Tercer día de protestas en la Universidad de Al Azhar de El Cairo
Miles de estudiantes de la Universidad de Al Azhar --la institución más importante del mundo-- han participado este lunes en una nueva jornada de protesta, la tercera consecutiva, para exigir el regreso al poder del anterior presidente egipcio, Mohamed Mursi, que fue derrocado el pasado 3 de julio en un golpe de Estado.
Las manifestaciones de los estudiantes que exigen la reinstauración de Mursi en la presidencia del país son un tema delicado para las autoridades interinas, toda vez que esta institución suní, la más importante de esta rama del Islam, ha estado históricamente apoyando al Gobierno.
En otra muestra de las dificultades del Gobierno por mantener la estabilidad tras la salida de Mursi, el primer ministro egipcio, Hazem el Beblawi, ha amenazado con tomar medidas más duras contra quienes intenten dividir a Egipto, después de que varios hombres armados mataran a cuatro personas en un ataque contra una iglesia en El Cairo.
Las protestas de los últimos días en los campus de la Universidad de Al Azhar en El Cairo y en otras ciudades no han tenido tanto seguimiento como las anteriores movilizaciones contra el Gobierno provisional surgido del golpe de Estado. Fuentes de los servicios de seguridad egipcios han asegurado que han participado unos 4.000 estudiantes en las manifestaciones, de los cuales han sido arrestados 44.
Las manifestaciones de los seguidores de Mursi en la Universidad de Al Azhar sugieren que podrían haber optado por un cambio de estrategia para centrarse en realizar protestas en lugares sensibles en vez de llenar las calles de las principales ciudades, lo que provocó una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad.
Algunos de los clérigos, altos cargos y profesores de la Universidad de Al Azhar son seguidores declarados del movimiento islamista Hermanos Musulmanes, al que pertenece Mursi. No está claro si las manifestaciones en la Universidad de Al Azhar reflejan divisiones en el seno de esta institución suní o si se trata de un grupo de estudiantes que está intentando poner presión al Gobierno.
Las autoridades ha llevado a cabo una campaña contra los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista cuyo partido político ganó todas las elecciones convocadas desde la caída del régimen que presidía Hosni Mubarak, en febrero de 2011, y que ahora vuelva a estar ilegaliszado.
