IBTEN: Bolivia requiere 30 años para tener planta nuclear
La Paz, Erbol
“Sería un salto tan importante no solamente por razones energéticas sino por razones medicinales, y hemos trabajado casi calladito, con Argentina y Francia, y vamos a avanzar, no estamos lejos, tenemos materia prima”. Con esa seguridad el presidente Evo Morales ratificó el interés que existe para que el país ingrese en el campo de investigación de la energía nuclear con fines pacíficos.
El director del Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (IBTEN), Luis Romero, explicó que los estudios en este campo representarán un ‘proceso largo´. Se estima que al menos se necesiten 30 años para que el país pueda contar con una planta de producción de este tipo de energía.
“Es un proceso largo, no es un tema de un lustro, de una década, son tiempos más extensos que esos, e implica la presencia de una infraestructura, de varias áreas de formación de recursos humanos, porque en esas instalaciones hay físicos, químicos, ingenieros nucleares, eléctricos, electromecánicos, en fin, por eso mismo hablar de dos a tres décadas hace ver la complejidad del proyecto”, manifestó.
El especialista enfatizó que un “grupo pequeño” -apenas dos profesionales- se capacita en Argentina, mientras que en todo el país existen cerca de una veintena de expertos en este campo, razón por la que sugirió que el primer paso sea garantizar el personal adecuado para emprender este trabajo.
Romero detalló que en el territorio nacional ya se inició la investigación en el campo nuclear no energético, que está abocado a aplicaciones de salud, recursos naturales e industria, proceso que inició en la década de los 60’. Respecto al ámbito energético, advirtió los riesgos medio ambientales a causa de los desechos.
“Uno de los inconvenientes es la generación de residuos radiactivos porque todas estas actividades, sobre todo la generación de energía nucleoeléctrica, implica la generación de combustible agotado, lo que viene a transformarse en pasivo ambiental, pero también hay que sopesar los términos en calidad de vida para los bolivianos”, indicó.
Según el director, existen plazos medios entre cinco a 10 años en los que se deberá considerar la estabilidad geológica, el suministro de agua y la existencia de centros de consumo de energía, parámetros que permitirán determinar el espacio en que se puede instalar una planta nuclear.
La pasada jornada, el embajador de Francia en Bolivia, uno de los países que el presidente Evo dijo que coopera, Michel Pinard, afirmó que aún no existe ninguna negociación con el gobierno boliviano sobre algún proyecto de energía nuclear. El diplomático aclaró que el gobierno francés sólo se limita a escuchar a Bolivia.
“El término de negociaciones no es un término adecuado, porque en realidad sobre este tema solo nos limitamos a escuchar a la parte boliviana quien manifestó al más alto nivel su interés por la energía nuclear como una opción de desarrollo de la capacidad energética global del país”, señaló el diplomático.
Otros datos del propio IBTEN señalan que el país necesita una inversión de 10 millones de dólares y cinco años de trabajo para iniciar la producción nacional de energía nuclear.
“Sería un salto tan importante no solamente por razones energéticas sino por razones medicinales, y hemos trabajado casi calladito, con Argentina y Francia, y vamos a avanzar, no estamos lejos, tenemos materia prima”. Con esa seguridad el presidente Evo Morales ratificó el interés que existe para que el país ingrese en el campo de investigación de la energía nuclear con fines pacíficos.
El director del Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (IBTEN), Luis Romero, explicó que los estudios en este campo representarán un ‘proceso largo´. Se estima que al menos se necesiten 30 años para que el país pueda contar con una planta de producción de este tipo de energía.
“Es un proceso largo, no es un tema de un lustro, de una década, son tiempos más extensos que esos, e implica la presencia de una infraestructura, de varias áreas de formación de recursos humanos, porque en esas instalaciones hay físicos, químicos, ingenieros nucleares, eléctricos, electromecánicos, en fin, por eso mismo hablar de dos a tres décadas hace ver la complejidad del proyecto”, manifestó.
El especialista enfatizó que un “grupo pequeño” -apenas dos profesionales- se capacita en Argentina, mientras que en todo el país existen cerca de una veintena de expertos en este campo, razón por la que sugirió que el primer paso sea garantizar el personal adecuado para emprender este trabajo.
Romero detalló que en el territorio nacional ya se inició la investigación en el campo nuclear no energético, que está abocado a aplicaciones de salud, recursos naturales e industria, proceso que inició en la década de los 60’. Respecto al ámbito energético, advirtió los riesgos medio ambientales a causa de los desechos.
“Uno de los inconvenientes es la generación de residuos radiactivos porque todas estas actividades, sobre todo la generación de energía nucleoeléctrica, implica la generación de combustible agotado, lo que viene a transformarse en pasivo ambiental, pero también hay que sopesar los términos en calidad de vida para los bolivianos”, indicó.
Según el director, existen plazos medios entre cinco a 10 años en los que se deberá considerar la estabilidad geológica, el suministro de agua y la existencia de centros de consumo de energía, parámetros que permitirán determinar el espacio en que se puede instalar una planta nuclear.
La pasada jornada, el embajador de Francia en Bolivia, uno de los países que el presidente Evo dijo que coopera, Michel Pinard, afirmó que aún no existe ninguna negociación con el gobierno boliviano sobre algún proyecto de energía nuclear. El diplomático aclaró que el gobierno francés sólo se limita a escuchar a Bolivia.
“El término de negociaciones no es un término adecuado, porque en realidad sobre este tema solo nos limitamos a escuchar a la parte boliviana quien manifestó al más alto nivel su interés por la energía nuclear como una opción de desarrollo de la capacidad energética global del país”, señaló el diplomático.
Otros datos del propio IBTEN señalan que el país necesita una inversión de 10 millones de dólares y cinco años de trabajo para iniciar la producción nacional de energía nuclear.