Agua de Fukushima se podrá descontaminar y tirar al mar, según la empresa Tepco
Tokio, AFP
Consultores estadounidenses de la empresa japonesa Tepco, que tiene a su cargo la accidentada central nuclear de Fukushima, estimaron el viernes que el agua contaminada de la planta atómica se podrá tirar en el océano después de descontaminarla.
La central de Fukushima Daiichi contiene unas 400.000 toneladas de agua llena de cesio, estroncio, tritio y otras substancias radiactivas en el subsuelo o almacenadas en un millar de depósitos improvisados tras el accidente nuclear de 2011 provocado por un tsunami.
El gobierno japonés anunció un plan de emergencia para contener las pérdidas de agua radioactiva.
Los expertos nucleares estadounidenses, contratados como consultantes por Tepco, Lake Barrett y Dale Klein, estimaron que el agua no puede permanecer eternamente en los depósitos.
“Hay que tratar el agua altamente contaminada y luego Japón habrá de decidir qué hace, pero, desde mi punto de vista, probablemente se la tire” al océano, explicó Barrett.
“El agua es un asunto de interés público sumamente sensible. Con toda razón, a la gente le preocupa este tema. Pero los niveles son tan bajos que no tendrían que estar tan preocupados”, puntualizó en rueda de prensa.
“Los aspectos que se perciben del agua superan ampliamente lo que realmente ocurre desde un punto de vista tecnológico, científico o de ingeniería”, declaró.
“Pienso que, culturalmente, Tepco, y probablemente otras compañías en Japón quieren saber todo antes de decir algo. He tratado de alentar a Tepco para que sea más abierta, rápida”, agregó.
Este viernes, y por razones desconocidas, de nuevo se detectó vapor sobre el reactor 3 de la central de Fukushima, cuyo edificio fue dañado en marzo de 2011, señaló Tepco.
El vapor ya fue observado el pasado 18 de julio, pero se disipó, para reaparecer varias veces hasta el 7 de agosto, tras lo cual desapareció.
Pese a las afirmaciones del primer ministro japonés, Shinzo Abe, de que “la situación está bajo control”, diversos incidentes siguen produciéndose en Fukushima, que, según reconoció hace poco el vicepresidente de Tepco, Zengo Aizawa, “aún está en un estado de hospital de campo de batalla”.
Consultores estadounidenses de la empresa japonesa Tepco, que tiene a su cargo la accidentada central nuclear de Fukushima, estimaron el viernes que el agua contaminada de la planta atómica se podrá tirar en el océano después de descontaminarla.
La central de Fukushima Daiichi contiene unas 400.000 toneladas de agua llena de cesio, estroncio, tritio y otras substancias radiactivas en el subsuelo o almacenadas en un millar de depósitos improvisados tras el accidente nuclear de 2011 provocado por un tsunami.
El gobierno japonés anunció un plan de emergencia para contener las pérdidas de agua radioactiva.
Los expertos nucleares estadounidenses, contratados como consultantes por Tepco, Lake Barrett y Dale Klein, estimaron que el agua no puede permanecer eternamente en los depósitos.
“Hay que tratar el agua altamente contaminada y luego Japón habrá de decidir qué hace, pero, desde mi punto de vista, probablemente se la tire” al océano, explicó Barrett.
“El agua es un asunto de interés público sumamente sensible. Con toda razón, a la gente le preocupa este tema. Pero los niveles son tan bajos que no tendrían que estar tan preocupados”, puntualizó en rueda de prensa.
“Los aspectos que se perciben del agua superan ampliamente lo que realmente ocurre desde un punto de vista tecnológico, científico o de ingeniería”, declaró.
“Pienso que, culturalmente, Tepco, y probablemente otras compañías en Japón quieren saber todo antes de decir algo. He tratado de alentar a Tepco para que sea más abierta, rápida”, agregó.
Este viernes, y por razones desconocidas, de nuevo se detectó vapor sobre el reactor 3 de la central de Fukushima, cuyo edificio fue dañado en marzo de 2011, señaló Tepco.
El vapor ya fue observado el pasado 18 de julio, pero se disipó, para reaparecer varias veces hasta el 7 de agosto, tras lo cual desapareció.
Pese a las afirmaciones del primer ministro japonés, Shinzo Abe, de que “la situación está bajo control”, diversos incidentes siguen produciéndose en Fukushima, que, según reconoció hace poco el vicepresidente de Tepco, Zengo Aizawa, “aún está en un estado de hospital de campo de batalla”.