Servicios secretos franceses dieron a EEUU datos de llamadas en Francia
París, EFE
Los servicios secretos franceses transmitieron a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), en el marco de intercambios mutuos, datos interceptados sobre las comunicaciones a través de Francia, publicó “Le Monde”.
La Dirección General de la Seguridad Exterior de Francia (DGSE) intercepta y almacena información sobre las comunicaciones con llegada o salida en el territorio francés a través de cables submarinos, y transfiere una parte en virtud de un protocolo de intercambio con la NSA establecido a finales de 2011 y comienzos de 2012, señaló el diario francés.
La transmisión a Estados Unidos de datos telefónicos, sin que hayan sido seleccionados previamente, se refiere tanto a comunicaciones entre interlocutores en el extranjero, como a otras entre personas en Francia con otras en el exterior e incluyen conversaciones privadas.
Los cables submarinos que entran en Francia por Marsella (sureste) y Bretaña (noroeste) conectan con países sensibles en términos de seguridad en África y en Asia (como Afganistán).
“Le Monde”, que de acuerdo con los documentos sustraídos por el extécnico de la CIA Edward Snowden a la NSA había revelado la semana pasada que Estados Unidos había interceptado decenas de millones de comunicaciones en Francia (en sólo 30 días 70,3 millones entre fines de 2012 y comienzos de 2013), reconoció hoy como “en parte” verídica la versión del responsable de los servicios secretos norteamericanos.
Antecedentes del altercado en las relaciones bilaterales
El general estadounidense Keith Alexander había asegurado ayer, tras el revuelo sobre la interceptación masiva de comunicaciones por la NSA en Francia, España e Italia, que eran esos países europeos los que les pasaban los datos.
El diario francés consideró “poco probable” que el Gobierno francés no estuviera al corriente del intercambio de informaciones entre la DGSE y la NSA, lo que “relativiza la sinceridad” de las protestas oficiales de París contra Washington por haber sido objeto de espionaje y pone de relieve “la responsabilidad de las autoridades políticas francesas”.
Un responsable gubernamental francés citado por el periódico puso el acento en que Francia no es el único que procede al “trueque” de datos que pasan por su territorio, sino que es una práctica común entre otros países “amigos” como Israel, Italia o Suecia que también tienen conexiones internacionales con cables submarinos estratégicos para Estados Unidos.
Nadal recordó que han pedido explicaciones a Estados Unidos, a los que han propuesto “un marco común de clarificación”, y en cuanto a la acción de los servicios secretos franceses, insistió en que “están estrictamente encuadradas por la ley”.
La DGSE no quiso reaccionar oficialmente, pero “un alto responsable” de los servicios secretos franceses que pidió no ser identificado tras reconocer “estos intercambios de datos”, negó “categóricamente” la dimensión de esas transferencias y que la NSA hubiera recibido datos de 70,3 millones de llamadas en un mes.
El Ministerio de Exteriores, que en un primer momento había calificado de “extravagantes” las declaraciones del general Alexander, comentó hoy, por boca de su portavoz, Romain Nadal, que su preocupación es conocer “la naturaleza y la amplitud de las escuchas estadounidenses en nuestro territorio”.
A la cuestión de si una parte de las interceptaciones atribuidas a los estadounidenses podían proceder en parte de la DGSE, un “diplomático de alto rango” francés admitió implícitamente a “Le Monde” que entre los servicios secretos hay cooperación con Estados Unidos “en el marco de la lucha antiterrorista”.
Las autoridades francesas convocaron la semana pasada al embajador estadounidense en Francia para reclamar explicaciones sobre la amplitud del espionaje de que fue objeto el país por Estados Unidos, y han anunciado su intención de establecer “un código de buena conducta para el futuro”.
Los servicios secretos franceses transmitieron a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), en el marco de intercambios mutuos, datos interceptados sobre las comunicaciones a través de Francia, publicó “Le Monde”.
La Dirección General de la Seguridad Exterior de Francia (DGSE) intercepta y almacena información sobre las comunicaciones con llegada o salida en el territorio francés a través de cables submarinos, y transfiere una parte en virtud de un protocolo de intercambio con la NSA establecido a finales de 2011 y comienzos de 2012, señaló el diario francés.
La transmisión a Estados Unidos de datos telefónicos, sin que hayan sido seleccionados previamente, se refiere tanto a comunicaciones entre interlocutores en el extranjero, como a otras entre personas en Francia con otras en el exterior e incluyen conversaciones privadas.
Los cables submarinos que entran en Francia por Marsella (sureste) y Bretaña (noroeste) conectan con países sensibles en términos de seguridad en África y en Asia (como Afganistán).
“Le Monde”, que de acuerdo con los documentos sustraídos por el extécnico de la CIA Edward Snowden a la NSA había revelado la semana pasada que Estados Unidos había interceptado decenas de millones de comunicaciones en Francia (en sólo 30 días 70,3 millones entre fines de 2012 y comienzos de 2013), reconoció hoy como “en parte” verídica la versión del responsable de los servicios secretos norteamericanos.
Antecedentes del altercado en las relaciones bilaterales
El general estadounidense Keith Alexander había asegurado ayer, tras el revuelo sobre la interceptación masiva de comunicaciones por la NSA en Francia, España e Italia, que eran esos países europeos los que les pasaban los datos.
El diario francés consideró “poco probable” que el Gobierno francés no estuviera al corriente del intercambio de informaciones entre la DGSE y la NSA, lo que “relativiza la sinceridad” de las protestas oficiales de París contra Washington por haber sido objeto de espionaje y pone de relieve “la responsabilidad de las autoridades políticas francesas”.
Un responsable gubernamental francés citado por el periódico puso el acento en que Francia no es el único que procede al “trueque” de datos que pasan por su territorio, sino que es una práctica común entre otros países “amigos” como Israel, Italia o Suecia que también tienen conexiones internacionales con cables submarinos estratégicos para Estados Unidos.
Nadal recordó que han pedido explicaciones a Estados Unidos, a los que han propuesto “un marco común de clarificación”, y en cuanto a la acción de los servicios secretos franceses, insistió en que “están estrictamente encuadradas por la ley”.
La DGSE no quiso reaccionar oficialmente, pero “un alto responsable” de los servicios secretos franceses que pidió no ser identificado tras reconocer “estos intercambios de datos”, negó “categóricamente” la dimensión de esas transferencias y que la NSA hubiera recibido datos de 70,3 millones de llamadas en un mes.
El Ministerio de Exteriores, que en un primer momento había calificado de “extravagantes” las declaraciones del general Alexander, comentó hoy, por boca de su portavoz, Romain Nadal, que su preocupación es conocer “la naturaleza y la amplitud de las escuchas estadounidenses en nuestro territorio”.
A la cuestión de si una parte de las interceptaciones atribuidas a los estadounidenses podían proceder en parte de la DGSE, un “diplomático de alto rango” francés admitió implícitamente a “Le Monde” que entre los servicios secretos hay cooperación con Estados Unidos “en el marco de la lucha antiterrorista”.
Las autoridades francesas convocaron la semana pasada al embajador estadounidense en Francia para reclamar explicaciones sobre la amplitud del espionaje de que fue objeto el país por Estados Unidos, y han anunciado su intención de establecer “un código de buena conducta para el futuro”.