Altares vistosos y calaveras anuncian la llegada del Día de Muertos en México (+fotos)
México, EFE
Las calaveras y las flores de cempasúchil que inundan desde hace días los altares y ofrendas colocados en la capital mexicana anuncian la llegada del Día de Muertos, cuando las almas de los difuntos abandonan sus tumbas para reunirse con sus seres queridos.
La celebración del Día de Muertos se prolonga varias jornadas, el 1 de noviembre se dedica a las almas de los niños y el día siguiente a las de los adultos.
La fiesta concluye el tercer día de noviembre, cuando las almas regresan al Mictlán, su lugar de residencia, y las familias celebran el fin de la visita con una fiesta donde se consumen los alimentos que formaron parte de la ofrenda.
“En México nos enfrentamos a la muerte un poco a carcajadas, el hecho de hacer calaveras de azúcar o las calaveritas (poemas) parece que vivimos la muerte desde una manera peculiar”, explicó a Efe la rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Carmen Beatriz López-Portillo.
En el claustro, ubicado en el corazón de la capital mexicana, se instaló un altar en homenaje al artista mexicano José Guadalupe Posada, creador de la “Catrina”,popularizada por el muralista Diego Rivera en su obra “Sueño de una tarde dominical en la Alameda”.
En el plano central del altar figura Posada, con su característico bigote, junto a la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) acompañados de calacas, flores, veladoras, mole y el tradicional “pan de muertos”, elaborado con harina de trigo, huevo, azúcar y anís.En México, en lo que va de este año se han registrado más de 300 agresiones contra la libertad de expresión, según datos aportados por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
No obstante, la capital mexicana está llena de altares, muchos de ellos dedicados a destacadas figuras, como el elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en homenaje a la pintora surrealista Remedios Varo (1908-1963), donde conviven las catrinas y los muñecos de papel maché.
La también pintora Frida Kahlo (1907-1954) es la protagonista del altar de la Galería José María Velasco, ubicado en la céntrica colonia Morelos.
Reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2003, esta es “quizá la fiesta más importante de los pueblos indígenas”, dijo a Efe el responsable del Museo Indígena de la Ciudad de México, Octavio Murillo.
La tradición de la celebración
Originaria del sureste de México y el norte de Centroamérica, la “fiesta de los muertos” conmemora la “última cosecha del año” y en ella se agradece a las deidades del inframundo los frutos recibidos.
El altar indígena, a diferencia de las ofrendas que proliferan en la capital mexicana, carece de calaveras y de los populares papeles picados.
En su lugar, utilizan las flores, la caña de azúcar, el maíz y frutas como las naranjas y las guayabas para decorar estos altares donde imperan los colores sobrios.
Si bien la festividad se remonta a tiempos prehispánicos, también toma elementos de culturas europeas, como la figura de la muerte bailando, propia de la cultura romana, o las alegorías de la muerte de la Edad Media y del Renacimiento, explicó el director del Museo de la Ciudad de México, Alfredo Cruz.