Casi 50 muertos en varios atentados contra chiíes y soldados iraquíes
Bagdad, Reuters
Diez coches cargados con explosivos estallaron el domingo en áreas de mayoría chií de Bagdad y sus alrededores, y un suicida se inmoló detonando una bomba junto a un grupo de soldados que esperaban para recibir su paga en el norte de Irak, causando un total de 49 muertos, informó la policía.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad de los atentados, aunque los chiíes están considerados como apóstatas por los extremistas islámicos vinculados con Al Qaeda, que ha recuperado capacidad de ataque este año.
Los soldados y el personal de seguridad también son blanco de los integristas suníes, que buscan desestabilizar el Gobierno liderado por chiíes.
El ataque que más muertes causó el domingo tuvo lugar en la ciudad de Mosul, en el norte del país, cuando un hombre que conducía un vehículo se inmoló fuera de un banco público donde había soldados esperando para recoger sus salarios, dijo la policía. Doce personas murieron.
Otras 37 personas murieron en ataques aparentemente coordinados dentro y fuera de Bagdad. En el peor de ellos, dos coches bomba estallaron casi al mismo tiempo cerca de un abarrotado mercado en la localidad de Nahrawan, en el sur de la capital, cobrándose siete vidas.
"Estaba desayunando cuando una fuerte explosiones acudió el edificio, destrozando la ventana de mi apartamento y llenando la mesa de cristales", dijo Suad Ahmed, una mujer que vive en Baladiyat, donde la explosión de otro coche bomba mató a tres personas.
"Me quedé aterrorizada. Escuché a mujeres y niños gritando. Empecé a llorar, tenía miedo de la muerte", agregó.
Al Qaeda tuvo que retroceder en 2007 y la violencia disminuyó en los años siguientes, pero ha vuelto a recuperar presencia, y unos 3.000 civiles han muertos en lo que va del año, según el grupo de seguimiento Iraq Body Count.
Los insurgentes han aprovechado el creciente descontento entre la minoría suní de Irak, que reclama haber sido marginada por el gobierno chií que llegó al poder tras la invasión liderada por Estados Unidos en 2003.
Las relaciones entre las dos principales ramas del islam también se han visto afectadas por la guerra civil en la vecina Siria.
Diez coches cargados con explosivos estallaron el domingo en áreas de mayoría chií de Bagdad y sus alrededores, y un suicida se inmoló detonando una bomba junto a un grupo de soldados que esperaban para recibir su paga en el norte de Irak, causando un total de 49 muertos, informó la policía.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad de los atentados, aunque los chiíes están considerados como apóstatas por los extremistas islámicos vinculados con Al Qaeda, que ha recuperado capacidad de ataque este año.
Los soldados y el personal de seguridad también son blanco de los integristas suníes, que buscan desestabilizar el Gobierno liderado por chiíes.
El ataque que más muertes causó el domingo tuvo lugar en la ciudad de Mosul, en el norte del país, cuando un hombre que conducía un vehículo se inmoló fuera de un banco público donde había soldados esperando para recoger sus salarios, dijo la policía. Doce personas murieron.
Otras 37 personas murieron en ataques aparentemente coordinados dentro y fuera de Bagdad. En el peor de ellos, dos coches bomba estallaron casi al mismo tiempo cerca de un abarrotado mercado en la localidad de Nahrawan, en el sur de la capital, cobrándose siete vidas.
"Estaba desayunando cuando una fuerte explosiones acudió el edificio, destrozando la ventana de mi apartamento y llenando la mesa de cristales", dijo Suad Ahmed, una mujer que vive en Baladiyat, donde la explosión de otro coche bomba mató a tres personas.
"Me quedé aterrorizada. Escuché a mujeres y niños gritando. Empecé a llorar, tenía miedo de la muerte", agregó.
Al Qaeda tuvo que retroceder en 2007 y la violencia disminuyó en los años siguientes, pero ha vuelto a recuperar presencia, y unos 3.000 civiles han muertos en lo que va del año, según el grupo de seguimiento Iraq Body Count.
Los insurgentes han aprovechado el creciente descontento entre la minoría suní de Irak, que reclama haber sido marginada por el gobierno chií que llegó al poder tras la invasión liderada por Estados Unidos en 2003.
Las relaciones entre las dos principales ramas del islam también se han visto afectadas por la guerra civil en la vecina Siria.