La Casa Blanca promete una 'respuesta' proporcional a la 'transgresión' de Siria

María Ramírez
Nueva York, El Mundo
Estados Unidos sigue preparando a la opinión pública para una posible acción militar contra Siria. John Kerry, el secretario de Estado, aseguró este lunes que su Gobierno presentará en los próximos días más detalles sobre los los ataques químicos ocurridos cerca de Damasco el pasado miércoles y el presidente Barack Obama tomará "una decisión informada".


La Casa Blanca habló de "acción potencial" y recordó el compromiso internacional de hacer respetar la prohibición del uso de armas químicas. El Pentágono ya apuntó a que el régimen de Asad utilizó gas sarín contra civiles en abril, pero, según la Casa Blanca, el ataque en el murieron cientos de personas el miércoles es "significativamente más serio y con resultados más odiosos".

La Administración demócrata ya ha dejado claro que sólo considera un ataque limitado que no incluya tropas sobre el terreno, con aliados europeos y si tiene pruebas claras que presentar sobre el uso de gas sarín y otras armas vetadas. El empleo de estas armas va "contra los intereses nacionales" de Estados Unidos, según insistió el portavoz de Obama, Jay Carney. "No podemos tolerar y no toleraremos la proliferación de armas químicas", dijo. "Tiene que haber una respuesta que refleje la seriedad de esta transgresión. Y no estamos solos en ese análisis", subrayó.

La Casa Blanca está "consultando" con miembros del Congreso. El portavoz predijo que el presidente saldrá pronto a dar explicaciones.

Kerry quiso hacer una declaración, sin preguntas, para subrayar el mensaje repetido por la Casa Blanca este fin de semana: que Estados Unidos cree que el responsable del uso de armas químicas es el régimen de Bashar Asad y que el mundo no se puede permitir no castigarlo.

El secretario de Estado recalcó que el número de víctimas, los síntomas de los afectados y los testimonios "indican con fuerza que se utilizaron armas químicas en Siria" y subrayó que el régimen tiene los arsenales y los cohetes para emplearlas. "Tenemos información adicional sobre este ataque", dijo Kerry, que anunció que, tras "revisar" el material con los aliados, Estados Unidos hará pública esa información "en los próximos días".

Fuentes oficiales confirmaron a la CBS que el presidente Obama ha ordenado desclasificar el informe con las pruebas contra Siria que el director de los servicios de inteligencia le presentó a él el sábado. La publicación será en "uno o dos días".

Kerry también se quejó del "cínico intento" por parte del régimen de cubrir sus acciones y acusar a los opositores. Y habló de un vídeo que le había impresionado "como padre": el de un hombre sirio que sujeta a un niño muerto en brazos.

"La masacre indiscriminada de civiles, el asesinato de mujeres, niños e inocentes espectadores, con el uso de armas químicas es una obscenidad moral. Según cualquier parámetro, es inexcusable. Y a pesar de las excusas y la confusión que algunos han inventado, es innegable", dijo.

El acceso que ha dado el régimen a los inspectores de la ONU a una localidad afectada llega "demasiado tarde para ser creíble", según Kerry.

Tras cinco días de intentos, los inspectores visitaron este lunes una de las localidades cerca de Damasco donde se cree murieron cientos de personas por los efectos de los gases. Aun así, los expertos sólo pueden intentar comprobar si el ataque ocurrió y no tienen mandato para opinar sobre quién es el culpable. Rusia bloquea en el Consejo de Seguridad de la ONU una investigación más amplia.

Hasta ahora el relato más completo de las consecuencias de lo que sucedió el miércoles lo ha dado Médicos Sin Fronteras. Según la organización internacional, tres hospitales cerca de Damasco atendieron a unas 3.600 personas que presentaban síntomas de haber sido expuestas a agentes tóxicos como los que se emplean en las armas químicas. La ONG asegura que al menos 355 murieron, entre ellas 54 niños y un médico que había tratado a pacientes afectados por los gases.

A la espera de una decisión política, la Armada de Estados Unidos ya ha acercado a Siria sus barcos de guerra en el Mediterráneo.

El presidente Obama ha sido personalmente muy reacio a intervenir hasta ahora en Siria, donde han muerto más de 90.000 personas en la guerra civil desde marzo de 2011, según la ONU. En agosto del año pasado, Obama aseguró que su "línea roja" era el uso de armas químicas, pero no hizo ningún movimiento esta primavera cuando los servicios de inteligencia occidentales afirmaron que el régimen sirio había utilizado gas sarín contra civiles.

El viernes Obama dio una entrevista a la CNN en la que insistió sobre todo en lo "cara y difícil" que sería una intervención en Siria. Estados Unidos no considera en ningún caso la posibilidad de enviar tropas al país. Según la estimación del Pentágono, se necesitarían al menos 75.000 soldados para entrar en Siria, algo a lo que la Casa Blanca no está dispuesta. El presidente teme poner a la población a favor de Asad, atraer más extremistas a la guerra civil y expandir el conflicto más allá de las fronteras sirias.

La mayoría de los estadounidenses no quieren una guerra con Siria incluso si Asad utiliza armas químicas. Según la última encuesta de Reuters, de la semana pasada, el 60% asegura que su país no debe meterse en ese conflicto y sólo el 9% considera que Obama debe actuar. Cuando se pregunta si Estados Unidos debería involucrarse para evitar el uso de armas químicas contra civiles, el 25% está a favor, pero el 46% sigue siendo contrario a intervenir.

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