenas hoteleras que operan prestigiosos restaurantes de Japón reconocieron haber llevado a cabo la misma práctica lo que ha desatado un enorme escándalo en el país.
En el caso del hotel Ritz-Carlton de Osaka, sus responsables admitieron que servían a los clientes zumos de frutas descongelados haciéndolos pasar por “recién exprimidos” y que ofrecían tartas, pan o salsas producidos industrialmente como productos elaborados en el propio establecimiento, además de mentir sobre el lugar de cultivo de verduras incluidas en diversos platos.
La empresa se comprometió a reembolsar al menos unos 20 millones de yenes a unos 10.000 clientes
Días después, el hotel New Hankyu de la misma ciudad admitió prácticas similares y finalmente la empresa se comprometió a reembolsar al menos unos 20 millones de yenes a unos 10.000 clientes por falsear en total 47 productos en sus menús.
Con el paso de las semanas, cadenas hoteleras como Tokyu, Keihan, Okura o la rama de alojamientos de la aerolínea Japan Airlines (JAL) reconocieron prácticas similares en locales de todo Japón, incluido Tokio.
Entre sus faltas están las de vender como bistec lo que en realidad era carne procesada o camarones patiblancos, gambas comunes y langostinos jumbo como si fueran gambas kuruma, cuyo precio de mercado es más caro.
A estos hoteles se unieron después los operadores de tres de las grandes superficies de mayor prestigio en Japón, Matsuzakaya, Takashimaya e Isetan, conocidas por la exclusividad de sus productos.
Las tres empresas afirmaron haber hecho pasar genero diverso por otro más baratos, tanto en los restaurantes de sus centros comerciales como en los refinados menús para llevar que preparan.
Las primeras inspecciones anunciadas hoy por el Gobierno las efectuó la Agencia de Asuntos del Consumidor en dos hoteles operados por la cadena Hankyu Hanshin en la ciudad de Osaka: el Ritz-Cartlon y el New Hankyu.
Los principales responsables de la agencia han decidido compilar los resultados de esta investigación para finales de noviembre.
Su intención es elaborar unas estrictas directrices, que probablemente estén listas para finales de año, para regular las descripciones de los productos que se ofertan en los menús de restaurantes y otros establecimientos, explicaron representantes del Gobierno.