Los talibán adoptarán medidas si el gobierno de Pakistán retoma la pena de muerte
Islamabad, EP
Los talibán paquistaníes han amenazado al Gobierno de Nawaz Sharif con adoptar medidas si finalmente ejecuta a cuatro personas la próxima semana, dos de ellas milicianos del grupo radical suní Lashkar-i-Jhangvi. Estas muertes supondrán el fin de una moratoria para las penas capitales mantenida durante cinco años.
El Gobierno eliminó dicha moratoria el pasado mes de junio y un portavoz del servicio de prisiones de la provincia de Sindh, en el sur del país, ha confirmado que cuatro presos serán ahorcados entre el 20 y el 22 de agosto.
Otra fuente ha identificado a dos de los condenados como Ataulá, alias 'Qasim', y Mohamad Azan, alias 'Sharif'. Ambos fueron sentenciados a muerte en julio de 2004 por su responsabilidad en la muerte del médico chií Ali Raza Peerani, asesinado en 2001.
Los talibán han distribuido un comunicado en las regiones tribales fronterizas con Afganistán, donde tienen su base la mayoría de los grupos islamistas, y han advertido de que "si los presos son ejecutados, significaría una declaración de guerra" por parte del partido en el poder, Liga Musulmana Pakistán-Nawaz (PML-N).
Organizaciones como Amnistía Internacional han criticado el fin de la moratoria. El jefe de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, I.A. Rehman, también se ha mostrado contrario a este tipo de medidas: "La pena de muerte no debería ser castigo para nadie".
Sin embargo, las autoridades paquistaníes confían en que recuperar la amenaza de la ejecución sirva como disuasión para los milicianos islamistas. Hasta 8.000 presos esperan en las cárceles de Pakistán su posible ejecución.
Los talibán paquistaníes han amenazado al Gobierno de Nawaz Sharif con adoptar medidas si finalmente ejecuta a cuatro personas la próxima semana, dos de ellas milicianos del grupo radical suní Lashkar-i-Jhangvi. Estas muertes supondrán el fin de una moratoria para las penas capitales mantenida durante cinco años.
El Gobierno eliminó dicha moratoria el pasado mes de junio y un portavoz del servicio de prisiones de la provincia de Sindh, en el sur del país, ha confirmado que cuatro presos serán ahorcados entre el 20 y el 22 de agosto.
Otra fuente ha identificado a dos de los condenados como Ataulá, alias 'Qasim', y Mohamad Azan, alias 'Sharif'. Ambos fueron sentenciados a muerte en julio de 2004 por su responsabilidad en la muerte del médico chií Ali Raza Peerani, asesinado en 2001.
Los talibán han distribuido un comunicado en las regiones tribales fronterizas con Afganistán, donde tienen su base la mayoría de los grupos islamistas, y han advertido de que "si los presos son ejecutados, significaría una declaración de guerra" por parte del partido en el poder, Liga Musulmana Pakistán-Nawaz (PML-N).
Organizaciones como Amnistía Internacional han criticado el fin de la moratoria. El jefe de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, I.A. Rehman, también se ha mostrado contrario a este tipo de medidas: "La pena de muerte no debería ser castigo para nadie".
Sin embargo, las autoridades paquistaníes confían en que recuperar la amenaza de la ejecución sirva como disuasión para los milicianos islamistas. Hasta 8.000 presos esperan en las cárceles de Pakistán su posible ejecución.