El presidente de EEUU acusa a Boehner de frenar la tramitación de la reforma migratoria
Washington, EP
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha culpado al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, de bloquear la tramitación de la reforma migratoria en la sede legislativa.
En una entrevista concedida a la cadena Telemundo, Obama ha salido al paso de las críticas por la lenta tramitación de la reforma migratoria en el Congreso, a pesar de que ha sido una de sus principales promesas electorales, lo que ha llevado a algunos a afirmar que "está muerta".
"No debería estarlo", ha considerado. "Porque tenemos un proyecto de ley que ya ha sido aprobado con el apoyo bipartidista en el Senado y un presidente que dice que es su prioridad y que está dispuesto a firmarlo", ha argumentado.
Así, ha sostenido que "el problema es que Boehner no quiere presentar este proyecto de ley a votación en la Cámara de Representantes porque hay una mayoría demócrata, pero también una minoría republicana, que votarían a favor".
Interrogado sobre las medidas que podría tomar para garantizar la estancia en Estados Unidos de los que se beneficiarían de esta reforma migratoria mientras se aprueba en el Congreso, ha rehusado detener las deportaciones.
"Mi responsabilidad, como presidente, es firmar las leyes que ya han sido aprobadas en el Congreso", ha recordado. "El camino a seguir va a través del Congreso y en estos momentos debemos centrarnos en eso", ha sostenido.
EL 'SÍ' DEL SENADO
El pasado 26 de junio, el Senado aprobó, por 68 votos a favor y 32 en contra, la reforma migratoria impulsada por Obama, que puede suponer la ciudadanía para los once millones de personas que viven en Estados Unidos en situación irregular.
La propuesta, recogida en 1.200 páginas, se basa en el establecimiento de un periodo de 13 años para la regularización de los 'sin papeles' que cumplan ciertos requisitos, así como de castigos para quienes contraten a trabajadores en situación ilegal.
Para lograr el apoyo de los republicanos se incluyó una enmienda para reforzar la seguridad en la frontera con México, donde habrá 42.000 agentes en lugar de 21.000, se construirán 1.100 kilómetros más de valla y se utilizarán nuevos equipos tecnológicos, como aviones no tripulados.
Desde entonces, la reforma migratoria se encuentra en la Cámara de Representantes, donde el debate se ha enquistado debido a la mayoría republicana. Boehner ya advirtió de que no se limitarían a "votar todo lo que apruebe el Senado".
PROMESA ELECTORAL
Obama ha asumido la aprobación de la reforma migratoria como un proyecto personal, ya que fue una de las grandes promesas --además del cierre de la cárcel de Guantánamo-- de la campaña electoral de 2008, que finalmente le llevaron a la Presidencia.
Sin embargo, una vez en la Casa Blanca, el bloqueo en el Congreso, después de que los demócratas perdieran el control de la Cámara de Representantes y redujeran su mayoría en el Senado, impidió sacar adelante la reforma migratoria.
Así las cosas, en la campaña para las elecciones presidenciales de 2012 Obama recuperó su promesa de aprobar una reforma migratoria integral que consolidara la imagen de Estados Unidos como país de oportunidades y legalizara la situación de los trabajadores irregulares.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha culpado al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, de bloquear la tramitación de la reforma migratoria en la sede legislativa.
En una entrevista concedida a la cadena Telemundo, Obama ha salido al paso de las críticas por la lenta tramitación de la reforma migratoria en el Congreso, a pesar de que ha sido una de sus principales promesas electorales, lo que ha llevado a algunos a afirmar que "está muerta".
"No debería estarlo", ha considerado. "Porque tenemos un proyecto de ley que ya ha sido aprobado con el apoyo bipartidista en el Senado y un presidente que dice que es su prioridad y que está dispuesto a firmarlo", ha argumentado.
Así, ha sostenido que "el problema es que Boehner no quiere presentar este proyecto de ley a votación en la Cámara de Representantes porque hay una mayoría demócrata, pero también una minoría republicana, que votarían a favor".
Interrogado sobre las medidas que podría tomar para garantizar la estancia en Estados Unidos de los que se beneficiarían de esta reforma migratoria mientras se aprueba en el Congreso, ha rehusado detener las deportaciones.
"Mi responsabilidad, como presidente, es firmar las leyes que ya han sido aprobadas en el Congreso", ha recordado. "El camino a seguir va a través del Congreso y en estos momentos debemos centrarnos en eso", ha sostenido.
EL 'SÍ' DEL SENADO
El pasado 26 de junio, el Senado aprobó, por 68 votos a favor y 32 en contra, la reforma migratoria impulsada por Obama, que puede suponer la ciudadanía para los once millones de personas que viven en Estados Unidos en situación irregular.
La propuesta, recogida en 1.200 páginas, se basa en el establecimiento de un periodo de 13 años para la regularización de los 'sin papeles' que cumplan ciertos requisitos, así como de castigos para quienes contraten a trabajadores en situación ilegal.
Para lograr el apoyo de los republicanos se incluyó una enmienda para reforzar la seguridad en la frontera con México, donde habrá 42.000 agentes en lugar de 21.000, se construirán 1.100 kilómetros más de valla y se utilizarán nuevos equipos tecnológicos, como aviones no tripulados.
Desde entonces, la reforma migratoria se encuentra en la Cámara de Representantes, donde el debate se ha enquistado debido a la mayoría republicana. Boehner ya advirtió de que no se limitarían a "votar todo lo que apruebe el Senado".
PROMESA ELECTORAL
Obama ha asumido la aprobación de la reforma migratoria como un proyecto personal, ya que fue una de las grandes promesas --además del cierre de la cárcel de Guantánamo-- de la campaña electoral de 2008, que finalmente le llevaron a la Presidencia.
Sin embargo, una vez en la Casa Blanca, el bloqueo en el Congreso, después de que los demócratas perdieran el control de la Cámara de Representantes y redujeran su mayoría en el Senado, impidió sacar adelante la reforma migratoria.
Así las cosas, en la campaña para las elecciones presidenciales de 2012 Obama recuperó su promesa de aprobar una reforma migratoria integral que consolidara la imagen de Estados Unidos como país de oportunidades y legalizara la situación de los trabajadores irregulares.